Más de 500 firmas reclaman el regreso del cura de Piñor El Obispado de Ourense desconoce la renuncia del sacerdote a su acta de concejal
El futuro de Antonio Fernández Blanco en el seno de la Iglesia Católica no está nada claro, al menos de momento. Mientras los vecinos de Santa María de Carballeda, Santiago de Torrezuela, Santa María del Destierro de Corna y San Juan de Coiras, las cuatro parroquias que lleva en el municipio de Piñor, exigen su vuelta en el Obispado de Ourense no se aclara nada. Los motivos de dicha actitud, están, según fuentes del mismo Obispado, en que «por el momento no se nos ha comunicado ni se nos ha presentado su renuncia. Tampoco se ha comunicado con nadie del Obispado para confirmar su renuncia». Lo cuenta C. Paradela en La Voz de Galicia.
Las mismas fuentes reconocen que lo único que saben sobre el abandono del cargo de concejal del PSOE en A Gudiña, lo saben a través de los medios de comunicación. De ahí que aclaren además: «Hasta que no haya ese paso previo, no podemos pronunciarnos sobre lo que va a ocurrir».
El revuelo generado entorno a la suspensión de Antonio Fernández Blanco como sacerdote de cuatro parroquias del Arciprestazgo de Cea por haber tomado posesión del cargo de concejal en A Gudiña, como miembro del grupo municipal socialista, ha dado paso a un intenso movimiento vecinal de defensa del párroco que reivindica y exige su regreso al ministerio pastoral, tras anunciar este su renuncia como edil.
Hasta el punto de que se ha creado una plataforma, que se convirtió ayer en objeto de interés mediático, incluso de televisiones nacionales, para hacer llegar su voz y su demanda tan lejos como pueden. Etelvino Lorenzo es el portavoz de dicho colectivo, que recogió tan solo en un día (el pasado domingo principalmente) más de 500 firmas entre los 900 feligreses de la cuatro parroquias que lleva de Fernández Blanco en Piñor exigiendo su regreso al ejercicio público del ministerio pastoral.
Reivindicación escrita
En dicho escrito, que le fue entregado al vicario general de la diócesis, José Estévez, el pasado domingo, los feligreses, dejan claro que entre ellos hay personas de «todas las ideologías políticas», y todas coinciden en pedir que Antonio Fernández vuelva a hacerse cargo de las parroquias que tenía asignadas. Insisten además: «Nunca realizó campaña ni manifestaciones políticas, ni desde el púlpito ni fuera de él, a pesar de que las malas lenguas así lo digan, a sabiendas de que es falso, con la intención de malmeter» y también que se trata de «una persona bondadosa, honrada y amiga de todos».
Palabras reiteradas y ratificadas en el día de ayer por Etelvino Lorenzo, que confirma: «Queremos que vuelva el cura y que venga a decir misa, mientras no vuelva don Antonio nosotros no vamos a ceder y tampoco vamos a ir a misa». Confía en que el Obispado de Ourense «dé su brazo a torcer», en este caso, sobre todo, porque considera además «una injusticia lo que están haciendo con una persona tan buena como don Antonio».
Lorenzo señala que, a pesar de que el párroco no coge el teléfono por encontrarse muy afectado y que no le han vuelto a ver desde el pasado día 13, cuando celebró con los vecinos la festividad de San Antonio: «Sabemos que ya mandó una carta con la renuncia de su cargo político al vicario general y al obispo de Tui-Vigo y administrador apostólico de Ourense, Luis Quinteiro». Una afirmación que el Obispado de Ourense, sin embargo, desmintió al manifestar ayer que no tenían constancia oficial de dicha renuncia, que tan solo la conocía a través de lo publicado en los medios de comunicación.
Antonio Fernández Blanco, que no pudo ser localizado por este periódico durante toda la jornada de ayer, sí acudió con normalidad al colegio Laureano Prieto de A Gudiña donde da clases de Religión. Un cargo de profesor al que no afecta la suspensión del Obispado ya que hace referencia solo a «los deberes y derechos que comporta el ejercicio público del ministerio pastoral; quedando en vigor los demás derechos y obligaciones propios de la condición de sacerdote».