A la caza del jabalí

Esta mañana fría y soleada, un grupo de cazadores: un carpintero, un profesor, un médico, un granjero y dos cosecheros, que yendo a la busca del jabalí se pararon en O Palleiro a tomar un café dialogaban de esta guisa: La vida es como un río, discurre entre barrancos y montículos. A veces por llanuras con meandros. Caminando por la orilla te encuentras con vagabundos, con un flautista, allá un pescador que ahí está horas y horas a la espera de que algo caiga.

                 -Yo me he encontrar gente  solitaria paseando y gente contemplando crecidas, desbordamientos y la calma arrasadora cuando nada pasa. Consumiendo la espera a la espera de lo más lejano, ese secreto que nos constituye

                -Ese es el jabalí que nos persigue y no damos cazado, el que nos distingue del resto del mundo. Es mío y solo mío.

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