Un obispo buena gente y otro no tan buena gente.

Sin duda Don Ricardo Blázquez es un buen hombre, y creo sinceramente que así lo es. Su discurso en la Conferencia Episcopal Española no me ha dejado dudas. Desde luego no ha brillado por atacar a alguien como suele hacer otro de quien luego hablo.

Es evidente que en esta sociedad todos compartimos la mayoría de unos principios básicos de convivencia. Y eso mismo está recogido en Educación para la Ciudadanía. También resulta lógico que dicha asignatura haga hincapié en un respeto a las minorías, aunque a algunos les pese, y en mi opinión dicha asignatura debiera hacer hincapié en eliminar parte de algunos de los prejuicios que hacen que las jóvenes aborten. Me gustaría que mis obispos hablasen con el ministerio de educación y pidieran que se trate la cuestión del aborto, que se explique lo que es la maternidad y paternidad responsable, y que se trate el asunto del noviazgo en los jóvenes. A mi me parece chocante encontrarme un alumno de 12 años con un chupeton en el cuello.

Pero volviendo al tema, Don Ricardo parece apostar por lo que tenemos en común en esta sociedad laica.

Sin embargo, tras el varapalo electoral de Rouco ante Blázquez, una figura ha ido emergiendo mientras la declinaba mi Arzobispo. Una figura al que le tenía mejor valorado, pero que con el tiempo uno se da cuenta que cierta gente al llegar a obispo se le comienzan a fundir esas luces que antaño tenía, y del que tanta gente me había hablado bien por lo que antaño decía (por no decir como vestía) y ahora en cambio reniega. Hablo del Cardenal Cañizares.

Es evidente que Cañizares dice demasiadas tonterías. Si tuviera mi edad lo que pensaría es que es un ignorante, pero sacándome más de tres décadas solo puedo pensar que es un hombre de boca demasiado larga, poco dado a razonar lo que piensa decir o tal vez lo razona mal. Hablar del estado español como totalitario, o del totalitarismo de Zapatero, me recuerda a los tontos que han ocupado el módulo oeste de mi facultad. Si, hablo de esos okupas, pues se sorprendería el Cardenal Cañizares que los okupas y los elementos anarquistas, y cierto grupo de impresentables de la ultraizquierda, mantienen su mismo discurso de llamar totalitario al estado español y a nuestro sistema democrático. Hasta los batasunos y los de Esquerra de Cataluña opinan lo mismo que él. Es curioso que varios de los mayores impresentables de este país, puedan coincidir todos en lo mismo con el Cardenal Cañizares.

Tal vez a Cañizares se le ha debido olvida el Franquismo, que pena. Tal vez Cañizares debiera viajar a Cuba y quedarse una temporada, o tal vez a Venezuela o a la China. Estoy seguro que allí la izquierda trasnochada le haría meditar un poco sobre el trato que está dando al pobre tonto de Bambi. Pues lo que sugiero es que conozca un estado totalitario de verdad, que lo sienta al salir a la calle, que sienta que de ciertas cosas no puedes hablar u opinar porque te encierran o que te miren mal por ser católico como ocurre en China. Incluso le sugeriría, que si dado que cree más en el dialogo religioso con el Islam, acuda raudo y veloz a los Emiratos Árabes o tal vez a Irán, estoy seguro que a la mínima que abra el pico con su indumentaria de Cardenal, le querrán trincar acusándole incluso con mentiras de tratar de convertir a un Imán o a un musulmán.

Muy brillante anda con sus comentarios, desde luego un demagogo y un mentiroso es Don Antonio. Y para mi, y lo repito una y otra vez, pienso que el voto traidor que depuso a Rouco fue Cañizares, aunque luego le salió torcido. Todos estos comentarios y el afán de protagonismo obedecen a un objetivo, ser presidente de la Conferencia Episcopal Española, cosa que lo intenta ninguneando sucesivamente a Blázquez.
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