Polionomasia en El Quijote (reed. 2016)



{Imagen:El Caballero de la Triste Figura: Aventura de los encamisados o del cuerpo muerto.

38. —Si acaso quisieren saber esos señores quién ha sido el valeroso que tales los puso, diráles vuestra merced que es el famoso don Quijote de la Mancha, que por otro nombre se llama el Caballero de la Triste Figura.

El Q.I.019.38} (1)

El neologismo polionomasia, introducido hace poco más de medio siglo en la terminología semántica (probablemente por Spitzer en 1948), aunque todavía ausente del Diccionario de la Real Academia Española, aprovecha dos componentes existentes en el acervo léxico de nuestras lenguas románicas:

1) en posición de prefijo el elemento poli-, tomado por las lenguas neolatinas al latín y por éste al griego, poly-, que significa 'muchos':

poli-1
Del gr. πολυ- poly- 'mucho'.
1. elem. compos. Indica pluralidad o abundancia. Polifásico, polimorfo, poliuria. DRAE

2) en posición de sufijo el elemento -onomasia, que significa 'apelación, acción de nombrar', tomado por las mismas lenguas al latín y por éste al griego.

Al introducir el neologismo polionomasia en castellano, se ha tenido en cuenta la analogía con las palabras antonomasia, tomada directamente del griego entre 1427-1428, y paronomasia, empleada por Nebrija en sus Introductiones latinae en 1481.

antonomasia
Del lat. antonomasĭa, y este del gr. ἀντονομασία antonomasía.
1. f. Ret. Sinécdoque consistente en aludir a alguien mencionando una cualidad muy característica suya en lugar de su nombre propio, o emplear el propio de alguien en lugar de la cualidad que lo caracteriza, como en el Apóstol por san Pablo o en un nerón por un hombre cruel.

por antonomasia
1. loc. adv. Denota que a una persona o cosa le conviene el nombre apelativo con que se la designa, por ser, entre todas las de su clase, la más importante, conocida o característica. DRAE

paronomasia
Del lat. tardío paronomasĭa, y este del gr. παρονομασία paronomasía.
1. f. Semejanza entre dos o más vocablos que no se diferencian sino por la vocal acentuada en cada uno de ellos o por algún otro rasgo fonético; p. ej., azar y azor; lago, lego y Lugo; jácara y jícara.
2. f. Conjunto de dos o más vocablos que forman paronomasia.
3. f. Ret. Empleo en una frase y próximos entre sí, de dos vocablos semejantes en el sonido pero diferentes en el significado, como puerta y puerto, o secreto de dos y secreto de Dios. DRAE


Como lo prueba González Rovira, 1996, la apelación adjetiva: polionomástica adj. 'plurinominal' o la sustantiva: polionomasia s.f. 'la pluralidad de nombres', como componente más significativo de una identidad ficticia, aparece en todas las novelas bizantinas españolas de la edad de oro. El que este recurso no sea muy frecuente en la novela clásica hace pensar que su empleo profuso en el Quijote obedece al fuerte influjo que ejerce sobre Cervantes, ya por los primeros años del siglo XVII, la novela bizantina, influjo que verá su plenitud con la redacción del Persiles, su obra póstuma.

La intención poético-retórica de este motivo es doble: por un lado se oculta la verdadera identidad de un personaje con fines prácticos (Sansón Carrasco no puede combatir con don Quijote en cuanto bachiller, pero sí en cuanto caballero andante); por otro lado se alimenta la intriga dando pábulo a la curiosidad, al ensayo de hipótesis de reconocimiento por parte del lector, que corre tras la apariencia de un personaje cuya identidad se transforma sin dejarse encasillar (tal es el caso en el Quijote sobre todo con Ginés de Pasamonte y con Sansón Carrasco) y a la sorpresa del descubrimiento o anagnórisis.

El personaje evoluciona de acuerdo con las circunstancias en una aparente sucesión de personalidades, cuya entrada en escena adopta la forma del golpe de efecto más o menos teatral, según el género.

→ Nótese que la polionomasia de que hace gala el protagonista de nuestra novela es obra principalmente suya, inspirándose como él lo confiesa en los libros de caballerías. ←

Siguiendo las hipótesis de Proop y de mi amigo y maestro Greimas, que González Rovira evoca sin citarlos, cabe señalar otra intención más profunda para el empleo de este recurso: los héroes no recuperan su verdadero nombre hasta la restauración de un equilibrio social, roto al principio de sus aventuras. Mediante el recurso polionomástico sus personalidades auténticas quedan temporalmente veladas, en una suerte de atenuación existencial, hasta el cumplimiento completo de su misión, cuyo premio será alguna distinción excepcional en su sociedad, como lo es en muchos cuentos mágicos el matrimonio con la hija del rey.

