"Nos duele que las instrucciones sean disparar", dice el arzobispo de Cali Darío de Jesús Monsalve: “Nos arruga el alma la muerte de tantas personas”

Paro Nacional en Colombia: clamor por la justicia y la vida
Paro Nacional en Colombia: clamor por la justicia y la vida

Monsalve rechaza el tratamiento represivo a las protestas contra las medidas económicas proyectas por el Gobierno colombiano

Una comisión humanitaria conformada por la ONU, la Arquidiócesis de Cali y la Defensoría del Pueblo fue atacada por la policía

Al menos 18 civiles muertos ha dejado una semana de tratamiento represivo de las manifestaciones populares surgidas en rechazo a la gestión del Gobierno colombiano frente a la pandemia. “Nos duele que las instrucciones sean disparar”, manifestó a RCN Radio el arzobispo de Cali, Darío de Jesús Monsalve, en atención a hechos de sangre ocurridos en la ciudad en la noche del 3 de mayo. Hasta una comisión humanitaria, conformada por la ONU, la Iglesia católica y la Defensoría del Pueblo, fue atacada a tiros por la policía en el capital del Valle del Cauca, mientras intentaba observar el manejo estatal al derecho a la protesta.

Las movilizaciones comenzaron el 28 de abril y rápidamente se multiplicaron a lo largo y ancho del país, sumando varias demandas a las primeras exigencias de los manifestantes. Si bien el pasado domingo, en respuesta a la presión ciudadana, el presidente Iván Duque retiró una primera versión de su proyecto de reforma tributaria, las denuncias sobre torturas, desapariciones forzadas y asesinatos indiscriminados en el marco de la respuesta oficial frente a las protestas han hecho que el debate salga de los terrenos de la discusión estrictamente económica y se traslade al de la defensa de derechos humanos.

Marta Hurtado, portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos: “Estamos profundamente alarmados por los acontecimientos ocurridos en la ciudad de Cali en Colombia la pasada noche [del 3 de mayo], cuando la policía abrió fuego contra los manifestantes que protestaban contra la reforma tributaria, matando e hiriendo a varias personas, según la información recibida”.

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“No necesitamos una reforma”

No solamente el arzobispo de Cali ha manifestado su oposición al interés del gobierno de Iván Duque de imponer medidas económicas de choque en tiempos de pandemia. Recientemente, Luis José Rueda, arzobispo de Bogotá declaró: “En este momento en que tantas personas pasan hambre no necesitamos una reforma, necesitamos una renovación desde el corazón, desde la conciencia”.

Tanto Monsalve como Rueda hacen parte de un sector del episcopado colombiano igualmente crítico frente a otros proyectos presidenciales que le han merecido al Gobierno el rechazo de amplias capas de la sociedad. Uno de dichos proyectos corresponde a la iniciativa gubernamental de reanudar a gran escala las aspersiones aéreas de glifosato sobre los cultivos de uso ilícito. A juicio del arzobispo de Bogotá, lo que hay que promover es “el desarrollo de la vocación agraria del país”, uno de los propósitos de los acuerdos de paz suscritos en 2016.

Pasados casi cinco años de un evento que trajo consigo esperanza sobre la posibilidad de un avance en la solución pacífica de los conflictos sociales que pululan en Colombia, la inestabilidad interna del país, efecto del manejo dado a las movilizaciones por parte del Gobierno en los últimos días, hacen sonar las alarmas. “Nos arruga el alma la muerte de tantas personas”, añade el arzobispo de Cali.

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