INVOCACIÓN
“¡Oh renuevo del tronco de Jesé!, que te alzas como un signo para los pueblos, ante quien los reyes enmudecen y cuyo auxilio imploran las naciones, ven a liberarnos, no tarde más.”
LA PALABRA DE LA LITURGIA
-«Yo soy Gabriel, que sirvo en presencia de Dios; he sido enviado a hablarte para darte esta buena noticia. Pero mira te quedarás mudo, sin poder hablar, hasta el día en que esto suceda, porque no has dado fe a mis palabras, que se cumplirán en su momento.»
COMENTARIO
Hoy también nos puede suceder que el ángel del Señor nos revele en el corazón signos de esperanza, buenas noticias, y que no demos crédito porque nos hemos vuelto escépticos. Quien no da fe a la Palabra se queda como mudo. María, que creyó en el anuncio del ángel, se convertirá en madre de la Palabra. En estos tiempos tenemos el reto de la fe, que nos da siempre la posibilidad de esperar y de confiar.
SALVADOS EN ESPERANZA
“Sólo la gran esperanza-certeza de que, a pesar de todas las frustraciones, mi vida personal y la historia en su conjunto están custodiadas por el poder indestructible del Amor y que, gracias al cual, tienen para él sentido e importancia, sólo una esperanza así puede en ese caso dar todavía ánimo para actuar y continuar.” (Spes Salvi 35).
AVISOS PARA LA TRAVESÍA DEL DESIERTO
Si en el tiempo recio, se ha apostado por la espera confiada, y en vez de dar licencia a la protesta y a la rebeldía, se trabaja porque domine la fuerza de la calma, después, en la hora de la brisa, se descubre que es mayor el hallazgo que la ofrenda de la espera.
CONSEJO
Espera en el Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor (Sal 26).
SANTA MARÍA DEL ADVIENTO
“María, José, tu esposo, no te ha repudiado, ha dado fe a las palabras del ángel, se ha fiado de ti, te ha llevado a su casa, te ha acompañado en tu viaje a Belén, ha vivido contigo en Nazaret, has sido a los ojos de tus vecinos su mujer. ¡Vente con nosotros, vente a nuestra casa!