Luces y sombras en los derechos de la infancia

Este mes de noviembre se conmemora el 25 aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño. El informe “El estado mundial de la infancia”, de UNICEF, aporta datos para celebrar los avances en favor de la infancia y para renovar el compromiso de beneficiar a los millones de niños que todavía no disfrutan plenamente de sus derechos.

Los datos ponen de manifiesto que se han realizado importantes progresos en las últimas décadas:

• Alrededor de 90 millones de niños que habrían perdido la vida si las tasas de mortalidad se hubieran mantenido en los niveles de la década de 1990 vivieron más allá de los 5 años de edad.

• Las muertes causadas por el sarampión entre los niños menores de 5 años bajaron de 482.000 en 2000 a 86.000 en 2012, gracias en parte a la cobertura de vacunación, que pasó del 16% en 1980 al 84% en 20122.
• El mejoramiento de la nutrición se ha reflejado en una disminución del 37% en el retraso del crecimiento desde 1990.

• La matriculación en la escuela primaria ha aumentado incluso en los países menos adelantados. En efecto, mientras que apenas el 53% de los niños en esos países ingresaron a la escuela en 1990, la tasa se elevó a un 81% en 2011.

• Cerca de 1.900 millones de personas han obtenido acceso a servicios mejorados de saneamiento desde 1990.

Sin embargo también hay datos que confirman que se siguen violando los derechos de la niñez:

• Aproximadamente 6,6 millones de niños menores de 5 años murieron en 2012, la mayoría por causas prevenibles, lo que significa que su derecho fundamental a sobrevivir y desarrollarse no se hizo efectivo.

• Un 15% de los niños y las niñas de todo el mundo realizan trabajos que menoscaban su derecho a la protección contra la explotación económica e infringen su derecho a aprender y jugar.

• Un 11% de las niñas contraen matrimonio antes de cumplir 15 años , lo que compromete su derecho a la salud, la educación y la protección.

• El derecho a no sufrir castigos crueles ni degradantes se viola cada vez que los niños son disciplinados con métodos violentos en el hogar o la escuela.

Los datos también revelan disparidades e inequidades, y muestran que las ventajas y las carencias se distribuyen de forma desigual. Las oportunidades que tienen los niños son distintas dependiendo de la riqueza de sus países; de su género; de su pertenencia a familias pudientes o desfavorecidas; de las zonas donde viven (urbanas o rurales); y de la riqueza o pobreza de sus barrios y lugares de residencia.
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