† Dionisio Castillo OFM Cap, antropólogo (U. P. Salamanca)

Ha muerto como había vivido, en bondad y sencillez, entre el 25 y el 26 de diciembre, iniciada la Navidad, para acabar de celebrarla con su Padre San Francisco en el cielo. Tenía 77 años, alma de niño grande, de maduro profesor.

Le encontré en Salamanca cuando vine, hacia el 1974. Hemos impartido la misma asignatura (ciencias de la religión), él en la Facultad de Filosofía, yo en la de Teología en la Universidad Pontificia. Ha sido Decano, Director de Publicaaciones, Director de tesis..., pero, sobre todo, un hombre bueno, de intensa vida cristiana, de gran caridad, un amigo.

Le recuerdo en su despacho de Ediciones de la Pontificia, donde me dejaba caer de vez en cuando (estaba en la planta baja), con la excusa de hablar de libros, y hablábamos de la vida, de la gente, de la Iglesia, siempre con fondo de humor, con gran caridad...

Dirigió varias tesis, en las que quiso que yo fuera vocal, sobre Buenaventura, Zubiri, sobre temas de antropología. Era un sabio, pero, sobre todo, un hombre... curtido en la vida, en el saber del sufrimiento y de la fraternidad, un amigo.


Escribió muchos trabajos sobre San Buenaventura y la tradición franciscanas, análisis literarios y filosóficos (que ahora no voy a reseñar) pero, sobre todo, varios estudios de campo sobre los Barí de Venezuela, que he querido poner como portada de esta nota necrológica..

Era un profe de los buenos, de esos que no quedan... Se hizo "hombre" viviendo meses y meses con los indios bari, de los motilones, que se llamaban a sí mismos "los hombres" (los otros éramos menos...). Quizá tenían razón.


No ha necesitado hablar de fraternidad con los pueblos indígenas, con los pobres y sometidos... Ha sido amigo de todos ellos, en sencillez, acompañando a unos y a otros en la fuerte travesía de la vida. Conoció al Dios de Francisco (el de Jesús de Nazaret) conociendo y querido a los Barí de Venezuela... y a los vecinos de su convento de Salamanca (y a los alumnos de la Universidad)


Durante años nos hemos comunicado en un plano académico y personal. Supo mi camino, conoció mis opciones, me acompañó siempre de corazón, en la Universidad y fuera de ella, comprendiendo, animando. Gracias, Dionisio por haber estado, por haber sido hermano de Francisco de Asís, en la tradición capuchina.

En los últimos años nos hemos visto menos, por cuestiones de la vida, y ahora lo lamento mucho, pues me gustaría haberle despedido. Lo he hecho en oración y lo hago aquí. Me acaba de comunicar su médico la muerte y se lo he agradecido. He llamado a su comunidad de P. Capuchinos y me dicen que acaban de celebrar el funeral (hoy, 27.XI.2012). Desde aquí, Dionisio, con y para todos los que te conozcan va mi despedida.

Gracias por lo que has sido, gracias por lo que eres en el Señor a quien has querido como hermano y amigo, queriendo a los hermanos de tu comunidad, a todos tus alumnos, a todos tus amigos.

Para ampliar Bibliografía apresurada:

Las razones del corazón
coord. por Miguel Anxo Pena González, D. Castillo Caballero
Naturaleza y Gracia, 2007.
Omnes enim creaturae effantur Deum: Homenaje a Prof. Dr. Dionisio Caballero
coord. por Miguel Anxo Pena González, Naturaleza y Gracia, 2007.
Trascendencia e inmanencia de Dios en S. Buenaventura, Salamanca 1974
Los Bari : su mundo social y religioso, Salamanca 1991
MOSCAS, LAS (J.P. Sartre) Claves filosóficas de interpretación, por Dionisio Castillo Caballero, Amarú Ediciones 1992
Cuestiones sistemáticas de filosofía, Salamanca
Volver arriba