Polionomasia en el Quijote

Como lo prueba González Rovira, 1996, la apelación polionomástica adj. 'plurinominal' o la polionomasia s.f. 'la pluralidad de nombres', como componente más significativa de una identidad ficticia, aparece en todas las novelas bizantinas españolas de la edad de oro. El que este recurso no sea muy frecuente en la novela clásica hace pensar que su empleo profuso en el Quijote obedece al fuerte influjo que ejerce sobre Cervantes, ya por los primeros años del siglo XVII, la novela bizantina, influjo que verá su plenitud con la redacción del Persiles, su obra póstuma.
La intención poético-retórica de este motivo es doble: por un lado se oculta la verdadera identidad de un personaje con fines prácticos (Sansón Carrasco no puede combatir con don Quijote en cuanto bachiller, pero sí en cuanto caballero andante); por otro lado se alimenta la intriga dando pábulo a la curiosidad, al ensayo de hipótesis de reconocimiento por parte del lector, que corre tras la apariencia de un personaje cuya identidad se transforma sin dejarse encasillar (tal es el caso en el Quijote sobre todo con Ginés de Pasamonte y con Sansón Carrasco) y a la sorpresa del descubrimiento o anagnórisis. El personaje evoluciona de acuerdo con las circunstancias en una aparente sucesión de personalidades, cuya entrada en escena adopta la forma del golpe de efecto más o menos teatral, según el género. Nótese que la polionomasia de que hace gala el protagonista de nuestra novela es obra principalmente suya, inspirándose como él lo confiesa en los libros de caballerías.
Siguiendo las hipótesis de Proop y de mi amigo y maestro Greimas, que González Rovira evoca sin citarlos, cabe señalar otra intención más profunda para el empleo de este recurso: los héroes no recuperan su verdadero nombre hasta la restauración de un equilibrio social, roto al principio de sus aventuras. Mediante el recurso polionomástico sus personalidades auténticas quedan temporalmente veladas, en una suerte de atenuación existencial, hasta el cumplimiento completo de su misión, cuyo premio será alguna distinción excepcional en su sociedad, como lo es en muchos cuentos mágicos el matrimonio con la hija del rey. Sólo la confirmación de sus virtudes ante las pruebas a las que el poder mandatario los somete permitirá la anagnórisis social, que significa su plena autentificación.
Con respecto a la tradición que lo precede, el caso del Quijote es revolucionario sobre este particular, ya que sitúa al protagonista en todas las variables de la misión social que asume (ya no sólo como héroe sino también como poder autodeterminante): el propio protagonista es al mismo tiempo el poder mandatario que envía en misión y por ende somete a pruebas, el héroe que es enviado en misión, el autor de los distintos nombres que se acomodan a sus aventuras y el responsable de su propia autenticación, cuya anagnórisis, coincidiendo con su última voluntad, borra todos los otros nombres y lo identifica como Alonso Quijano el Bueno: «—Dadme albricias, buenos señores, de que ya yo no soy don Quijote de la Mancha, sino Alonso Quijano a quien mis costumbres me dieron renombre de Bueno.», II.74.9. Así restaura, mediante su conversión o arrepentimiento, el equilibrio social roto al principio de sus aventuras.
En el Quijote se emplea de manera notoria el recurso polionomástico con los personajes siguientes: el protagonista (Alonso Quijano, Quejada, Quijada, Señor Quijana, Don Quijote de la Mancha, El Caballero de la Triste Figura, El Caballero de los Leones); la señora de sus pensamientos (Aldonza Lorenzo; Dulcinea del Toboso); Ginés de Pasamonte (Maese Pedro); Dorotea (La princesa Micomicona); Sansón Carrasco (El Caballero del Bosque o de la Selva, El Caballero de los Espejos, El Caballero de la Blanca Luna); Teresa Panza (Mari Gutiérrez, Juana Panza, Juana Gutiérrez). ® Quesada
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Salvador García Bardón, Taller cervantino del “Quijote”, Textos originales de 1605 y 1615 con Diccionario enciclopédico, Academia de lexicología española, Trabajos de ingeniería lingüística, Bruselas, Lovaina la Nueva y Madrid, aparecerá en 2005.