Nuevas incoherencias episcopales, hoy toca Monseñor Reig Pla.

El post de hoy vuelvo a arremeter contra otro obispo, no deseo que sea lo habitual, he procurado sucesivamente evadirme de tener que ponerles a parir. Prefiero siempre las notas discrepantes a llamar tonto a alguien. Pero el problema es cuando existiendo los adjetivos calificativos, se ajuste tanto a ellos el obispo que sea inevitable usarlo.

Monseñor Reig es un obispo tonto, ofensivo y muy propenso a favorecer a sus amigos. Es autor de montones de frases desafortunadas y de inventarse las más absurdas palabras y tonterías, bioadulterio e incesto genético entre ellas. Reig es un hombre de gran pobreza intelectual, genera comentarios muy agrios y radicales, muy mal pensados y planteados. No entraré en asuntos del pasado, pero hoy me llama la atención que este obispo nos diga que quitarle el respirador a Inmaculada Echevarria es un asesinato.

Me llama la atención que de donde yo saqué el testamento vital es justo de la Subcomisión Episcopal para la Defensa de la Vida y la Familia, y que curiosamente la dirige el propio Reig Pla. ¿Qué está aquí pasando? Pues que Reig está haciendo una vez más el tonto.

Vivimos en un mundo de tecnologías, donde hay corazones mecánicos, donde existen maquinas que respiran por ti, que son capaces de ser tus propios riñones, o que monitorizan tus propias señales vitales. Cada día se inventan nuevos aparatos, nuevos sistemas que permiten prolongar la vida en situaciones realmente extremas. Estas máquinas pueden mantenerte con vida hasta en muerte cerebral.

En el caso que nos encontramos, una mujer no puede seguir aguantando vivir con un respirador que respira por ella, pide que se le quite el respirador y se la deje morir en paz. Muy cruel resulta para una persona tener que estar dependiendo del capricho de unas maquinas, máquinas frías que no te permiten ni saborear la comida, que te dificultan hablar.

No comparemos el caso de esta pobre mujer con el de un diabético que necesita de insulina, o con el caso de un seropositivo que necesita de sus medicinas. En estos casos los medicamentos tienen por objeto evitar una enfermedad o sus síntomas, tienen por objetivo ayudarte a llevar una vida normal. Ante el caso que estamos es el de una persona enferma, que no se puede curar de su enfermedad, a la que se le prolonga su vida cuando su cuerpo ya no puede mantenerla a ella con vida.

Pero volviendo al caso de Reig, el obispo que tanto le encanta condenar lo artificial y lo antinatural, y alabar lo natural, observo muchas contradicciones. Primero con ese testamento vital, y ahora apoyando medidas antinaturales y artificiales para prolongar la vida. ¿En qué quedamos? ¿No era malo lo antinatural y artificial según Reig? Pues ahora en este caso lo antinatural es bueno.

Pues aunque a alguno le moleste lo que digo, me reafirmo en lo que hace meses dije en el blog de La Cigüeña en la Torre de Paco Pepe, Reig Pla es un obispo alimentador y propagador de mentiras y de odio, un hombre en si mismo malvado pero por necedad, no por deseo propio de serlo.

Y ahora espero dedicarme a hacer otro tipo de post y no tener que entrar a atacar a obispos, que no me gusta cansa tener que arremeter contra los pastores de mi Iglesia.
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