Hoy, en muchos pueblos celebran la fiesta del Cristo. Es la “Exaltación de la Santa Cruz”. Esta fiesta señala lo más profundo de la persona de Jesús: ¿Cuál fue el motor que animaba su vida? ¿Cuál era el centro de su espiritualidad?
Proclamemos nuestra respuesta diciendo: queremos vivir de tu Espíritu.

Por los que tienen menos vida: enfermos, agonizantes, hambrientos,
secuestrados, víctimas del terrorismo y la violencia familiar.
Que encuentren en nosotros tu mismo Amor.
Roguemos al Señor: queremos vivir de tu Espíritu.

Por los gobernantes:
que cuiden la vida de todos, especialmente de los más débiles.
Roguemos al Señor: queremos vivir de tu Espíritu.

Por quienes presiden la Iglesia:
que nos animen a todos a seguir a Jesucristo que vivió
para aliviar el sufrimiento de todos.
Roguemos al Señor: queremos vivir de tu Espíritu.

Por las personas que se complican la vida para dar vida:
los voluntarios de tantas ONG, que dan de comer y beber,
que curan y acompañan, que luchan por la paz y la justicia.
Que el Cristo del Amor les consuele y fortalezca.
Roguemos al Señor: queremos vivir de tu Espíritu.

Por nuestro pueblo:
que crezca en el Amor a la vida;
que brillen entre nosotros las actitudes de Cristo: su justicia, su paz, su amor,
su alegría, su tolerancia, su preocupación por el bienestar de todos.
Roguemos al Señor: queremos vivir de tu Espíritu.

Por los que estamos celebrando la eucaristía: los sacerdotes que presiden, los lectores y cantores, los dedicados a dar vida a la parroquia o a otras instituciones.
Que tengamos el Espíritu que animó a Jesús a dar vida.
Roguemos al Señor: queremos vivir de tu Espíritu.

Cristo Jesús, acoge nuestra oración. Acrecienta tu Espíritu en nosotros, el Espíritu que nos impide “pasar de largo”, insensibles a la vida de los hermanos. Que, como tú, demos la cara por los que viven crucificados, sin vida digna. Aunque, como a ti, nos la partan en la cruz.
Así nos unimos a ti, que vives por los siglos de los siglos.

Amén.

PD. Recuerdos especiales a la parroquia de san Esteban Protomártir, de Fuenlabrada (Madrid), en la que celebré durante años esta hermosa fiesta, y les dejé escrita una Novena al Santísimo Cristo de la Misericordia. Rufo González