→ Sólo la confirmación de sus virtudes ante las pruebas a las que el poder mandatario los somete permitirá la anagnórisis social, que significa su plena autentificación. ←

anagnórisis
Del gr. ἀναγνώρισις anagnṓrisis 'acción de reconocer'.
1. f. Ret. Reencuentro y reconocimiento de dos personajes a los que el tiempo y las circunstancias han separado.
2. f. Reconocimiento de la identidad de un personaje por otro u otros.
DRAE



{Imagen: Capítulo vigésimo sexto.—Donde se prosiguen las finezas que de enamorado hizo don Quijote en Sierra Morena.

1. Y volviendo a contar lo que hizo el de la Triste Figura después que se vio solo, dice la historia que, así como don Quijote acabó de dar las tumbas o vueltas de medio abajo desnudo y de medio arriba vestido, y que vio que Sancho se había ido, sin querer aguardar a ver más sandeces, se subió sobre una punta de una alta peña, y allí tornó a pensar lo que otras muchas veces había pensado, sin haberse jamás resuelto en ello; y era que cuál sería mejor y le estaría más a cuento: imitar a Roldán en las locuras desaforadas que hizo, o Amadís en las malencónicas; y hablando entre sí mesmo, decía:
...
El Q.I.26.1.} (2)

Con respecto a la tradición que lo precede, el caso del Quijote es revolucionario sobre este particular, ya que sitúa al protagonista en todas las variables de la misión social que asume (ya no sólo como héroe sino también como poder autodeterminante): el propio protagonista es al mismo tiempo el poder mandatario que envía en misión y por ende somete a pruebas, el héroe que es enviado en misión, el autor de los distintos nombres que se acomodan a sus aventuras y el responsable de su propia autenticación, cuya anagnórisis, coincidiendo con su última voluntad, borra todos los otros nombres y lo identifica como Alonso Quijano el Bueno:

«—Dadme albricias, buenos señores, de que ya yo no soy don Quijote de la Mancha, sino Alonso Quijano a quien mis costumbres me dieron renombre de Bueno.», II.74.9.

Así restaura, mediante su conversión o arrepentimiento, el equilibrio social roto al principio de sus aventuras.

Empleo del recurso polionomástico en El Quijote

En el Quijote se emplea de manera notoria el recurso polionomástico con los personajes siguientes:

El protagonista (Alonso Quijano (5 veces), Quesada (2 veces), Quijada (9 veces), Señor Quijana (2 veces), Don Quijote (2304 veces, de las que 2154 sin "de la Mancha"), Don Quijote de la Mancha (150 veces), El Caballero de la Triste Figura (24 veces), el de la Triste Figura (10 veces), El Caballero de los Leones (7 veces) ).

La señora de sus pensamientos (Aldonza Lorenzo (6 veces), Dulcinea del Toboso (112 veces), señora Dulcinea (93).

Ginés de Pasamonte (11 veces), Ginesillo (5 veces), ladrón Ginesillo (1 vez), Maese Pedro (48 veces) ).

Dorotea (114 veces), (La princesa Micomicona (5 veces) ).

Sancho Panza (324 veces); Panza (63 veces sin "Sancho"), Sancho (2213 veces); gobernador Sancho (4 veces); gobernador Sancho Panza (3 veces); gran gobernador Sancho Panza (1 vez).

Sansón Carrasco (37 veces), el bachiller Sansón Carrasco (18 veces), El Caballero del Bosque (10 veces) o el Caballero de la Selva (1 vez), El Caballero de los Espejos (8 veces), El Caballero de la Blanca Luna (5 veces) ).

Teresa Panza (37 veces), (Mari Gutiérrez (3 veces), Juana Panza (2 veces), Juana Gutiérrez (1 vez) ).

Rocinante (208 veces). Sin empleo del recurso polionomástico

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Fuente del texto: Salvador García Bardón, Taller cervantino del “Quijote”, Textos originales de 1605 y 1615 con Diccionario enciclopédico, Academia de lexicología española, Trabajos de ingeniería lingüística, Bruselas, Lovaina la Nueva y Madrid. Este artículo apareció en diferentes periódicos el 25.02.2005.

Fuente de la imagen 1: Salvador García Bardón: El Quijote ilustrado por G. Doré: Los textos ilustrados y su contexto textual: QGDSGB.I.019.B.

Fuente de la imagen 2: Salvador García Bardón: El Quijote ilustrado por G. Doré: Los textos ilustrados y su contexto textual: QGDSGB.I.026.A.
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