Oh, inmenso misterio



¡Feliz Navidad! Espero que este día lo pases muy feliz así como toda la semana que ahora comienza. No voy a llenar (como otros años) el blog de posts con música navideña sino que iré alternando con otros tipos de música, para no cansarnos... aunque alguna relacionada con este tiempo habrá, claro está. Es el caso de la bellísima obra de hoy. Una vez más nos llega de uno de esos maestro contemporáneos de música coral que es capaz de ofrecernos joyas como esta. ¡Feliz día!

Nos va a felicitar la Navidad con su música Nicholas White, compositor británico nacido en Londres. De sus obras se ha dicho: «Es de una belleza descarnada. La música coral de Nicholas White te hace pensar sobre la función de la música y cómo un compositor decide lo que es correcto en su diseño. La música de White nunca empalaga. Está bellamente construida sobre todo en la forma en que el uso de las palabras se relaciona con al tradición coral inglesa. Su música reconforta más que desafía, mientras que estimula la imaginación mientras cura el espíritu». Desde 2011 es director de la Capilla Musical y organista en St. Paul's School en Concord, New Hampshire. En verano se dedica a componer de forma más intensa, preparando obras y publicaciones para el año siguiente. Vive en un ambiente tranquilo y bucólico que le proporciona una gran inspiración para sus obras. Puede ser uno de esos maestros que pasan desapercibido en la marabunta de todos los actuales pero, seguro que con la obra de hoy, te llamará la atención y seguro que cautiva tus sentidos.

White nos ofrece el responsorio O Magnum Mysterium. Es una obra para coro a cinco voces que forma parte de una obra mayor titulada «Alleluia! Puer Natus Est Nobis». La obra fue escrita en 2004 y está dedicada al Tiffany Consort, conjunto que él fundó. La obra es una delicia, llena de dulzura y que, dentro de la casi más estricta consonancia, consigue emocionarnos. El misterio de la Navidad (del Dios que se hace hombre) está cantado de una forma suave, sin estridencias ni sin grandes voces sino a modo de canción de cuna que duerme al recién nacido.

La interpretación es del conjunto Tiffany Consort.

Volver arriba