Effeta, ábrete: La fiesta cristiana

Ante el interrogante ‘¿Dónde escuchar a Dios?’, desde Éffeta nos invitan a ponernos en marcha para buscarle y encontrarle recorriendo juntos este itinerario:
-- Jueves 2 de Marzo, colegio Montellano, con J. M. Olaizaola: Bailando con la soledad, en el Colegio M. Montellano
• Martes, 14 de marzo. Mesa redonda: ‘La enfermedad y el duelo’, en la que van a intervenir como ponentes José María González y Argeme Gómez. A las 20.00 horas en la Sala Jovellanos de la Casa de la Iglesia 8C/ Rosario, 18).
-- Martes, 21 de marzo. ‘En la familia’. Reflexión y testimonios. A las 20.00 h. en la Casa de la Iglesia (Calatrava).
• Martes, 9 de mayo. ‘En la contemplación’. Visita y testimonio de las religiosas Dominicas “Dueñas”, a las 20.00 h. en el Monasterio Nuestra Señora de la Consolación (Plaza del Concilio de Trento, s/n).
• Martes, 16 de mayo. ‘Fiesta’. El patio de la iglesia de San Juan Bautista acogerá un encuentro festivo, a las 20.00 horas.

En ese contexto Desarrollaré, a las ocho de la tarde, en la Iglesia de San Juan, muy cerca de la Plaza Mayor, el tema de la fiesta cristiana, como breve iniciación a la fiesta posterior del patio, con globos de niños y comida, conversación de mayores y niños.
Para los que quieran asistir, allí estaremos, allí podrán escuchar mi "fervorín" de Mayo, una pequeña arenga al servicio de la fiesta cristiana, que es la fiesta humana, desde la perspectiva de un libro que escribí hace tiempo con el título: Fiesta del pan, fiesta del vino. Mesa común y eucaristía.
El argumento será sencillo:

-- El cristianismo se ha vivido y extendido como fiesta, en recuerdo de Jesús, como celebración de la vida, como agradecimiento y gozo ante Dios, en tiempos y lugares especiales (Pascua, Navidad... santuarios, ermitas...). Actualmente la fiesta parece haberse secularizado... ¿Puede haber cristianismo sin fiesta?
-- Un mundo sin fiesta cristiana.... La fiesta se ha salido de la Iglesia y de la religión, y eso es bueno... Pero se corre el riesgo de fabricar fiestas vida auténtica... fiestas del puro dinero, de la simple borrachera, sin dignidad... ¿Podremos recrear la fiesta cristiana).
FIESTA Y RITO
1. Ritos
Ritos de la vida. Festivos, tristes…
– De nacimiento
– Ritos de paso: Pubertad, de iniciación sexual, de matrimonio
– Ritos Enfermedad, salud
– De muerte, entierro
Ritos de trabajo
– De agricultores: de siembre y cosecha: pascua (primavera: primeras espitas), pentecostés (verano: siega y trilla), tabernáculos (otoño, vino). La fiesta del baile y del matrimonio
– De caza y pastoreo: De los corderos etc
Ritos sacrificiales y de comunión
‒ Sacrificios de oblación, sacrificios de carne: la fiesta de las comidas… solemnes
‒ De vino-pan-aceite
‒ De expiación-reparación, comunión-alianza
Rituales judíos
– Fiestas. Las grandes son tres: Pascua, Pentecostés, Tabernáculos. A la última se agrega el Kippur. Además, están las de Purim, Año Nuevo y Dedicación del Templo.
– Sacramentales: circuncisión, baños rituales, comida de pascua y, sobre todo, la lectura de la Ley.
Rituales cristianos
– Fiestas. Pascua y Navidad, más relacionadas con Jesús; Pentecostés, origen de la Iglesia. Otras fechas de la vida de Cristo, de la Virgen María y de los Santos
– Sacramentos: bautismo, confir-mación, eucaristía, penitencia, orden, matrimonio, unción de enfermos.
Rituales musulmanes
– Fiestas: La Grande (10 de Duliyya, con sacrificio de corderos); la Pequeña (fin del Ramadán); el comienzo del año (1 de Muharram) y la Nacimiento de Mahoma (12 de Rabil).
– Sacramentales: comida de cordero, peregrinación a la Meca, ayuno en Ramadán.
AMPLIACIÓN
Fiestas y tiempos sagrados en el judaísmo
La institución temporal y la fiesta más importante ha sido y sigue siendo para los israelitas el → sábado. Pero la misma Ley añade que Dios creó las grandes lumbreras del cielo (sol y luna) para señalar las fiestas, los días y los años (cf. Gen 3, 14). Hay un ritmo religioso temporal, que se vincula al sol (solsticio de invierno y verano) y a la luna (neomenias).
(1) Las tres fiestas judías. Ampliación 1
(a) Fiesta de los panes ácimos (sin levadura), con la Pascua o sacrificio de los corderos, recordando la liberación de Egipto (fiesta de primavera).
