XXVII Domingo del Tiempo ordinario, “C” 

Texto bíblico 

“Los apóstoles le dijeron al Señor: «Auméntanos la fe». El Señor dijo: «Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: “Arráncate de raíz y plántate en el mar”, y os obedecería” (Lc 17, 5-6). 

Comentario 

Sorprende la petición de los discípulos a Jesús, cuando tienen ante sus ojos a quien es la revelación del amor de Dios. Y en esta petición podemos incluirnos nosotros, porque es muy diferente ver que creer. “Dichosos los que sin ver, creen”, dirá Jesús. A veces confundimos la fe con las prácticas religiosas. El papa Francisco, dirigiéndose a los sacerdotes, dijo: “Muchas crisis sacerdotales tienen precisamente origen en una escasa vida de oración, en una falta de intimidad con el Señor, en una reducción de la vida espiritual a mera práctica religiosa.” Desde este riesgo, se comprende la súplica de los apóstoles al Maestro: “Auméntanos la fe”. 

La fe 

Creer es un don, creer en Jesús es una gracia que supera la duda y el miedo porque se instala en el corazón del creyente la certeza de la verdad que es Jesús, de su divinidad. Ser creyente es más que ser practicante. Ser practicante debe ser fruto de la fe y no del instinto religioso que se satisface con saberse cumplidor. Como afirma Benedicto XVI, ser cristiano es un acontecimiento, haberse encontrado con una persona, con Jesucristo, y por este encuentro queda afectada toda la vida, como sucede entre personas que se enamoran. 

Propuesta 

¿Crees en Jesús?