"Fue un misionero incansable, fue párroco en el campo y la ciudad, se identificó con los más pobres y sencillos" Lauren: El Cura de la Biblia y la Palabra

"La Pastoral Bíblica es una de las prioridades de los misioneros del Verbo Divino. La Congregación le encargó a Lauren el Centro Bíblico Verbo Divino de Quito"
"Siempre estaba pensando en qué hacer y qué material más podía preparar para atender las necesidades de formación del pueblo de Dios"
"Lauren, el Cura de la Biblia y la Palabra, fue un apóstol incansable, un misionero de Jesús, un enamorado de la Biblia, un amigo incondicional, cercano y disponible, un soñador infatigable de la fraternidad y solidaridad"
"Lauren, el Cura de la Biblia y la Palabra, fue un apóstol incansable, un misionero de Jesús, un enamorado de la Biblia, un amigo incondicional, cercano y disponible, un soñador infatigable de la fraternidad y solidaridad"
Lauren Fernández llegó al Ecuador en 1975, como diácono de los misioneros del Verbo Divino. En diciembre de ese año se ordenó de sacerdote. Vino por dos años y se quedó toda su vida. El Padre Lauren nació en Obanos (Navarra, España) en febrero de 1951, falleció en Quito Ecuador el 1 de julio de 2025.
Fue un misionero incansable, fue párroco en el campo y la ciudad, se identificó con los más pobres y sencillos, con ellos caminó siempre cercano y organizando a las comunidades. También trabajó con jóvenes, colaboró con la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, allí impulsó la preparación, organización y celebración de la Semana Bíblica Nacional.
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La Pastoral Bíblica es una de las prioridades de los misioneros del Verbo Divino. La Congregación le encargó a Lauren el Centro Bíblico Verbo Divino de Quito. Son miles de personas las que han participado en cursos y talleres, que se han enriquecido con materiales de pastoral bíblica y de libros y revistas especializadas. Además implementó una librería que la puso al servicio del país y de todo el continente. Lauren tenía una capacidad especial para producir materiales de formación con lenguaje sencillo y entendible para las personas. Siempre estaba pensando en qué hacer y qué material más podía preparar para atender las necesidades de formación del pueblo de Dios. En la pandemia, 2020, Lauren desarrolló la formación bíblica virtual, un espacio que ha mantenido hasta su partida. Impulsó la Revista de Interpretación Bíblica Latinoamericana RIBLA.
Estuvo al día en la tecnología, utilizó todas esas herramientas para propagar la Palabra y llegar hasta los confines de la tierra. Mantuvo relación estrecha con la Sociedades Bíblicas Unidas, de la cual fue miembro fundador y vicepresidente de la Junta Directiva. Participó activamente en la Semana de Oración para la Unidad de los Cristianos. Fue muy querido y apreciado por su apertura a todos los credos.
Lauren, el Cura de la Biblia y la Palabra, fue un apóstol incansable, un misionero de Jesús, un enamorado de la Biblia, un amigo incondicional, cercano y disponible, un soñador infatigable de la fraternidad y solidaridad, luchador laborioso por la justicia y la paz, un planificador, organizador y realizador de cursos presenciales y virtuales de variados y excelentes contenidos bíblicos, un servidor acérrimo de los más pobres y sencillos. Hizo de la Biblia su compañera inseparable y de la Palabra su pasión diaria, compartió la fe liberadora de Jesús. Un misionero de la esperanza.
Lauren fue un sembrador infatigable de la Palabra que libera, que confronta, que transforma, que cuestiona, que compromete. En todo momento compartió el pan de la vida, buscó miles de maneras para que llegue y sea conocida. Daba confianza y animaba a todos a seguir adelante. Nunca desmayó en sus tareas cotidianas. Sacaba fuerzas de flaquezas para vencer adversidades.
Con su trabajo y proyección, convirtió al Centro Bíblico Verbo Divino en un referente nacional y Latinoamericano de la formación bíblica, desde donde asesoraba, fomentaba y fortalecía las comunidades. En los últimos meses, pese a su enfermedad, nunca se rindió, siguió soñando y planificando como llevar la Biblia y la Palabra por doquier. Estuvo hasta el final, como hombre fe profunda, confiaba plenamente en la voluntad y misericordia de Dios. Explicando el texto del Sacrificio de Abraham, decía: “Hay golpes a nuestra fe que nos hacen tambalear. La fe es obedecer a Dios más allá de la razón. Confiar en que triunfará la vida”.
Lauren fue sembrador, siembra y semilla. Propagó la Palabra con conocimiento, cariño y sabiduría, caló en mucha gente y gracias a su testimonio y labor misionera, muchas personas se dejaron seducir por el amor de Dios.
Lauren está con Dios, Uno y Trino, nos deja la Palabra compartida y vivida, la Biblia esparcida y un camino en el que nos invita a seguir compartiendo la fe en comunidad.
Hasta siempre querido ”Cura de la Biblia y de la Palabra”. #ComuniquemosEsperanza
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