Francisco Cerro defiende la esperanza en medio de "una humanidad en llamas" Saiz Meneses, en el Corpus: "Jesús no sólo predica el Reino, sino que da de comer"

“Cada parroquia, cada comunidad, cada familia cristiana, necesita volver a centrar su vida en Jesús Eucaristía, porque cuando Cristo es el centro, todo fructifica", señaló el arzobispo de Sevilla
"Tantas y tanta gente que vive en el sinsentido de la vida, que tiene mucha vida pero no sabe qué hacer con ella, que vive en dramas tremendos de soledad, el problema de la vivienda. Tantos y tantos problemas que viven hoy la gente, los inmigrantes. Tanta gente que vive insertos en tantos dramas donde la caridad de la Iglesia que brota de la Eucaristía nos ayuda a vivir con esperanza", subrayó el titular de la sede primada
| Archisevilla/Ep
“Día grande y solemne del Corpus Christi”. Así ha comenzado el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, su homilía en la Eucaristía que se ha celebrado en el Altar Mayor de la Catedral con motivo de la solemnidad del Corpus Christi, uno de los “tres jueves del año que relucen más que el sol”. De hecho, don José Ángel ha matizado que la solemnidad que hoy celebramos es “como una proyección del Jueves Santo, pero con el carácter festivo y público de una profesión de fe gozosa”. Esta mañana, “la Iglesia que peregrina en Sevilla se postra ante el misterio del amor de Dios hecho Pan de Vida”, ha destacado el prelado.
A continuación, ha afirmado que “Jesús no sólo predica el Reino, sino que da de comer”. “En la Eucaristía, Cristo se hace pan. Su Cuerpo se parte, su Sangre se derrama. La Iglesia ha recibido este don como su mayor tesoro, en ella se culmina y de ella mana toda la vida eclesial”, ha añadido.

El arzobispo ha remarcado que “la Eucaristía es la fuente y culmen de toda la vida cristiana”, y que en ella “el Señor está real, verdadera y sustancialmente presente”. Al respecto, ha subrayado que esta verdad de fe “no puede diluirse ni relativizarse”.
Ha señalado que no hay nada más eficaz para crecer en la vida cristiana, para madurar en la fe, para avanzar por el camino de santificación personal, que “la fervorosa participación en la Eucaristía frecuente y fructífera”. Por eso, ha subrayado la importancia de la celebración dominical, la adoración eucarística y el acompañamiento silencioso ante el Sagrario. “Cada parroquia, cada comunidad, cada familia cristiana, necesita volver a centrar su vida en Jesús Eucaristía, porque cuando Cristo es el centro, todo fructifica”, ha afirmado.
“La Eucaristía no nos aísla, nos proyecta”
En este punto ha aclarado que “no hay verdadero culto eucarístico sin caridad fraterna, porque la Eucaristía significa también un compromiso en favor de los pobres”, y que “la Eucaristía no nos aísla, nos proyecta. No nos ensimisma, nos compromete”. Aquí ha señalado que en Sevilla hay muchas formas de pobreza: material y espiritual: “Hemos de aprender a reconocer el Cuerpo de Cristo también en el hambriento, en el inmigrante, en el anciano solo, en la mujer maltratada, en el joven sin horizonte. Por eso -ha añadido- hoy pedimos al Señor que no permita que nos instalemos en la rutina y el conformismo, que no permita que se anestesie nuestra conciencia ante los más pobres y necesitados”.
“Que nadie tenga miedo de volver a la casa del Padre”
Ha aludido también a la celebración del año jubilar, y ha afirmado que esta es una oportunidad para dejarnos “transformar por la Eucaristía”. “Que nadie tenga miedo de volver a la casa del Padre”, ha subrayado. En este contexto jubilar, monseñor Saiz Meneses ha pedido “que nuestras parroquias sean lugares de acogida, de escucha, de sanación, que nuestras hermandades sean escuelas de misericordia, que nuestras comunidades sean faros de esperanza”.

“La Eucaristía es escuela de paz”
En la parte final de su homilía, el arzobispo de Sevilla ha aludido a los conflictos que condicionan la paz en el mundo, “guerras crueles como las que tienen lugar en Ucrania, en Gaza, en Israel e Irán, por citar algunas”. También ha alzado la voz recordando “otras guerras, no cruentas y a menudo silenciosas en las familias, en los trabajos, en los ambientes, en las ciudades, en definitiva, en los corazones”. Aquí ha aludido al magisterio de León XIV para ofrecer el corazón de la Iglesia como “lugar de diálogo, como instrumento de paz”. “La Eucaristía es escuela de paz”, ha apuntado.
Ha concluido la homilía afirmando que “necesitamos la paz de Cristo resucitado” en nuestras casas, calles, relaciones, en nuestra ciudad de Sevilla. “Que el Señor nos convierta en artesanos de paz y reconciliación; que la procesión del Corpus no sea sólo bella, sino también fecunda y renovadora; que, tras el incienso y las flores, quede el perfume de una ciudad transformada por la presencia del Amor de Dios”.

