Las joyas del muerto

Al día siguiente del debate en O Palleiro, los tertulianos tenían la sensación de que los oponentes de Feijoo habían dado a entender que los votantes de Feijoo   habían votado o iban a votar a un cretino, un ignorante, un chulo, un mentiroso, cínico, que los está explotando y engañando. Cada uno de los oponentes, vino a decir: “Los gallegos no dejarán de ser lo que son: idiotas, coitadiños, ignorantes, necios, trasmochados, hasta que me voten a mí”. Un tertuliano dijo: “El rumiante ingenioso olvida lo que tiene en la boca”. Y otro: “Esos tíos nos odian y se extrañan de que los consideremos enemigos nuestros enemigos”. Un tercero recordó aquella historia, el dijo sucedido: Un bandido yendo en el cortejo fúnebre destrozó a dentelladas el ataúd del millonario muerto para que los herederos que iban a enterrarlo creyeran que resucitaba, se dieran a la fuga y él hacerse con las joyas que iban a enterrar con él. La oposición tiene que objetar y buscar objeciones a quien está en el poder, pero tal vez no se de cuenta de que condenar todo lo que ha hecho o va a hacer es tratar de imbéciles a sus votantes.

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