Preces de los Fieles (Bautismo del Señor 12.01.2014)
El Bautismo de Jesús celebra su consagración ministerial. El Decreto sobre la Actividad Misionera, del concilio Vaticano II, recuerda esta fiesta cuando dice: “Cristo había sido conducido a la obra de su ministerio, bajando el mismo Espíritu Santo sobre él mientras oraba” (AG 4). El mismo Espíritu actúa ahora sobre nosotros “mientras oramos”.
Nos dejamos llevar del Espíritu de Jesús diciendo: Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Por todos los bautizados:
que recuperemos la conciencia de haber sido bautizados con “agua y Espíritu Santo”;
que nos sintamos hijos amados de Dios, hermanos de Jesús y de todos;
que se nos llene la boca diciendo a Dios: ¡Padre nuestro! ¡Madre nuestra!
Roguemos al Señor: Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Por los padres que piden el bautismo para su hijos:
que no lo pidan por costumbre, sin saber lo que hacen;
que hagan un esfuerzo por saber en qué consiste y para qué vale el bautismo;
que se tomen en serio la educación cristiana de sus hijos.
Roguemos al Señor: Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Por las personas que se preparan para recibir el bautismo:
que respondan a la llamada de Jesús conociendo su Evangelio;
que sean iniciados en la oración personal y comunitaria, como Jesús;
que aprendan a vivir en Amor, acompañados de nuestro amor.
Roguemos al Señor: Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Por los bautizados que viven como si no lo fueran:
que nuestra vida cristiana les mueva a rehacer su bautismo;
que abran su corazón al Espíritu que invita a vivir como hermanos de todos;
que no se sientan rechazados, sino respetados, con nuestra puerta abierta.
Roguemos al Señor: Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Por quienes presiden la Iglesia:
que sean conscientes de su responsabilidad ejemplar;
que “no impongan más cargas que las indispensables” sobre los cristianos;
que respeten la dignidad y libertad cristiana de todos los bautizados.
Roguemos al Señor: Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Por esta celebración:
que nos demos cuenta, aquí y ahora, que el Espíritu actúa sobre nosotros;
que escuchemos los deseos del Espíritu en nuestra vida;
que la fuerza del Espíritu mueva nuestra existencia en su Amor.
Roguemos al Señor: Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Sí, Padre-Madre, Dios de todos. Aquí estamos para hacer tu voluntad:
escuchando a tu Hijo y recordando su memoria,
alimentándonos con su misma vida,
procurando seguirle a Él, que vive contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén.
Rufo González
Nos dejamos llevar del Espíritu de Jesús diciendo: Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Por todos los bautizados:
que recuperemos la conciencia de haber sido bautizados con “agua y Espíritu Santo”;
que nos sintamos hijos amados de Dios, hermanos de Jesús y de todos;
que se nos llene la boca diciendo a Dios: ¡Padre nuestro! ¡Madre nuestra!
Roguemos al Señor: Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Por los padres que piden el bautismo para su hijos:
que no lo pidan por costumbre, sin saber lo que hacen;
que hagan un esfuerzo por saber en qué consiste y para qué vale el bautismo;
que se tomen en serio la educación cristiana de sus hijos.
Roguemos al Señor: Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Por las personas que se preparan para recibir el bautismo:
que respondan a la llamada de Jesús conociendo su Evangelio;
que sean iniciados en la oración personal y comunitaria, como Jesús;
que aprendan a vivir en Amor, acompañados de nuestro amor.
Roguemos al Señor: Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Por los bautizados que viven como si no lo fueran:
que nuestra vida cristiana les mueva a rehacer su bautismo;
que abran su corazón al Espíritu que invita a vivir como hermanos de todos;
que no se sientan rechazados, sino respetados, con nuestra puerta abierta.
Roguemos al Señor: Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Por quienes presiden la Iglesia:
que sean conscientes de su responsabilidad ejemplar;
que “no impongan más cargas que las indispensables” sobre los cristianos;
que respeten la dignidad y libertad cristiana de todos los bautizados.
Roguemos al Señor: Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Por esta celebración:
que nos demos cuenta, aquí y ahora, que el Espíritu actúa sobre nosotros;
que escuchemos los deseos del Espíritu en nuestra vida;
que la fuerza del Espíritu mueva nuestra existencia en su Amor.
Roguemos al Señor: Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Sí, Padre-Madre, Dios de todos. Aquí estamos para hacer tu voluntad:
escuchando a tu Hijo y recordando su memoria,
alimentándonos con su misma vida,
procurando seguirle a Él, que vive contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén.
Rufo González