El laúd contra la vulgaridad



Ayer puse un tuit (@aechmu) en el que decía que estamos rodeados de vulgaridad. Yo la veo por todos los lugares: política, relaciones personales, cultura, etc. Por supuesto que hay personas maravillosas con actividades maravillosas que gracias a Dios nos salvan del pozo del adocenamiento que nos rodea... Uno es el músico y el intérprete de hoy.

Una vez más nos visita Ennemond Gaultier (1575-1651), compositor francés nacido en Villette. También era un extraordinario laudista y por eso viene hoy aquí. Su primo, Denis, también tocaba el instrumento y para distinguir a ambos Ennemond era conocido como "le vieux Gaultier". Estuvo al servicio de la duquesa de Montmorency y luego sirvió para Enrique IV desde 1600 hasta 1631. Parece ser que en 1630 fue enviado a Inglaterra donde tocó ante Carlos I. Se retiró a su región de nacimiento con lo que sus piezas, admiradas en su época, cayeron en el olvido. Precisamente la ausencia de publicación de sus obras hace difícil distinguir qué es de él y qué de su primo. Ambos contribuyeron grandemente al repertorio del laúd en Francia y son figuras capitales y de referencia para conocer este instrumento en profundidad.

Del viejo Gaultier te propongo disfrutar de esta hipnótica chaconne. Como te he explicado varias veces, una "chaconne" no es más que una pieza sobre un bajo ostinato que en Francia fue especialmente querida y que se convirtió en una pieza meditativa y de reflexión, como la de hoy. Por tanto, el género pasó de ser una música de danza a algo más intelectual y abstracto. Como ves, Gaultier se las apaña para conseguir una pieza que nos cautiva en todos los sentidos, que nos subyuga. Es más bien lo que se llama una "chaconne en rondeau" ya que el tema inicial se va repitiendo a la vez que se elaboran una suerte intensas variaciones. Déjate impregnar por ella, verás cómo ves la vida de otra forma.

La interpretación es de Hopkinson Smith al laúd barroco.

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