Rompiendo el vergonzoso silencio del mundo árabe
(AE)
La tragedia de Darfur sigue su curso y no manifiesta visos de terminarse. Al contrario, tal como escuchamos en las noticias de estos días la espiral de violencia sigue y cientos de personas inocentes (sobre todo mujeres y niños) siguen siendo víctimas de esta barbarie. Aparte de la lentitud de la comunidad internacional y su diplomacia, el silencio y la tibieza del mundo árabe ante esta tragedia humana es uno de los puntos más vergonzosos de este drama que lleva teniendo lugar en Darfur con la complicidad de ciertos grupos y la parcialidad de naciones que apoyan al régimen de Jartum.
Ante esta situación, un grupo de 146 intelectuales del mundo árabe han querido hacer un llamamiento (esperemos que no sea "uno más") para atajar la situación de injusticia, violencia e impunidad que se vive en Darfur. Las firmas vienen de Marruecos, Francia, Túnez, Argelia y otros países árabes. Los firmantes son escritores, periodistas, artistas, profesores e investigadores árabes. Sirva este testimonio para demostrar que no todos se esconden detrás del muro de silencio que hay en ciertos países alrededor de Darfur. Quisiera hacerles participar del manifiesto que han firmado:
Desde 2003, ha habido una Guerra en Darfur. Hasta ahora, el balance ha llegado a los 300,000 muertos, mientras que más de 2 millones de personas –un tercio de la población de la región- ha sido expulsada de su tierra (80% de sus poblados han sido destruidos).
A pesar de los numerosos llamamientos de la comunidad internacional, los civiles siguen siendo el objetivo tanto de las fuerzas armadas sudanesas como de los Yanyawid, una milicia local armada por el régimen militar de Jartum. Más aún, la población de Darfur sufre actos de violencia y de abusos de derechos humanos por parte de facciones beligerantes de la rebelión.
Aunque se firmó en Mayo del 2006 un acuerdo de paz por parte de algunos grupos rebeldes y el gobierno de Sudán, violaciones y ataques en masa contra civiles y personal internacional humanitario han estado incrementándose en el Oeste de Sudán. Mientras tanto, crímenes de guerra y serios ataques contra las leyes humanitarias internacionales siguen permaneciendo impunes. La agricultura local ha sido arruinada por la masiva transferencia de poblaciones rurales a campos de refugiados de manera que la gente ahora depende casi totalmente de la ayuda alimentaria internacional. Más aún, añadido a la destrucción causada por la guerra, una hambruna general amenaza con hacerse realidad. Aunque el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas adoptó la resolución 1706, el régimen sudanés aún rechaza el despliegue de una fuerza internacional de paz en Darfur, donde crímenes están siendo cometidos secreta y soterradamente.
Los firmantes de este llamamiento protestan contra el silencio del mundo árabe en este tema y piden a los miembros de la sociedad civil y de las esferas políticas que ejerzan presión sobre los gobiernos y las organizaciones regionales para que les persuadan a tomar una postura clara de alto el fuego en Darfur y forzar al gobierno sudanés a encontrar una solución pacífica al conflicto, respetando los derechos de la población de Darfur.
La tragedia de Darfur sigue su curso y no manifiesta visos de terminarse. Al contrario, tal como escuchamos en las noticias de estos días la espiral de violencia sigue y cientos de personas inocentes (sobre todo mujeres y niños) siguen siendo víctimas de esta barbarie. Aparte de la lentitud de la comunidad internacional y su diplomacia, el silencio y la tibieza del mundo árabe ante esta tragedia humana es uno de los puntos más vergonzosos de este drama que lleva teniendo lugar en Darfur con la complicidad de ciertos grupos y la parcialidad de naciones que apoyan al régimen de Jartum.
Ante esta situación, un grupo de 146 intelectuales del mundo árabe han querido hacer un llamamiento (esperemos que no sea "uno más") para atajar la situación de injusticia, violencia e impunidad que se vive en Darfur. Las firmas vienen de Marruecos, Francia, Túnez, Argelia y otros países árabes. Los firmantes son escritores, periodistas, artistas, profesores e investigadores árabes. Sirva este testimonio para demostrar que no todos se esconden detrás del muro de silencio que hay en ciertos países alrededor de Darfur. Quisiera hacerles participar del manifiesto que han firmado:
Desde 2003, ha habido una Guerra en Darfur. Hasta ahora, el balance ha llegado a los 300,000 muertos, mientras que más de 2 millones de personas –un tercio de la población de la región- ha sido expulsada de su tierra (80% de sus poblados han sido destruidos).
A pesar de los numerosos llamamientos de la comunidad internacional, los civiles siguen siendo el objetivo tanto de las fuerzas armadas sudanesas como de los Yanyawid, una milicia local armada por el régimen militar de Jartum. Más aún, la población de Darfur sufre actos de violencia y de abusos de derechos humanos por parte de facciones beligerantes de la rebelión.
Aunque se firmó en Mayo del 2006 un acuerdo de paz por parte de algunos grupos rebeldes y el gobierno de Sudán, violaciones y ataques en masa contra civiles y personal internacional humanitario han estado incrementándose en el Oeste de Sudán. Mientras tanto, crímenes de guerra y serios ataques contra las leyes humanitarias internacionales siguen permaneciendo impunes. La agricultura local ha sido arruinada por la masiva transferencia de poblaciones rurales a campos de refugiados de manera que la gente ahora depende casi totalmente de la ayuda alimentaria internacional. Más aún, añadido a la destrucción causada por la guerra, una hambruna general amenaza con hacerse realidad. Aunque el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas adoptó la resolución 1706, el régimen sudanés aún rechaza el despliegue de una fuerza internacional de paz en Darfur, donde crímenes están siendo cometidos secreta y soterradamente.
Los firmantes de este llamamiento protestan contra el silencio del mundo árabe en este tema y piden a los miembros de la sociedad civil y de las esferas políticas que ejerzan presión sobre los gobiernos y las organizaciones regionales para que les persuadan a tomar una postura clara de alto el fuego en Darfur y forzar al gobierno sudanés a encontrar una solución pacífica al conflicto, respetando los derechos de la población de Darfur.