Concluida la Eucaristía, tras el baile de los seises y la adoración al Santísimo, la Custodia de Arfe con Jesús Sacramentado se incorporó a la procesión del Corpus Christi, escoltada por el arzobispo y los obispos auxiliares, monseñor Teodoro León y monseñor Ramón Valdivia, respectivamente. En ese momento, los primeros tramos del cortejo con representaciones de hermandades ya se encontraban de regreso en el interior de la seo hispalense. Se culminaba de esta forma una de las tradiciones más señeras de la ciudad de Sevilla, cuyo alcalde, José Luis Sanz, participó en la Eucaristía al frente de una representación del consistorio hispalense. Unan tradición que arrancaba en Sevilla durante la segunda mitad del siglo XIV y que hoy se renueva con total solemnidad.
Corpus en Toledo
Por su parte, el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves, ha lamentado que el mundo de hoy esté inundado de "guerras, corrupciones, problemas y dificultades" y ha invitado a mirarlo con esperanza y "con entrañas de misericordia".
La Eucaristía es ante todo:
— Archidiócesis de Toledo (@architoledo) June 19, 2025
.- Asombro ante un Dios hecho hombre
.- Acogida de un Dios que viene a paliar nuestra soledad
.- Caridad, porque nos invita a mirar con misericordia#Homilía#ArzobispoDeToledo#CorpusChristipic.twitter.com/muiXIgIxhD
En su homilía de la solemne misa en rito hispano-mozárabe con motivo del Corpus Christi, Cerro Chaves ha admitido que "quizás en nuestro mundo de hoy hay mucha gente desesperanzada, mucha gente que cree que ya está perdido todo" y como solución a sus problemas puede apoyarse en "la vida cristiana, el amor a Jesucristo, en la Eucaristía y en la vida de fe".
"Tantas y tanta gente que vive en el sinsentido de la vida, que tiene mucha vida pero no sabe qué hacer con ella, que vive en dramas tremendos de soledad, el problema de la vivienda. Tantos y tantos problemas que viven hoy la gente, los inmigrantes. Tanta gente que vive insertos en tantos dramas donde la caridad de la Iglesia que brota de la Eucaristía nos ayuda a vivir con esperanza", ha relatado.
Así, ha utilizado las palabras del Papa Francisco describiendo "una humanidad en llamas" en un mundo "con problemas, con todo lo que estamos viviendo", donde, a su parecer, "lo más importante" deben ser "los pobres y los que sufren". "Un mundo donde realmente se sientan los necesitados", ha remarcado.
Salida del Santísimo Sacramento en la Custodia de Arfe por la Puerta Llana de la Catedral de Toledo.#corpuschristi#corpustoledo2025#catedralprimadapic.twitter.com/Vfs0uoU1nS
— Archidiócesis de Toledo (@architoledo) June 19, 2025
El prelado toledano ha afirmado que "lo peor que puede haber en esta vida es vivir con tres 'des', las "más peligrosas de la vida": "la D del desánimo, la D del desaliento y la D de la desconfianza".
En contraposición, ha descrito que "la Eucaristía es aliento, es ánimo y es confianza" porque "invita a mirar la vida desde los sentimientos del corazón de Jesús".
Al hilo de esta reflexión, ha hecho alusión a "un cuento mundialmente famoso, que dice que una vez llegó uno al cielo" se encontró con "el despacho de Dios" y "encima de la mesa tenía una maceta y unas gafas".
En este punto, ha relatado Cerro Chaves, "se le ocurrió ponerse las gafas de Dios" para ver el mundo y vio "muchas cosas" que le echaron para atrás, y que provocaron que quisiera "estampar" con la maceta a un amigo suyo que era "malo".
En respuesta, tal y como ha continuado el arzobispo de Toledo, Dios le dijo que había cometido un error, como "todos los hombres", y era ponerse sus gafas para ver el mundo, y no ponerse su corazón "para mirarlo con entrañas de misericordia".
Finalmente, el arzobispo ha deseado "Feliz Corpus Christi a todos" destacando que Toledo viva como cada año "un acontecimiento histórico" con alegría y con gozo.