(b) Fiesta de las semanas o Pentecostés (verano), en la que recuerdan la revelación del Monte Sinaí, cuando Dios habló con Moisés y le dio su Ley.
(c) Fiesta de los Tabernáculos, que es la fiesta de la vendimia, del vino y del fin del año en otoño. Con esa última fiesta se una también la del Yom Quippur o de la → expiación, en que se pide perdón por los pecados (cf. Ex 23, 14-19; Dt 16; Lev 16; 23).
(2) Otras fiestas judías. Ampliación 2.
La misma Biblia recuerda además otras dos fiestas:
(a) La de Purim, que es una especie de fiesta de las Suertes, de tipo popular y festivo (como un carnaval) en la que se recuerda la protección de Dios, que liberó a los judíos en tiempos de Ester (cf. Ester 9, 26-32).
(b) La fiesta de la Consagración y dedicación del templo (llamada en hebreo Hanukka), vinculada a la reconstrucción y purificación del altar y templo de Jerusalén, tras la conquista de los macabeos (cf. 1 Mac 4, 52-61). Esta fiesta dura ocho días y se celebra en torno al mes actual de diciembre y se caracteriza por el signo de la luz (la nueva luz), simbolizada por la hanukkiya o → candelabro de nueve brazos, que se distingue de la Menorah tradicional (cf. Ex 25, 31-36; Zac 4, 2.11).
(c) Fiesta de la danza de las viñas… Libro de Jueces, en Silo. Fiesta por la vendimia… Se come se bebe, se danza…, rapto de las muchachas
(d) Fiesta del Becerro de Oro. Libro del Éxodo: Idolatría y desenfreno
(e) Fiesta pagana. Macabeos…En el templo, con carne de cerdo, con prostitutas sagradas…
CRISTIANISMO
Tres tareas: Palabra, justicia, fiesta,
Confesar la fe, cumplirla, celebrarla
(1). La buena nueva, palabra.
No existe evangelio sin mensaje que se anuncia y se acoge, abriendo así un espacio de respuesta entre los hombres. La cautividad más grande es la falta de palabra: están más oprimidos aquellos que no pueden ni siquiera conocer su cautiverio, ni exponer sus esperanzas, ni asumir en libertad el camino de su vida. Por eso, en el principio de toda evangelización liberadora se encuentra la palabra: queremos ofrecer a los hombres la capacidad de conocer su dignidad, conociendo el don de Dios y procurando que ellos mismos se conozcan y liberen (EN 9).
(2) Evangelizar el liberar,
en un gesto de amor concreto. La buena acción, justicia…Pablo VI asume el proyecto de Jesús y, actualizando el viejo esquema que habla de palabras y obras, añade que no existe verdadero evangelio allí donde el anuncio (la palabra) no viene a explicitarse como gesto de ayuda concreta a los necesitados, en camino de asistencia, promoción y cambio de estructuras. Sin este amor activo hacia los hombres, sin este compromiso en favor de los más pobres, no puede hablarse de la gracia de Dios, no hay evangelio.
(3) La celebración fiesta…El cristianismo ha sido el creador de las fiestas en occidente. Riesgo de un cristianismo sin fiestas… Las fiestas han emigrado del cristianismo, de la tutela de la iglesia…
LA GRAN CRISIS
Nietzsche: Cristianismo sin fiesta… “Sacerdotes negros…”. Quiero verlos desnudos, en fiesta…
Heidegger: Sólo un Dios ante el que se puede bailar, cantar, celebrar…
Pero el tema es:
¿Qué fiesta quieren Nietzsche y Heidegger?
¿Qué fiesta quiere el mundo comercializado de hoy?
El cristianismo (y toda religión) culmina de ese modo como fiesta. El hoy del reino de Dios, inaugurado por Jesús, se ha convertido en tiempo de victoria y de placer de vida. Superando las luchas y fracasos de la tierra, apenados por la amenaza del pecado y de la muerte, los cristianos saben que la vida es don de Dios, que la existencia es ante todo gracia y que ella puede convertirse en ámbito de encuentro gozoso y salvador para los creyentes.
La vida es por lo tanto institución celebrativa: los cristianos ya no tienen nada que hacer (en el sentido de conquistar) sobre la tierra, sino que han de vivir para ofrecer el testimonio de la gracia de Dios en Jesucristo, superando así la crítica de Nietzsche que decía:
"Ellos, los cristianos, soñaron en vivir como cadáveres... Quien vive cerca de ellos vive al lado de negros estanques... Sería preciso que me cantaran mejores canciones para que aprendiera a creer en su Salvador. Sería preciso que sus discípulos tuvieran un aire más de redimidos" (Nietzsche, Así habló Zaratrustra, Parte II, De los sacerdotes).
