La juventud es el ventanal por el que entra el futuro en el mundo. Lo dijo el Papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Rio de Janeiro en 2013.
El Papa describió los retos que supone para padres, educadores y sociedad posibilitar que la juventud sea, efectivamente, ese ventanal. Resumo esos retos, a continuación:
“Debemos tutelar las condiciones materiales y espirituales para su pleno desarrollo:
Darle una base sólida sobre la que pueda construir su vida
Garantizarle seguridad y educación para que llegue a ser lo que puede ser
Transmitirle valores duraderos por los que valga la pena vivir
Asegurarle un horizonte trascendente para su sed de auténtica felicidad y su creatividad en el bien
Dejarle en herencia un mundo que corresponda a la medida de la vida humana
Despertar en él las mejores potencialidades para ser protagonista de su propio porvenir, y corresponsable del destino de todos”.
Victor e Irene, que hacen hoy un año de casados, han sido para mi familia el ventanal por el que ha entrado la luz y la alegría a nuestras vidas. Rezo para que, junto a Lucia, sigan siéndolo.