Teología política europea
Capítulo Segundo
La teología ante los retos del mundo
El Método de la nueva teología
(continuación)
El mismo método de Gaudium et spes
La Constitución pastoral del Vaticano II, como se
pone de manifiesto en su prólogo (GS 1), no parte del patrimonio de la fe. Partir de la fe es posible en textos dirigidos sólo a los creyentes, pero como ella se dirige a todos los hombres en general, este método no es válido, porque tiene apriorismos que no todos aceptan.
Con el fin de que el diálogo con todos sea posible, Gaudium et spes se centra en la historia presente del mundo, para desde ella llegar, inductivamente, a la revelación y a su culminación en Cristo.
Pues bien, este mismo método siguen tanto la nueva teología política europea como la de la liberación latinoamericana, africana y asiática. En todas ellas se parte de la situación real de la sociedad, para aportarle la salvación de Jesucristo como praxis liberadora y eficaz en la transformación de dicha realidad.
En cada una de ellas la reflexión teológica aparece como acto segundo de una praxis, para volver de nuevo a dicha praxis. Los postulados de la sociedad moderna, en la primera, y la situación penosa de los países en vía de desarrollo, en las otras, sirven de clave hermenéutica a la teología política y a la de la liberación, para releer hoy la Palabra de Dios.
Es un método muy beneficioso para el cristianismo, cuyo mensaje, no es especulativo sino práctico.
Hay que resaltar también que en la apología de Metz sobre la esperanza no hay ideas ni conceptos abstractos, sino que se refiere siempre a la situación histórica y social de los hombres.
Para Metz, la esperanza no es una variante más del optimismo superficial, de ahí su insistencia en que ni la Iglesia ni la teología pueden abandonar la tensión entre mística y política: la esperanza cristiana es histórica y confía en la realización de las promesas divinas en la historia.
De modo que la teología política fundamental tal como él la entiende está al servicio de la "responsabilidad de la esperanza", por tanto, trata de exponer el mensaje de la fe de forma que esté en consonancia con la situación histórica, pero no para identificarse acríticamente con la conciencia dominante, sino para entrar en conflicto con ella. En este sentido su teología es una teología escatológica y crítico social .
Actualmente hay una fuerte corriente escatológica entre los teólogos en tal sentido: la escatología en el Nuevo Testamento es un llamamiento a no acomodarse al mundo tal cual es, hay que actuar contra él y tomar partido por el mundo nuevo que pide el evangelio en este momento .
Moltmann que ha hecho de la esperanza heredada de la promesa bíblica el centro de su teología, ve también en ella la disposición fundamental, el elemento constitutivo más importante de la vida. Pero el teólogo evangélico, en su proximidad a Bloch y juntamente con él constata que allí donde hay esperanza hay religión, sin embargo, en donde hay religión no hay siempre esperanza.
La religión la vuelve muchas veces inoperante . De ahí que estos teólogos conciban la teología como un servicio a la esperanza en la praxis histórica del mundo. De ello tratamos el próximo día.
La teología ante los retos del mundo
El Método de la nueva teología
(continuación)
El mismo método de Gaudium et spes
La Constitución pastoral del Vaticano II, como se
pone de manifiesto en su prólogo (GS 1), no parte del patrimonio de la fe. Partir de la fe es posible en textos dirigidos sólo a los creyentes, pero como ella se dirige a todos los hombres en general, este método no es válido, porque tiene apriorismos que no todos aceptan.
Con el fin de que el diálogo con todos sea posible, Gaudium et spes se centra en la historia presente del mundo, para desde ella llegar, inductivamente, a la revelación y a su culminación en Cristo.
Pues bien, este mismo método siguen tanto la nueva teología política europea como la de la liberación latinoamericana, africana y asiática. En todas ellas se parte de la situación real de la sociedad, para aportarle la salvación de Jesucristo como praxis liberadora y eficaz en la transformación de dicha realidad.
En cada una de ellas la reflexión teológica aparece como acto segundo de una praxis, para volver de nuevo a dicha praxis. Los postulados de la sociedad moderna, en la primera, y la situación penosa de los países en vía de desarrollo, en las otras, sirven de clave hermenéutica a la teología política y a la de la liberación, para releer hoy la Palabra de Dios.
Es un método muy beneficioso para el cristianismo, cuyo mensaje, no es especulativo sino práctico.
Hay que resaltar también que en la apología de Metz sobre la esperanza no hay ideas ni conceptos abstractos, sino que se refiere siempre a la situación histórica y social de los hombres.
Para Metz, la esperanza no es una variante más del optimismo superficial, de ahí su insistencia en que ni la Iglesia ni la teología pueden abandonar la tensión entre mística y política: la esperanza cristiana es histórica y confía en la realización de las promesas divinas en la historia.
De modo que la teología política fundamental tal como él la entiende está al servicio de la "responsabilidad de la esperanza", por tanto, trata de exponer el mensaje de la fe de forma que esté en consonancia con la situación histórica, pero no para identificarse acríticamente con la conciencia dominante, sino para entrar en conflicto con ella. En este sentido su teología es una teología escatológica y crítico social .
Actualmente hay una fuerte corriente escatológica entre los teólogos en tal sentido: la escatología en el Nuevo Testamento es un llamamiento a no acomodarse al mundo tal cual es, hay que actuar contra él y tomar partido por el mundo nuevo que pide el evangelio en este momento .
Moltmann que ha hecho de la esperanza heredada de la promesa bíblica el centro de su teología, ve también en ella la disposición fundamental, el elemento constitutivo más importante de la vida. Pero el teólogo evangélico, en su proximidad a Bloch y juntamente con él constata que allí donde hay esperanza hay religión, sin embargo, en donde hay religión no hay siempre esperanza.
La religión la vuelve muchas veces inoperante . De ahí que estos teólogos conciban la teología como un servicio a la esperanza en la praxis histórica del mundo. De ello tratamos el próximo día.