“El SÍ de Francisco y María”

HOMILÍA

“LO HUMANO DE LA PROVIDENCIA Y LO DIVINO DE LO HUMANO”

Introducción:

- La vida es un misterio que está por descubrir, cada día tiene su afán y está abierto. Es en la intemperie del vivir donde se construyen nuestras personas desde los deseos profundos y el quehacer de lo cotidiano. Es en el equilibrio entre los deseos más profundos y el hacer de cada día donde nos jugamos la felicidad.

- Hoy celebramos el misterio de la vida desde María y Francisco. Ellos nos han convocado para celebrar ese equilibrio armonioso que están encontrando entre sus deseos más profundos y su relación de cuidado y amor diario y cotidiano.

- Un misterio que, en parte, ya está vivido y, por otra, se abre hoy de un modo definitivo a lo que está por venir y por vivir. Una mezcla de agradecimiento vivo, que desea ser proclamado y celebrado por lo ya vivido, así como de futuro abierto, arriesgado y, sobre todo confiado, por ser creído y amado con pasión de autenticidad, sencillez y transparencia. Se trata nada menos que del misterio del amor divino hecho hoy señal –sacramento vivo- en su matrimonio cristiano.

Principio y fundamento:

- Hemos sido creados y nos sentimos criaturas. Dimensión que habla de nuestra pequeñez al mismo tiempo que de nuestra fuerza elaborada en el encuentro de aquellos que nos han nombrado en una relación de entrega y cuidado permanente, en el que hemos ido descubriendo nuestro yo de seres amados que nos hacen capaces de amar. Francisco y María hoy son testigos de este alfarero divino que los ha ido configurando con el barro humano de lo querido:
Sus familias:
Concha: Fortaleza, esperanza, caridad, sencillez, alegría, compasión.
Panty: Serenidad, secularidad, fraternidad.
José Luis y Pilar: Entrega, el cuidado a los mayores, historia.
Pilar: Complicidad y el compartir.
Amistades:
Universidad como núcleo: los miércoles, el encuentro.
Pastoral universitaria.
Trabajo, etapas, niveles, cultura, mundo.
Estudios y trabajos:
Departamento familiar, buenas relaciones.
Universidad, realidad ampliada universal. JEC, PX
La construcción de sus personas, desde el cuidado de Dios a través de tantas personas, hoy les hace capaces de dar un sí creador y creativo entre sus vidas, para ser los dos una sola carne y desde esa unidad vivir en la fecundidad generosa de aportar vida al mundo, desde los hijos y sus propias personas. Hoy en ellos se cumple la verdad del génesis –primera lectura elegida- como principio y fundamento de la vida, la verdad, la belleza y la unidad.

Discernimiento de Espíritu:

No es fácil en nuestro tiempo ser profundos en las relaciones, especialmente en las de pareja. La profundidad requiere tiempo gratuito, encuentros fecundos de interioridad, momentos compartidos y diseñados desde el otro y para el otro, desvelamientos mutuos, apuestas radicales e incondicionales, sentido de vida y horizonte de esperanzas compartidos y asumidos en libertad. Así ha sido el recorrido realizado en los últimos años de Francisco y María, si el pasado nos habla de principio y fundamento de sus personas y sus historias, el presente nos habla de encuentro y camino compartido, creativos en el discernimiento del amor limpio y fecundo, que hoy se prometen en fidelidad con deseos de eternidad.

Encuentro: desde la amistad a la seducción y al amor:
En María: Belleza, decisión, constancia, con metas claras.
En Paco: una personalidad interesante, su ser académico, la inocencia y candidez, limpieza de corazón.
o Proceso y proyecto común:
Desde el sentido creyente y espiritual.
Desvelamiento de opciones compartidas.
Vocación laical y familiar.
Compartiendo sentimientos y camino personal.
Aceptación incondicional:
Desde los límites, miedos…
En el seno familiar: acogida mutua.
Optimismo mutuo.
“Un solo corazón y lo compartían todo con todos”.

Así se ha cumplido en vuestro camino de pareja –somos testigos de este olor y sabor todos los que os acompañamos- el deseo del uniforme propio de los cristianos que San Pablo pide a la comunidad de Colosas: “la misericordia entrañable, la bondad, la humildad, la dulzura, la comprensión. Sobrellevaos mutuamente y perdonaos…Y por encima de todo esto, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada. “

Contemplación para alcanzar amor: Promesa, ilusiones y futuro:

Pero si algo hace al misterio, misterio, es el futuro abierto. Es ante la apertura de lo que está por vivir donde nos lanzamos arriesgando y confiando en la providencia, creyendo que no va a faltar lo fundamental porque nos acompañar en el quehacer de este compromiso mistérico el que nos ha desvelado la totalidad del amor en su entrega. La presencia de Cristo en nuestras vidas es nuestra fuerza para dar un sí para el otro y los otros, que nos trasciende y nos supera. El sí de la aceptación incondicional, de la fidelidad para siempre, de la fecundidad esperada, de la entrega sin miedos para lo bueno y lo doloroso en el camino de la vida. Por eso hoy el sacramento es promesa de futuro, afianzados en el principio y el fundamento de una amor absoluto que nos envuelve y nos lanza a lo que está por delante señalándonos metas queridas y asumidas en nuestra debilidad confiada:
o Construir una familia creyente:
Tiempo para humanizarse y humanizar desde el cuidad mutuo.
Abierta a la familia, a los amigos, a la comunidad de fe.
Que sea y aporte sentido comunitario en el seno eclesial.
Generosa y compasiva para con los más pobres y vulnerables de la historia.

o En medio del mundo: Atrio de los gentiles.

Así es vuestro compromiso amoroso, todo está preparado. El vino ha sido cuidado de un modo excelente, vuestras vasijas son de barro pero también se han embellecido para contener el tesoro del amor que hoy se celebra. Todo está dispuesto, y Jesús no sólo está invitado sino que es quien invita y asegura que nunca va a faltar el vino de la alegría y de la esperanza en vuestro camino de esposos y padres. Vosotros os fiáis de El, lo consideráis digno de fe, por eso dais este paso radical y definitivo de unidad fecunda, sabiendo que si algún día faltara el vino – por nuestra debilidad estructural, personal y comunitaria- él aprovechará la ocasión para haceros y daros lo mejor, sacando de vosotros el amor más limpio y más auténtico en la dificultad. Él ha dado suficientes muestras y signos en nuestras vidas para que podamos creerlo y esperarlo así. Por eso hoy no son las bodas de Caná, para todos nosotros son las bodas de Francisco y María en Sevilla, pero no tenemos dudas de que hoy aquí es Jesús el que os da el protagonismo a vosotros y en vuestro enlace matrimonial nos queda manifiesto y claro que “es una celebración donde se evidencia lo humano de la providencia y lo divino de lo humano”.
¡Que Dios os bendiga¡

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