Servet y Queiruga. Dos casos distintos, un mismo miedo

A Servet le condenaron por miedo, los de siempre, los que ponen su "duda" y su búsqueda de seguridad doctrinal por encima de la vida de los hombres. Quizá no era un santo, tenía sus “problemas de fe”, pero era un hijo de Dios. Le condenó Calvino, pero podía haberle condenado de igual forma un tribunal de la inquisición católica. Su muerte no fue sólo un crimen, sino una vergüenza y, además, una gran equivocación, para protestantes (y para católicos, que quisieron matarle). Quiero recordar hoy su ejemplo de científico y teólogo asesinado por la Institución…, hoy que es un día triste, porque se dice (me dicen) que pueden condenar a Andrés Torres Queiruga, también los de siempre, los del miedo a la libertad. Mañana pondrá una página sobre él, diciendo ya desde ahora que si le condenan será una vergüenza y una equivocación, pues son mayoría los filósofos y teólogos católicos que piensan como él. Pero hoy sigo con Server.

SERVET, MIGUEL (1511-1553).

Médico, físico y teólogo nacido en Villanueva de Sigena (Aragón). Estudia en Lérida y en Toulouse y se relaciona con algunos reformadores en Suiza y Alemania, queriendo siempre encontrarse con → Calvino. Escribió ya de joven varios libros sobre la Trinidad (De Trinitate Erroribus, 1531, Dialogorum de Trinitate (1532). En la primera obra, dividida en siete capítulos, Servet sostiene que el dogma de la Trinidad no aparece en la Biblia, sino que es invención de los filósofos. A su juicio, Jesús no es “hijo eterno” de Dios (de su naturaleza), aunque haya nacido de forma milagrosa (por el Espíritu Santo) y haya sido adoptado por Dios como Hijo. Por eso, a su juicio, los que defienden la Trinidad son tri-teístas (creen en tres dioses) o ateos (no creen en ninguno).

En contra de los que le acusan de intransigente, Servet defiende la tolerancia cristiana y social, afirmando que todos deberían ocuparse pacíficamente de las cuestiones de religión. A partir de ese momento empieza a ser acusado por la Inquisición Católica y siente mirado también con sospecha por los protestantes. Por eso, vive oculto en Francia (en Lyon), con una nueva identidad, trabajando en una imprenta y editando la Geografía de C. Ptolomeo.

El año 1537 se matricula en la Universidad de Paris, para estudiar medicina, pero crea dificultades por su forma de entender el influjo de los astros en la vida de los hombres y por su manera interpretar algunas medicinas. Por eso ab abandona Paris y entra al servicio del obispo de Vienne (en el Delfinado), a quien ya conocía (1541).

Con su nuevo nombre (Michel de Villeneuve) escribe otro libro titulado Christianismi Restitutio (Restitución del Cristianismo), en el que defiende un tipo de panteísmo cristológico, afirmando que Cristo está en todas las cosas, llenándolas con su presencia. En ese libro describe la “circulación de la sangre”, de un modo más teológico que fisiológica, pues él piensa que la sangre es la sede del alma que llena y anima todo el cuerpo (circulando por él de forma incesante), lo mismo que Cristo circula como sangre de vida del universo.

A Servet se le tiene como descubridor de la “circulación de la sangre” y es cierto… Pero se trata de un descubrimiento que es, al mismo tiempo, médico/fisiológico y teológico: la sangre es la vida de Cristo que curre/circula en la Iglesia; la sangre es la vida de los hombre, de cada uno y de todos, vinculados en un mismo círculo sagrado de creación y de presencia divina, como ha puesto de relieve el insigne Diego Gracia, Teología y medicina en la obra de Miguel Servet (Huesca 2004);

Un calvinista de Ginebra acusa a Servet de ser autor de libro y la Inquisición católica de Lyon le detiene y encarcela, condenándole a muerte en ausencia y quemándole en efigie (pues él logra evadirse). Servet quiere huir lejos, a Italia donde un Cardenal ilustrado tlerante le espera (una paradoja católica) …. pero antes de refugiarse en Italia, donde tienen amigos que están dispuestos a recibirle y protegerle, decide pasar de incógnito por Ginebra donde le reconocen y Calvino en persona dirige un proceso en que le condenan a muerte, matándole en la hoguera (26 de octubre del 1553). Le acusaban de negar la Trinidad (él decía que Jesús es hijo del eterno Dios y no Hijo eterno de Dios) y de rechazar el bautismo de los niños, que sería un tipo de magia, pues no había voluntad positiva de los bautizados.

La condena y muerte de Servet constituye uno de los actos más vergonzosos de la historia cristiana moderna y puede tomarse como un momento clave en el cambio de mentalidad que desembocará en la afirmación de la libertad religiosa. Así lo puso de relieve en propio círculo de Calvino → S. Castellio. Edición moderna por A. Alcalá, Obras Completas de Miguel Servet I-IV (Zaragoza 2005-2006). Cf. J. Barón, Miguel Servet: Su vida y su obra (Madrid 1989). Más información en http://www.servetus.org/es/news-events/books/index.htm.

Conclusión: Servet y Queiruga:

Servet era de algún modo un de hereje, porque negada la Trinidad en el sentido usual (habría que discutir de qué manea)... A pesar de ser hereje, su condena fue un crimen, el primer gran crimen de es "ilustrado religioso" del protestantismo que era Calvino

Queiruga no es un "hereje" al tipo Servet... A los de la Comisión de la Fe les va a costar convencernos de que tiene doctrinas equivocadas. Si le condenan es posible que caigan simplemente en ridículo. Mañana seguimos
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