"Sin paz y estabilidad no será posible garantizar sistemas agroalimentarios resilientes" El hambre: Arma de guerra

El mensaje del papa León XIV a la FAO pone con crudeza el dedo en la llaga ante la cruel realidad del hambre en el mundo
El uso del hambre como arma de guerra es evidente en el cruel genocidio de Gaza, donde todo un pueblo es forzado a morir de inanición, ocurriendo lo mismo en otras guerras como la de Ucrania y en tantos países de África
“La tragedia constante del hambre y la malnutrición generalizadas, que persiste en muchos países hoy en día, es aún más triste y vergonzosa cuando nos damos cuenta de que, aunque la tierra es capaz de producir alimentos suficientes para todos los seres humanos, y a pesar de los compromisos internacionales en materia de seguridad alimentaria, es lamentable que tantos pobres del mundo sigan careciendo del pan nuestro de cada día”. (Papa León XIV, 30/06/2025).
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El mensaje del papa León XIV a la FAO pone con crudeza el dedo en la llaga ante la cruel realidad del hambre en el mundo. A continuación, recogemos algunas de las frases del santo padre para suscitar una lectura aplicada a nuestra realidad ecuatoriana.
“En la actualidad asistimos desolados al inicuo uso del hambre como arma de guerra. Matar de hambre a la población es una forma muy barata de hacer la guerra. Por eso hoy, cuando la mayoría de los conflictos no los libran ejércitos regulares sino grupos de civiles armados con pocos recursos, quemar tierras, robar ganado, bloquear la ayuda son tácticas cada vez más utilizadas por quienes pretenden controlar a poblaciones enteras inermes.
Esto conduce a que ingentes cantidades de personas sucumban al flagelo de la inanición y perezcan, con el agravante de que, mientras los civiles enflaquecen por la miseria, las cúpulas políticas engordan con la corrupción y la impunidad. Por eso es hora de que el mundo adopte límites claros, reconocibles y consensuados para sancionar estos atropellos y perseguir a los causantes y ejecutores de los mismos.

Las crisis políticas, los conflictos armados y las perturbaciones económicas juegan un papel central en el empeoramiento de la crisis alimentaria generada principalmente por el calentamiento global, dificultando la ayuda humanitaria y comprometiendo aún más la producción agrícola local, negando así no solo el acceso a los alimentos sino también el derecho de llevar una vida digna y llena de oportunidades. Además, sin paz y estabilidad no será posible garantizar sistemas agroalimentarios resilientes, ni asegurar una alimentación saludable, accesible y sostenible para todos.
Producir alimentos no es suficiente, también es importante garantizar que los sistemas alimentarios sean sostenibles y proporcionen dietas sanas y asequibles para todos. Se trata, pues, de repensar y renovar nuestros sistemas alimentarios, en una perspectiva solidaria, superando la lógica de la explotación salvaje de la creación y orientando mejor nuestro compromiso de cultivar y cuidar el medio ambiente y sus recursos, para garantizar la seguridad alimentaria y avanzar hacia una nutrición suficiente y saludable para todos”.

El uso del hambre como arma de guerra es evidente en el cruel genocidio de Gaza, donde todo un pueblo es forzado a morir de inanición, ocurriendo lo mismo en otras guerras como la de Ucrania y en tantos países de África. Las palabras del papa igualmente reflejan en parte lo que estamos viviendo en Ecuador: la violencia y la falta de políticas sociales han aumentado la pobreza en los sectores populares empujando a adolescentes y jóvenes hacia grupos delincuenciales para escapar del hambre. La destrucción de la casa común, los incendios forestales, la contaminación por derrames petroleros, la actividad minera, entre otros, afectan a amplias zonas del Ecuador atentando contra la seguridad alimentaria y multiplicando el hambre en nuestra patria.
Garantizar la seguridad y soberanía alimentaria debe ser una prioridad. En el país, la desnutrición crónica infantil está en niveles alarmantes a pesar de los anuncios de políticas públicas para combatirla; un 70 % de las familias no cuenta con ingresos suficientes para cubrir la canasta básica de $812 dólares mensuales y un 30 % de las mismas no alcanza la canasta vital que es de $554 USD al mes.

Debemos promover la agricultura familiar y comunitaria integral y sostenible, amigable con el ambiente, socialmente equitativa y económicamente viable. Son muchas las experiencias que ya están en marcha en amplias zonas del país.
El papa Francisco ya había mencionado que para la humanidad el hambre no es sólo una tragedia sino una vergüenza. Hoy, el papa León XIV nos recuerda que la alternativa frente al egoísmo es el compartir; recordemos cuando se dio lo peor de la pandemia del COVID: muchas comunidades de nuestra patria distribuyeron sus productos de forma solidaria en barrios marginales de las ciudades y para las personas más vulnerables. Es urgente recuperar ese sentir comunitario y solidario!. #ComuniquemosEsperanza
“En la actualidad asistimos desolados al inicuo uso del hambre como arma de guerra. Matar de hambre a la población es una forma muy barata de hacer la guerra. Por eso hoy, cuando la mayoría de los conflictos no los libran ejércitos regulares sino grupos de civiles armados con pocos recursos, quemar tierras, robar ganado, bloquear la ayuda son tácticas cada vez más utilizadas por quienes pretenden controlar a poblaciones enteras inermes”.
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