Pues bien, en contra de Nietzsche, el cristianismo y las más hondas religiones de la historia culminan en la fiesta, en el placer de la vida compartida, en la Esperanza de la Vida. Pero la celebración cristiana no se centra, como quería Nietzsche, en las figuras de Apolo y Dionisio (dioses griegos de belleza formal y ebriedad vital) sino en la vida entera y en la pascua de Jesús. Esta es la fiesta de la alianza, del amor definitivo con Dios, del encuentro liberador entre los humanos, de la unidad entre los pueblos, fiesta hecha de canto compartido, experiencia de comunión afectiva, placer de encuentro mutuo, como un matrimonio universal de gozo para todos los humanos.
Por eso, los cristianos han de presentarse sobre el mundo como expertos en celebración, situándose en el centro de la historia no para imponerse sobre los restantes hombres y mujeres, sino para animarles con el canto de la vida, con el gozo de la contemplación, con la belleza de una existencia compartida. El mundo no se pierde sólo por falta de conocimiento (de palabra) y carencia de justicia... Este mundo corre el riesgo de perderse porque falta fiesta: sobra mala religión de muerte, falta buena religión abierta al gozo fuerte de la vida.
POSTDATA. DIOS TRINIDAD, DIOS FIESTA. PERIJORESIS
o
Lo más hondo de la teología es la experiencia de un baile, algo que sabían ya los viejos chinos e hindúes (entre otros), algo que han confirmado los más grandes teólogos cristianos, unos danzantes de Dios.
El tao chino presenta así el signo del Dios dual que danza y rueda sin fin, pero lo hace de un modo “impersonal” y necesario, como signo de la rueda eterna de la gran fortuna. Es un signo valioso, pero los cristianos lo ven insuficiente.
La danza cósmica de Krisna puede presentarse de mil formas, con signos cósmicos o signos personales, como rueda de brazos que giran, o como ruedo de bailantes, en torno a los dos principios del centro. Aquí quiero exponer el signo cristiano de la inhabitación y danza trinitaria.
Un término simple y complejo
El término perijóresis fue fijado por primera vez en la iglesia antigua por los Padres Capadocios (Basilio el Grande, Gregorio de Nisa y Gregorio Nacianceno y después por Juan Damasceno). Se trata de un término griego que está construido con dos palabras: una es peri (alrededor) y otra chôreô (danzar) y significar “intercambiar lugares”, “danzar en torno”. Eso significa que Dios no es sólo diá-logo (comunicación verbal, palabra compartida), sino comunión y comunicación total: cada persona existe solamente en la medida camina (avanza) hacia la otra, ocupando su lugar y habitando en ella.
Siga leyendo quien crea que la danza es un símbolo hermoso para hablar de Dios, un símbolo empleado de maneras diversas por el Tao de China y por numerosas representaciones hindúes, donde Dios, los dioses, danzan y existen danzando, en gozo de amor que es principio de todas las cosas.
Planteamiento más teórico
La palabra “perijóresis” implica un lenguaje filosófico, analógico y metafórico que interpreta la relación trinitaria como una danza divina. En esta danza se mantiene la identidad de cada una de las personas (del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo), pero las relaciones de cada una de ellas con las demás se caracterizan por un amor de in-habitación, que se expresa por una reciprocidad e inter-penetración mutua, de carácter total, de cada una con las otras (Jn 14, 10-11).
El amor de cada persona se expresa a través del don completo de sí y de la acogida total de las otras personas. En otras palabras, la Trinidad es una danza divina de tres personas que se aman unas a las otras y se acogen de manera tan plena que cada una de ellas se vuelve “una” con las otras.
Conforme a esta comprensión, la Trinidad aparece como prototipo de sociedad perfecta y de esa forma ofrece un modelo de comunión social para el mundo, es decir, para los hombres y mujeres, los mayores y los niños, todos en el gran baile de la Vida. Partiendo de su participación en el misterio divino, en gesto de fe, a través del Espíritu Santo, los cristianos han de crear una sociedad que responda a esta danza dadora de vida y generadora de amor.
Formamos parte de la “danza” de Dios
Según eso, la “perijóresis” es una forma de entender la invitación que Dios ofrece a la humanidad, para que los hombres y mujeres se sumen a la danza de amor íntimo de la Trinidad, dirigiéndose unos a otros en amor, de manera que nos demos cuenta de la interconexión fundamental de unos con otros. Ciertamente, Dios nos ha invitado a participar en esta danza divina; pero nosotros hemos dudado: no sabemos si queremos o no queremos aceptar la mano de Dios para danzar co
Somos nosotros los que tenemos que tomar la decisión, para decidir el grado de intimidad con el que queremos que Dios dance con nosotros y en qué medida queremos que sea Dios quien dirija nuestra danza. La lectura de los textos de estos Padres de la Iglesia nos ofrece la forma de aprender los pasos de esta danza, para que sepamos escuchar la música del Espíritu, de tal manera que, a medida que Dios va infundiendo su amor en nosotros, nuestras vidas puedan venir a convertirse en acontecimientos de gracia, pues la vida de Dios se expresa y despliega en cada uno de nosotros.