Sobre autores y editoriales.

Tengo un amigo que ha escrito un libro de sociología. Libro del que algún día os hablaré así como de su autor si me concede una entrevista para el blog. El caso es que a través de mi amigo he conocido parte de la problemática de escribir libros de carrera.

Mi amigo al parecer ya ha vendido cerca de 800 ejemplares, el libro ronda los 25 €. Y la editorial le ha pagado por esa venta alrededor de 100 €. Dice la editorial que pasado el umbral de los 800 libros, cobrará el 5% del valor de de venta del libro por cada libro vendido. Fíjense, un autor escribe un libro de cierto valor académico, que tiene un esfuerzo y documentación detrás, y por vender 800 libros valorados en unos 20000 € el resultado es que cobra alrededor de 100 €. Y luego como mucho apenas se llevará un euro por libro vendido.

En mi opinión algo funciona mal. Yo tengo un libro de problemas de termodinámica que si se imprime y encuaderna en la reprografía de mi facultad, sale por alrededor de 5 €. Y si se hiciera al por mayor en las reprografías de Moncloa saldría por algo menos. Por supuesto yo no me llevo nada. Pero esto que os cuento es el coste máximo de una editorial en producir un solo libro y en blanco y negro, como el de mi amigo. Las editoriales tienen máquinas y personal muy especializado que les permite rebajar los costes de producción.

Pues es injusto que mi amigo se lleve tan poco. Debería llevarse más. Entiendo que la editorial deba llevarse una parte, entiendo que las librerías igual, y otra los impuestos. Pero el poco beneficio que se llevan los autores es un escándalo, y creo que hay quien se lleva un exceso de beneficios.

Por otra parte, voy a contaros otro caso que he conocido a través de los dueños de las librerías de la calle libreros. Hace unos años pululaba por Madrid un señor llamado A. Lahoz Calvo. Nunca tuve el placer de conocerle. Escribió a maquina de escribir, y antes que yo naciera, dos libros de formulación y nomenclatura de química orgánica e inorgánica. El de química orgánica es el que tengo. Este señor decidió constituirse el mismo en editorial. Puede parecer gracioso pero así fue. Y por lo que me encargué de conocer a través de los libreros que lo conocieron, el acudía con sus libros a las librerías y les colocaba unos cuantos ejemplares que siempre se vendían. Si se agotaban le llamaba y el traía más libros. Ignoro por completo si este señor vivía de sus libros. Solo sé que desde 1983 sus libros no solo se han vendido, sino que hay profesores que entregan fotocopias de los libros de Lahoz a sus alumnos porque tristemente el autor no podía llegar a todas las librerías y a todo el mundo. El libro era baratito, la casa del libro estimo sus últimos números en alrededor de 12 €. Y supongo por las 130 páginas del libro, que el autor gastaría no más de 5 € en su fabricación. Lo último que he sabido es que desde hace años las librerías que le compraban los libros le perdieron la pista y le han dado hasta por muerto.

A pesar de ser antiguos sus libros y de la horrorosa caligrafía de su maquina de escribir. Hay que reconocer que su éxito ha sido monumental, y más para venderlos durante 20 y pico años. Es un misterio como hizo ciertos dibujos de moléculas que son artísticos para los medios que dispuso. Sin duda la pena es que para poder vivir o sacar dinero de tus libros, haya que llegar precisamente a esto, porque las editoriales se lo llevan casi todo.

Una ruindad de las editoriales se produjo con el libro de Dinámica Clásica de Antonio Fernández-Rañada. Durante más de un lustro no se sacó ninguna edición, y eso que la demanda era muy superior a la oferta. El autor nunca supo darme una explicación de porque las editoriales no reeditaban su libro. A mi me costó cuatro años encontrar un libro del autor, y finalmente lo encontré y me lo compré. Recientemente Rañada logró poner su libro nuevamente a la venta y tras muchos esfuerzos.

Con semejante panorama, es normal que algunos de los profesores de mi facultad prefieran poner gratis a disposición de los alumnos sus libros en la reprografía que publicarlos. Aunque en su caso también les afecta problemas insólitos como la pelea entre compañeros por la autoría de problemas que resulta ser insólita. Pero ahí esta al parecer uno de los problemas más graves de los autores frente a las editoriales.
Volver arriba