He leído el titular de la portada de Religióndigital. Parece claro que este Papa está dispuesto a repartirnos hostias a todos. Los progres ya las hemos recibido, y ahora en el sector contrario están recibiendo palos que no se esperaban. Primero fueron los Kikos, luego fueron los Legionarios de Cristo, que ya han sufrido dos palos, ¿va a serlo ahora también el Opus?

Pues pásenselo bien, querían rigor, pues lo han obtenido, ya les investigan y veremos si les obligan a perder ese hermetismo que están teniendo. El peloteo al Papa ya no sirve como con Juan pablo II, del que se sirvieron para lograr lo que quisieron. Benedicto XVI es diferente, y ya pueden llenar la plaza de San Pedro, soltar millones, decir que todo lo que dice y hace el papa les parece maravilloso, y espero que la investigación les parezca también maravillosa. Y si les obligan a cambiar algo o reformarse enteritos, les parezca también maravilloso.

Aguardemos a ver como queda esto. No soy de los que opina que se deba destruir el Opus Dei, pero si que se debe corregir los excesos de un fundador. Por ejemplo el caso de esas mujeres que trabajan como auténticas esclavas, supuestamente para lograr la santidad, o esa norma que obliga a los miembros de la obra a confesarse con curas de la obra ¿es que acaso no tiene valor la confesión con otro sacerdote? Y tal vez hagan falta más cosas.