El Alfarero del hombre y su aprendiz



Esta parábola del aprendiz de alfarero puede ser interpretada en clave del Dios Creador, de la acción educativa o de la creación artística. Realizada por el joven especialista en animación Josh Burton, el argumento cuenta como el Potter es una criatura antigua, que da vida a la arcilla. A su cuidado está un aprendiz que quiere saber el secreto. El itinerario del joven nos habla de la iniciación en un misterio. El acompañante bajo los rasgos de la ternura, la sabiduría, la paciencia y el respeto a la libertad va mostrando al inquieto aprendiz el arte de moldear la vida. Este aprendizaje supone la búsqueda desde los propios errores , el intento de vencer los miedos y el dejarse guiar hasta descubrir el misterio de la luz.

Con claras resonancias bíblicas al relato del Dios alfarero del libro del Génesis nos muestra al Potter con rasgos divinos: su cercanía a la luz, su capacidad de dar vida desde el aliento (ruah), su disponibilidad para acompañar dando libertad, su colaboración con el ser humano y su alegría al comprobar las posibilidades de su creación.

El aprendiz de alfarero es un símbolo de el hombre que hace su propio itinerario en libertad pero desde la guía y el acompañamiento de Dios, el cual le ayuda a penetrar en el profundo misterio que envuelve lo real.

Si bien la parábola fue realizada desde la perspectiva de la acción educativa, el autor reconoce la influencia de sus padres, ambos educadores. La referencia a la Creación se convierte en totalmente legítima y hace de este trabajo un recurso para las reflexión sobre el Dios creador.
Volver arriba