La moral católica dice que la culpabilidad moral puede ser perdonada pero el ladrón está obligación a devolver lo robado. Aplicando esto a la vida civil, los que han saqueado las arcas públicas, o han robado a un particular, deberían seguir obligados por la justicia a devolver lo robado aún después de haber cumplido con la pena de carcel impusta por los juecescel. De lo contrario, muchos se verán motivados a robar sabindo que al salir de la carcel podrán disfrutar del botín adquirido con malas mañas.