Tras la misa en la catedral de Valencia, sus restos ya descansan en la Basílica de los Desamparados Osoro: "Carles pasó por la vida haciendo el bien"

Los restos mortales del cardenal arzobispo emérito de Barcelona, el valenciano Ricard María Carles, ya descansan en la Basílica de la Virgen de los Desamparados de Valencia, donde hoy han recibido sepultura tras un funeral en la Catedral, al que han asistido autoridades políticas y eclesiásticas.

El arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, ha presidido la misa, concelebrada por el arzobispo de Valencia, Carlos Osoro. También hanconcelebrado el  el arzobispo de Valencia, por el cardenal arzobispo emérito de Sevilla, Carlos Amigo; los obispos de Alicante, Castellón, Ibiza, LLeida, Tortosa y el obispo auxiliar de Barcelona, monseñores Jesús Murgui, Casimiro López, Vicente Juan, Joan Piris, Enrique Benavent y Sebastià Taltavull respectivamente, así como por el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, monseñor José María Gil Tamayo.

El cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, ha destacado la "profunda unión a Jesucristo" del cardenal valenciano Ricard María Carles, durante la misa exequial que ha presidido esta tarde en la Catedral de Valencia, por el eterno descanso del purpurado, fallecido el pasado martes, quien "imitando a Jesucristo ha pasado por el mundo haciendo el bien".

Según el cardenal Martínez Sistach, con el que han concelebrado nueve obispos y un centenar de sacerdotes, Ricard María Carles hacía el bien "no solamente en esta querida archidiócesis de Valencia, en la de Tortosa y Barcelona sino también en el conjunto de las diócesis de España, y en la Iglesia universal como colaborador del Santo Padre".

Durante su homilía, el cardenal arzobispo de Barcelona ha elogiado la profunda devoción a la Mare de Déu dels Desamparats del cardenal Ricard María Carles, y también por la Virgen de la Merced y la de Monstserrat. Además, "vivía su ministerio presbiteral y episcopal profundamente unido a Jesucristo y los contenidos de las cartas paulinas alimentaban su espiritualidad y oración".

Igualmente, ha invitado a que "la esperanza que mantuvo siempre se convierta ahora en realidad y que a nosotros nos motive constantemente en nuestro peregrinar por nuestro mundo" . Al final, "si queremos que nuestra vida sea fecunda hemos de morir a nosotros mismos para amar a Dios y a los hermanos".

Por su parte, el arzobispo de Valencia, al término de la eucaristía, ha agradecido la presencia de todos los concelebrantes y ha calificado al cardenal Ricard María Carles como "valenciano y hombre de Dios" con una "pasión extrema" por la Iglesia, que "ha querido regresar a esta tierra que le vio nacer a la vida y la fe". Igualmente, el prelado ha agradecido a todos los presentes su asistencia porque significa un "reconocimiento a la vida y a las obras de este hombre de Dios que pasó por la vida haciendo el bien".

A la salida del féretro del templo, los participantes han dedicado una ovación al Cardenal fallecido.

También han concelebrado miembros del Cabildo de la Catedral de Barcelona, del Cabildo de la Catedral de Valencia y del Consejo Episcopal de la Archidiócesis de valencia, entre otros sacerdotes.

Entre las autoridades ha asistido Rita Barberá, alcaldesa de Valencia, ciudad natal del cardenal Carles, y los integrantes del Ayuntamiento de la localidad valenciana de Tavernes de la Valldigna, donde estuvo destinado en sus primeros 14 años de ministerio sacerdotal y del que era Hijo Adoptivo.

Durante la homilía, el arzobispo de Barcelona ha recordado al cardenal como una persona "profundamente espiritual" que vivía "unido a Jesucristo". El arzobispo de Valencia, que también ha leído unas palabras durante la misa, ha destacado del difunto que "pasó por la vida haciendo el bien, y sus buenas palabras siempre fueron acompañadas por obras".

Tras la eucaristía, el féretro con los restos mortales del purpurado, que falleció a los 87 años de edad en Tortosa, ha sido trasladado a la Basílica de la Virgen de los Desamparados, donde ha entrado a hombros de sacerdotes valencianos.

La Escolanía de la Virgen, situada en la capilla del Cristo de los Afligidos, ha cantado una plegaria a la Mare de Déu a la entrada del féretro mientras el cardenal Martínez Sistach ha bendecido la tumba donde desde hoy ya descansan los restos de Carles.
Se trata del primer enterramiento que acoge el templo valenciano desde 1931 y el segundo en sus más de trescientos años de historia.

(Rd/Agencias)

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