Mi enhorabuena a Lluis Martínez Sistach
Sistach es un obispo que casi nunca se mete con nadie, en Religión digital es rarísimo ver un artículo de Sistach criticando algo que tenga que ver con la política. En la web del arzobispado de Barcelona el escribe sus cartas y homilías en castellano y catalán, como tiene que ser para que todos sus diocesanos le entiendan.
Hace tiempo le montaron un blog en su contra y con la expresa intención de denunciarle a él públicamente y cualquier defecto o error que cometiese en su diócesis. Le pusieron hasta el monte de Grassus Profidentis. Pero el obispo siguió en sus trece, no meterse prácticamente con nadie y pasar olímpicamente del tema.
Con Sistach he tenido solamente un cruce de cartas y de agradecimiento. Su persona es justo lo que necesitamos en España, y que a ningún nacionalista se le ocurra creerse que Sistach es su obispo y solo suyo, que también es de todos los españoles y a mucha honra.
Le han dado el birrete a este hombre, y pienso que han acertado, ojalá le den un cargo en la curia u ojalá sepan sacarle más partido que dejarle en Barcelona. En mi opinión su posición ideal es la presidencia o vicepresidencia del Episcopado con Blazquez. Sin duda su nombramiento va a ser un espaldarazo importante para Blázquez y una irritación para sus enemigos, Rouco, Cañizares y Camino.
Si hay una cosa de la que discrepo con Sistach es que bendijese aquel estatuto de Cataluña, ese estatuto tiene la propiedad de aniquilar a quien lo toca. Acabó con Maragall que fue su creador, y dejó zaherido al gobierno. No creo que sea bueno bendecir polémicas, y más si nacen tan mal.
Pues nuevamente felicidades a Don Lluis, y ojalá pronto le den los auxiliares que necesita y quiere, contra los cuales tanto han intrigado algunos por aqui y otros en Roma para ocasionarle daño a su persona.
Concluyo dando mi enhorabuena a dos a los que no va dirigido el post, Agustin Garcia Gasco al que no tengo simpatía ninguna, aunque obispo mio es, que remedio, y al Padre Urbano Navarrete, Jesuita y que no conozco de nada. Luego dirá un comentarista de mi blog y blogger cosas muy feas de la Compañía de Jesus. Pues se ve que el Papa no opina igual, y yo de los Jesuitas tampoco, conozco varios de ellos y mi especial simpatia y aprecio.