Preces Fieles (Trinidad B 2ª lect. (27.05.2018) la familia del cielo nos hace familia en la tierra
Nuestro Dios es Padre-Madre. Conocido sobre todo en su Hijo Jesús, actúa en la historia y en cada ser humano con la fuerza de su Espíritu de amor. Así los cristianos formamos una familia “reunida por la unidad del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (LG 4). Pidamos vivir como hermanos diciendo: “queremos ser tu familia, Señor”.
Por la Iglesia:
- que haya confianza, diálogo, libertad, fraternidad;
- que sea testimonio del amor del Padre-Madre, del Hijo y del Espíritu.
Roguemos al Señor: “queremos ser tu familia, Señor”.
Por la paz del mundo:
- que sea fruto del respeto y cuidado de los derechos y deberes humanos;
- que crezca la conciencia de la fraternidad universal.
Roguemos al Señor: “queremos ser tu familia, Señor”.
Por la fe en la historia:
- que creamos en el Dios Padre-Madre que actúa en nuestra conciencia;
- que favorezcamos sus obras de amor en favor de las personas.
Roguemos al Señor: “queremos ser tu familia, Señor”.
Por las vocaciones comunitarias:
- que cuidemos a los que sienten la llamada a servir a la comunidad;
- que no pongamos trabas ni exigencias que no puso Jesús.
Roguemos al Señor: “queremos ser tu familia, Señor”.
Por los más necesitados (enfermos, refugiados, marginados...):
- que seamos como Jesús acogiéndoles y ayudándoles;
- que nos pongamos en su lugar y les tratemos como a nosotros mismos.
Roguemos al Señor: “queremos ser tu familia, Señor”.
Por esta celebración:
- que respire el “aire de familia” del Padre, Hijo y Espíritu Santo;
- que nos ilumine y nos mueva los caminos del evangelio.
Roguemos al Señor: “queremos ser tu familia, Señor”.
Queremos, Señor, sembrar en nuestro mundo “el fermento evangélico que despertó y despierta en el corazón del hombre la irrefrenable exigencia de dignidad” (GS 26), propia de todo ser humano, creado a imagen y semejanza del Padre-Madre, del Hijo y del Espíritu Santo, por siglos de los siglos.
Amén.
Rufo González
Por la Iglesia:
- que haya confianza, diálogo, libertad, fraternidad;
- que sea testimonio del amor del Padre-Madre, del Hijo y del Espíritu.
Roguemos al Señor: “queremos ser tu familia, Señor”.
Por la paz del mundo:
- que sea fruto del respeto y cuidado de los derechos y deberes humanos;
- que crezca la conciencia de la fraternidad universal.
Roguemos al Señor: “queremos ser tu familia, Señor”.
Por la fe en la historia:
- que creamos en el Dios Padre-Madre que actúa en nuestra conciencia;
- que favorezcamos sus obras de amor en favor de las personas.
Roguemos al Señor: “queremos ser tu familia, Señor”.
Por las vocaciones comunitarias:
- que cuidemos a los que sienten la llamada a servir a la comunidad;
- que no pongamos trabas ni exigencias que no puso Jesús.
Roguemos al Señor: “queremos ser tu familia, Señor”.
Por los más necesitados (enfermos, refugiados, marginados...):
- que seamos como Jesús acogiéndoles y ayudándoles;
- que nos pongamos en su lugar y les tratemos como a nosotros mismos.
Roguemos al Señor: “queremos ser tu familia, Señor”.
Por esta celebración:
- que respire el “aire de familia” del Padre, Hijo y Espíritu Santo;
- que nos ilumine y nos mueva los caminos del evangelio.
Roguemos al Señor: “queremos ser tu familia, Señor”.
Queremos, Señor, sembrar en nuestro mundo “el fermento evangélico que despertó y despierta en el corazón del hombre la irrefrenable exigencia de dignidad” (GS 26), propia de todo ser humano, creado a imagen y semejanza del Padre-Madre, del Hijo y del Espíritu Santo, por siglos de los siglos.
Amén.
Rufo González