Marx y la Biblia
Ley y civilización
¿Juicio o justicia?
Cuando N. Lohfink le objeta a von Rad que en Dt 9, 1-6
la introducción de la s'dâqâb (justicia) hace que la ideología de la guerra santa quede superada, porque pasa por alto lo único esencial de la guerra de Yahvé: lucha contra la injusticia y para hacer triunfar la justicia.
Aquí se está suponiendo que las naciones que habitan Palestina cometían injusticia. Como el yavista e Isaías y Jeremías y Ezequiel suponen que los habitantes de Sodoma perpetraban injusticias que "clamaban" al cielo.
El párrafo bélico de Dt 9, 1-6 le dice a Israel de parte de Yahvé: no por la justicia sino por la injusticia de estas naciones las derroto delante de tí.
Tambíén Is 10, 1-4 apela a la guerra de Yahvé (v. 3-4) y el enemigo combatido se describe así:
¡Ay de los que decretan decretos inicuos y de los
escribientes que escriben vejaciones, que excluyen
de la justicia a los menesterosos y despojan el
derecho de los pobres de mi pueblo, haciendo de las
viudas su botín y robando a los huérfanos (v. 1-2)
Entre el crímen así descrito y la amenaza de guerra no hay solución de continuidad: "¿Y qué haréis el día del castigo y devastación que de lontananza vienen?" (v. 3).
El Sal 103 es asimismo bélico pues nos habla de "todos los ejércitos" de Yahvé (v 21) y de los ángeles, "sus héroes poderosos" (v. 20). Pero ese Yahvé guerrero viene en v. 6 descrito así:
"El que hace justicia (s'dâqôt) es Yahvé, y actos de justicia a todos los oprimidos". El móvil es la compasión: v. 4.8.11.17: besed, traducido por éleos todas cuatro veces. Es la compasión propia con los oprimidos, la compasión propia del que lucha con mano alzada y brazo tenso.
Podemos resumir. Si la esperanza de un juicio final(esperanza absolutamente central en el nuevo testamento, e inclusive, con permiso de Bultmann, en Pablo y en Juan) se deriva más de la idea de "Yahvé guerrero" que de la de "Yahvé-juez", pero el contenido es el mismo: eliminación de todos los opresores, liberación y justicia para todos los oprimidos.
Se espera la implantación definitiva del reinado de la justicia en la tierra. Esa es la justicia de Dios; no la de los hombres, pues se supone (y se constata) que los hombres no hemos podido realizar la justicia. Esta es también la teología de Pablo, pero pospongamos por un momento su estudio.
Antes de pasar adelante veamos la cuestión entre el "Yahvé guerrero" y "Yahvé-juez". Las dos representaciones de Yahvé convergen no sólo en el contenido sino en las representaciones...En el Sal 68 destaca como himno a Yahvé-héroe de la guerra, incluso con ecos míticos y naturísticos: Yahvé como "jinete de las nubes" (v. 5) que "sofocó a la serpiente" (v.23), "los carros de guerra de Yahvé son miles" (v. 18), "cuando salías al frente de tu pueblo y avanzabas por el desierto" (v. 8). Constatemos cómo nos dice para qué sirve toda esa parafernaria:
El padre de los huérfanos, el defensor de las
viudas es Yahvé en su morada de santidad.
Yahvé es el que da casa a los abandonados,
el que liberta a los cautivos y los enriquece
(Sal 68, 6-7)
Nadie podrá explicar qué tenian que hacer los huérfanos y las viudas en un asunto como éste, si no reconociéramos que toda la armadura bélica es revestimiento del único Yahvé esencial: el de la indignación implacable contra toda injusticia, el Yahvé-juez en el sentido de juzgar que hemos visto. Por eso el salmo comienza diciendo: "A la vista de Yahvé los injustos perecen y los justos se regocijan" (v. 3-4).
Aquí tenemos la misma partición del mundo, propia del "juzgar" final, ejecutado por Yahvé-de-los-ejércitos. Y parece inevitable deducir, no sólo que el modo guerrero es ropaje de Yahvé esencial descrito en el Sal 82 y en Génesis 18, sino que, incluso, Yahvé-guerrero está simplemente al servicio del Yahvé-juez.
---Ver: José P. Miranda, Marx y la Bilia
Ediciones Sígueme 1975