Democracia Real: protestas... y propuestas

Estamos asistiendo a un movimiento esperanzador, jubiloso, pacífico (salvo excepciones) y, sobre todo, novedoso. Miles de jóvenes, y no tan jóvenes, indignados con la situación actual, exigen soluciones. Y se hacen preguntas. En las principales ciudades del país se concentran, en algunos lugares (Sol se ha convertido en la capital del movimiento) acampan, y piden una "Democracia Real Ya". Como se afirma en su manifiesto: "Unos nos consideramos más progresistas, otros más conservadores. Unos creyentes, otros no. Unos tenemos ideologías bien definidas, otros nos consideramos apolíticos. Pero todos estamos preocupados e indignados por el panorama político, económico y social que vemos a nuestro alrededor". Lo que está sucediendo puede diluirse como un terrón de azúcar, o convertirse en algo histórico. Pero en todo caso, por el momento, supone un soplo de aire fresco en mitad de tanta atonía.

La protesta debe interpelarnos, y obligarnos a hacernos serias preguntas. ¿Hacia dónde va nuestra democracia? ¿Existe separación real de poderes? ¿Los partidos políticos o los sindicatos realmente nos representan? ¿Cuál es el cauce idóneo para profundizar en una democracia más avanzada, más directa, más cercana?

Los "indignados", entre los que me cuento, también debemos hacernos preguntas: ¿Cómo articular la protesta? ¿Cómo participar en la construcción de una democracia más abierta? ¿Debemos romper o integrar el movimiento en el sistema democrático? Porque no vale con protestar: hay que proponer, y comprometerse, y apostar por jugar en sociedad, y cambiar la realidad. Ser imaginativos, pero también pisar el suelo y atreverse a entrar en las instituciones y cambiar su funcionamiento.

Los españoles nos dimos unas reglas del juego, que hay que respetar. La democracia actual es un tesoro que hay que cuidar, pero también saber renovar cuando falla. Y está fallando en muchos aspectos, como la ausencia de listas abiertas, la sumisión de los poderes del Estado al poder político, el funcionamiento antidemocrático de los partidos políticos, la nula presencia de la ciudadanía en el debate público...

Bienvenida sea la protesta, la indignación, el grito por una nueva democracia, más abierta, más real.... Pero el domingo, todos a votar. Porque, aunque imperfecta, nuestra democracia es un gran primer paso para seguir construyendo. Y para seguir ejerciendo nuestros derechos como ciudadanos. También, a través del voto.

baronrampante@hotmail.es
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