Caso Munilla ¿Jurídicamente correcto?

Publiqué el día 26 de junio un post sobre el llamado “caso Arregi”, con un subtítulo que no era mío, sino de un amigo franciscano, a quien llamé y llamo “Francisco”, profesor fuera de España: "Que no venga un juez USA y mande a la cárcel al obispo...".
Francisco no se refería en modo alguno a las “posibles sanciones canónicas” (es decir, intraeclesiales), sino a la forma en que parecían imponerse, con un tipo de nocturnidad y silencio, es decir a las “manners”.

Con su humor y agudeza de siempre ha reaccionado Alredol: « -Lo de "Francisco" de USA y las excomuniones es de traca, ¿no será poeta ese?. Podría tener peso si fuese "despido" laboral y los procedimientos usados para esto, pero el ilegalizar la excomunión sería ser mas garzonista que Garzón».

Tranquilo, Alredol, nadie le puede quitar a Munilla el derecho a “excomulgar”, al que aludes. Pero tendrá que hacerlo con “manners”, es decir, siguiendo los cauces del respeto a las personas. Se trata de ver si su proceso, llamando a Arregi “agua sucia” y queriéndole mandar al Tercer Mundo se ajusta a lo “jurídicamente correcto”, sin gozar de privilegios o inmunidades episcopales (recordemos que estos días un juez USA ha declarado que no puede haber privilegios en ese campo ni para el Papa; y la justicia belga ha mostrado que no puede haber ni hay privilegios para los obispos del país). De eso se trata, Alredol, simplemente de eso. Yo no soy jurista, pero Francisco sabe algo de eso y se atreve a decir que estamos “rozando” la legalidad.

En esa línea se sitúan otros comentarios de ese día, como el de Juambi 26.06.10 | 14:34
Hace mucho tiempo que no leía algo semejante. Lo siento de veras por las personas implicadas, pero aquí se están tocando puntos esenciales. La libertad de conciencia es un derecho esencial y una libertad fundamental, fuera o dentro de la Iglesia. Las cosas ni pueden ni deben seguir como hasta ahora. La legislación canónica no debe obviar esto. Y si para eso es necesario que la autoridad de los Estados democráticos se lo recuerden, así habrá de ser. La pertenencia libre de un ciudadano a una comunidad o confesión religiosa no puede sustraer a éste de sus derechos y libertades fundamentales. Ni un voto o promesa de obediencia, ni la fidelidad y lealtad que se le exige a un miembro de una confesión religiosa o de un sistema ideológico o filosófico pueden constituirse en una presunta legitimación para invadir indebidamente sus derechos y libertades como persona. Resulta paradógico y triste que a un creyente se le tengan que recordar estas cosas.

Recuerdo también el comentario de Daniel 26.06.10 | 13:22
El asunto de Arregui y Munilla es complejo. Algunos podéis atacar a Arregui, y otros, considerar que un Obispo no puede castigar con el destierro a un miembro de su diócesis por un supuesto delito eclesial de pensamiento.
Yo comparto el pensamiento teológico del obispo munilla, pero creo que puede merecer reprensión por ordenar el destierro de un cura de su diócesis ¡a otro país y continente!.
Este comportamiento está a la legua de lo que establecen los actuales codigos penales occidentales. En ellos hay pena de alejamiento (destierro) pero siempre por delitos contra la integridad física o sexual de las personas. Nunca por un "delito de pensamiento".
¡Y el destierro no es a otro país!
En cuanto al comportamiento que el artículo crítica de ciertos obispos, la conducta que se crítica es semejante a la que sucede en un Estado cuando se antepone un principio de conveniencia al principio de justicia: la arbitrariedad de los poderosos a los derechos…...

Estoy convencido de que, hoy por hoy, nadie del estamento de la Justicia va a decirla nada a Munilla, pero no estoy seguro de que su forma de actuar sea la “jurídicamente correcta”, en plano de justicia civil. Dejo a un lado el tema eclesiástico (cristiano), que deberá tratarse desde otra perspectiva.. Pero estoy convencido de que a la larga Munilla “tendrá que aprender”.

En este caso Arregi, por lo que yo sé (de mi caso y otros muchos…) lo más seguro es que Arregi y los franciscanos de Aratzazu lleguen a un acuerdo de lo enfrentarse con el obispo…Arregi seguirá siendo franciscano, pero francisano extra-muros (una condición bien conocida desde antiguo) y Minilla no le podrá mandar a Filipinas, ni llamarle más “agua sucia”. Esto es lo que yo creo más fácil, y lo que suele darse en estos casos… Pero ellos verán, Arregi y sus amigos-hermanos frailes, a quienes deseo desde aquí mucha “paz en el dolor”. Un abrazo a todos, incluido Munilla, aunque no sé si “forma” (sus maneras) son jurídicamente correctas.
Volver arriba