¿Descubres en las dificultades la posibilidad de vivir el Misterio Pascual? I Miércoles de Cuaresma

I Miércoles de Cuaresma
I Miércoles de Cuaresma

El símbolo del pez

I Miércoles de Cuaresma 

Texto Evangélico 

“Esta generación es una generación malvada; pide una señal, y no  se le dará otra señal que la señal de Jonás. Porque, así como Jonás fue señal para los ninivitas, así lo será el Hijo del hombre para esta generación” (Lc 11, 29-30). 

Profecía de la Pasión (VIII) 

“El Señor envió un gran pez para que se tragase a Jonás, y allí estuvo Jonás, en el vientre del pez, durante tres días con sus noches. Jonás suplicó al Señor, su Dios, desde el vientre del pez: «Invoqué al Señor en mi desgracia y me escuchó; desde lo hondo del Abismo pedí auxilio y escuchaste mi llamada. Me arrojaste a las profundidades de alta mar, | las corrientes me rodeaban, | todas tus olas y oleajes se echaron sobre mí” (Jon 2, 1-4).

Comentario 

Si al leer las profecías a la luz del acontecimiento de Jesucristo cabe comprender su sentido, ¡cuánto mejor se puede interpretar el texto si es el mismo Jesús quien se lo aplica, como sucede con la imagen de Jonás en el vientre del cetáceo! 

Los viernes, en la oración de Completas, en recuerdo de la Pasión de Jesús, se reza el salmo 87, y en él se encuentran resonancias de la oración de Jonás: “Me has colocado en lo hondo de la fosa, en las tinieblas y en las sombras de muerte; tu cólera pesa sobre mí, me echas encima todas tus olas” (Sal 87, 7-8).

El pez salvó a Jonás, y los primeros cristianos se identificaban con la imagen del pez. En griego,  su nombre –ichthys- se convirtió en las iniciales de la identidad de Jesucristo: Jesús, Cristo, Dios, Hombre y Salvador. 

Propuesta 

¿Descubres en las dificultades la posibilidad de vivir el Misterio Pascual?

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