"Mi deseo es ofreceros mi vida" El Papa nombra a Antonio Gómez Cantero obispo de Teruel-Albarracín
La Santa Sede ha hecho público que el papa Francisco ha nombrado al sacerdote Antonio Gómez Cantero obispo de Teruel y Albarracín. Así ha sido comunicado por la Nunciatura Apostólica a la Conferencia Episcopal Española (CEE). Antonio Gómez Cantero es en la actualidad vicario general de la Diócesis de Palencia.
La Diócesis de Teruel y Albarracín estaba vacante por el traslado de monseñor Carlos Manuel Escribano Subías a la diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño. Desde junio de 2016 está al frente de la diócesis, como administrador diocesano, el sacerdote Alfonso Belenguer Celma.
Antonio Gómez Cantero nació en Quijas (Cantabria) el 31 de mayo de 1956. Cursó estudios de bachillerato en el seminario menor de Carrión de los Condes y eclesiásticos en el seminario mayor de San José de Palencia. Fue ordenado sacerdote el 17 de mayo de 1981. Obtuvo la licenciatura en Teología Sistemática-Bíblica en el Instituto Católico de París, en 1995.
Su ministerio sacerdotal lo ha desarrollado en la Diócesis de Palencia, donde ha desempeñado distintos cargos pastorales: en 1982 fue nombrado vicario parroquial de San Lázaro y vocal del Consejo Presbiteral por consiliarios; además de consiliario diocesano del Movimiento Junior A.C. y coordinador de consiliarios de Castilla y León.
En 1983 fue nombrado delegado diocesano de Pastoral Juvenil y Vocacional; en 1984, párroco solidario de San Lázaro; en 1985, formador del seminario mayor de Palencia; en 1986, delegado para el acompañamiento vocacional para el presbiterado; en 1990, delegado de Pastoral Juvenil-Vocacional y miembro del Consejo de Consultores; en 1992, consiliario internacional del MIDADEN (Acción Católica de Niños) en París, cargo que ocupó hasta 1995; en 1995, vicerector y profesor del seminario menor.
Asimismo, en 1996 fue rector del seminario menor y delegado diocesano de Pastoral de Vocaciones; en 1998, rector del seminario mayor, en el que permaneció hasta 2004; en el año 2000, profesor extraordinario del Instituto Teológico del seminario mayor de Palencia y miembro del consejo de consultores; en 2001, administrador del seminario mayor y de la casa sacerdotal, y desde 2008 miembro del Colegio de Consultores.
Desde el año 2004 es párroco de San Lázaro de Palencia y desde 2008 el vicario general y moderador de curia. Del 8 de mayo de 2015 hasta el 18 de junio de 2016 fue el administrador diocesano de Palencia.

Saludo a la Iglesia de Teruel
Querida Iglesia de Teruel y Albarracín, recibid mi saludo de hermano que hago extensivo a todas las personas que compartís esta tierra aragonesa, que ya sueño como mía.
Estoy en las manos de Dios y en vuestras manos. Vivo con la convicción de que nuestro Dios es ternura.
Mi deseo más profundo es ofreceros mi vida, compartir mi fe y trasmitir mi alegría.
Doy gracias al Papa Francisco por enviarme entre vosotros como pastor. Tengo mucho que aprender, os seguro que por mi parte, pondré todo el esfuerzo del que sea capaz. Desde que me fue confiada su decisión no he hecho otra cosa que pensar y orar por vosotros, también durante las noches.
Voy hacia vosotros desde mi querida Diócesis de Palencia, la tierra del mártir y beato Anselmo Polanco, vuestro obispo, y creedme, desde el día 31 de octubre que acepté esta misión, me he encomendado a él, con vosotros, todos los días.
Envío un saludo de comunión a nuestro Arzobispo de Zaragoza, y a los obispos, de Huesca, Tarazona y Barbastro-Monzón. A todos os siento hermanos, compañeros y amigos. Asimismo, envío un cordial saludo al Cardenal Santos Abril, hijo de las tierras turolenses.
Quiero tener un recuerdo agradecido al Obispo D. Carlos Escribano, mi predecesor, (también a los anteriores obispos: D. Damián, D. Antonio y D. José Manuel) y sobre todo a D. Alfonso Belenguer, Administrador Diocesano, durante estos últimos meses, así como al Colegio de Consultores.
Soy de todos y para todos y estoy aprendiendo a amaros.
En estas casi tres semanas que he tenido que vivir en silencio, todos de alguna manera habéis pasado por mi corazón: familias, ancianos, jóvenes y niños, religiosas y religiosos, seminaristas, diácono y sacerdotes. Además he pensado en todos los que habéis tenido que salir de estas tierras para mejorar la vida, porque sé que sois parte de ella aunque viváis fuera. También he unido mi oración a la vuestra, sobre todo por aquellos que vivís en mayor dificultad o con una angustia vital.
¿Cómo podré ser un Buen Pastor con todos?
Podréis comprender que estos días me haya alimentado de todas las noticias de vuestra diócesis y de vuestro pueblo. Me he interesado por las autoridades y sus proyectos, me fascina la cultura en todas sus expresiones y, sobre todo, los esfuerzos que hacéis por dar a conocer esta tierra aragonesa. He visitado páginas sobrevolando vuestros campos y vuestros pueblos y tantos y tantos enclaves de ensueño (no hace muchos meses estuve en Albarracín) y he buceado en vuestra historia eclesiástica y civil, para así poder echar raíces y ser uno de vosotros.
Queridos todos, como uno de los caminantes de Emaús, me acerco a vuestra Iglesia, me arde el corazón y desbordo de alegría en Cristo resucitado que nos acompaña en el camino y se queda con nosotros, porque así se lo hemos pedido.
Aquí me tenéis, estoy con los brazos abiertos y me echo a los vuestros. Nos vemos el sábado 21 de enero de 2017, a las 12:00 en la Catedral de Teruel. Rezad ya por mí, yo lo hago por todos vosotros.
