El obispo auxiliar de Madrid reivindica la labor de la HOAC: “Gracias por vuestra presencia evangélica" Vicente Martín denuncia las nuevas formas de precariedad laboral y pide erradicar los discursos políticos racistas

Maru Megina, Vicente Martín y Luisma Romero (d)
Maru Megina, Vicente Martín y Luisma Romero (d) Noticias Obreras

 El obispo auxiliar de Madrid, Vicente Martín, ha inaugurado este miércoles las jornadas abiertas de los Cursos de Verano de la HOAC con un discurso centrado en la centralidad del trabajo humano, la denuncia de las nuevas formas de precariedad, la crítica a los discursos políticos racistas y el llamamiento a las personas cristianas a “no permanecer como espectadores, sino implicarse activamente en una sociedad herida”

“Un gran desafío es erradicar toda actitud de racismo, discriminación y xenofobia que algunos partidos políticos fomentan con fines electoralistas y otros, zorramente, se callan, y en la que algunos cristianos también caen, a veces creen ingenuamente”, ha aseverado

Ha recordado una de las enseñanzas del papa Francisco en Fratelli tutti: “No tenemos que esperarlo todo de los que nos gobiernan. Gozamos de un espacio de corresponsabilidad capaz de iniciar y generar nuevos procesos y transformaciones”

(Noticias Obreras).- El obispo auxiliar de Madrid, Vicente Martín, ha inaugurado este miércoles las jornadas abiertas de los Cursos de Verano de la HOAC con un discurso centrado en la centralidad del trabajo humano, la denuncia de las nuevas formas de precariedad, la crítica a los discursos políticos racistas y el llamamiento a las personas cristianas a “no permanecer como espectadores, sino implicarse activamente en una sociedad herida”.

En su saludo inicial, Vicente Martín ha agradecido la labor de Maru Megina al frente de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) y ha expresado su apoyo a la nueva presidenta general, Paloma Becerra: “Gracias por el compromiso que asumes. Estaremos contigo, tu diócesis también”.

Boletín gratuito de Religión Digital
QUIERO SUSCRIBIRME

Ha saludado también a las delegaciones diocesanas presentes y ha recordado su paso por la Conferencia Episcopal, donde compartió responsabilidades con Antonio Aranda, director de Pastoral del Trabajo, y Luis Manuel Romero, director de Laicos, Familia y Vida, ambos presentes en la sala.

Asimismo, ha transmitido el saludo del cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid: “La Iglesia de Madrid os acoge con mucho gusto y se pone, no cabe duda, a vuestra disposición”. “La HOAC tiene un papel importante en la Iglesia de cara a la evangelización del mundo del trabajo”, ha afirmado.

El mundo del trabajo y las nuevas vulnerabilidades

Martín ha propuesto comenzar estas jornadas formulando las preguntas fundamentales que subyacen al lema del encuentro: “¿Qué está ocurriendo en el mundo del trabajo? ¿Qué cambios profundos se están experimentando? ¿Qué consecuencias tienen, especialmente para los más vulnerables? ¿Qué respuestas podemos, por lo menos, intentar como sociedad y como Iglesia?”.

Ha centrado su intervención en las múltiples transformaciones del trabajo que reclaman nuevas sensibilidades sociales, políticas y espirituales. En primer lugar, ha denunciado los efectos del paradigma tecnocrático y el avance de la inteligencia artificial, que —ha dicho— “está transformando el mundo laboral a una velocidad sin precedentes. Si bien supone una mayor eficiencia y reducción de costes, también está generando una precarización del empleo, debido a la automatización de las tareas, la tercerización, la vigilancia constante de las personas trabajadoras”.

En este contexto, ha recordado que “la Doctrina Social de la Iglesia enfatiza que el desarrollo tecnológico debe estar al servicio del ser humano y no al revés”. “La tecnología debe ser un instrumento al servicio de la dignidad humana integral y del bien común”, ha añadido.

En esa línea, ha recuperado una advertencia reciente del papa León XIV, pronunciada durante la vigilia del Jubileo de los Jóvenes: cuando las nuevas tecnologías están dominadas por la lógica comercial y los intereses economicistas, “acaban instrumentalizando al ser humano y sus relaciones”.

La "explotación flexible"

El obispo también ha abordado una de las vulnerabilidades más graves y extendidas: la explotación flexible. “Es una perversa combinación entre la flexibilidad del mercado laboral y las deficientes condiciones del trabajo, que acaba normalizando la inseguridad y la precariedad, poniendo en riesgo la estabilidad económica y los derechos, pero también la salud mental y emocional de muchas personas trabajadoras”, ha subrayado.

Martín se ha referido también al impacto laboral de la crisis climática, que afecta especialmente a los sectores más empobrecidos. “Los impactos del cambio climático no se distribuyen equitativamente y los trabajadores pobres son los que sufren las mayores consecuencias. La crisis climática impacta negativamente en la calidad del empleo, la productividad y la seguridad laboral”.

Por ello, ha planteado la necesidad de una respuesta basada en la ecología integral, como propone Laudato si’, que promueva la justicia socioambiental y una transición justa que fortalezca la protección social y mejore las condiciones laborales.

En muchos lugares de nuestro mundo, se da una conexión profunda entre empobrecimiento, explotación de la mujer y degradación del medio ambiente

Otro de los temas abordados ha sido el del trabajo de los cuidados, vinculado a la sostenibilidad de la vida y a una triple opresión: “En muchos lugares de nuestro mundo, se da una conexión profunda entre empobrecimiento, explotación de la mujer y degradación del medio ambiente”, ha afirmado. Por ello, ha reclamado una “cultura del cuidado, tanto de las personas como de la casa común”.

Ha pedido avanzar hacia un modelo que sitúe los cuidados en el centro de la organización social, denunciando su invisibilización y la sobrecarga que sufren muchas mujeres, especialmente migrantes.

Erradicar el racismo que algunos partidos fomentan

Una parte importante de su intervención ha sido la denuncia de las actitudes racistas, discriminatorias y xenófobas que emergen en el discurso público, muchas veces legitimadas por partidos políticos.

“Precisamente los trabajadores migrantes son los más vulnerables en esta sociedad del riesgo que se va configurando, acechados por un doble cuchillo: la discriminación y la precariedad moral”, ha señalado.

“Un gran desafío es erradicar toda actitud de racismo, discriminación y xenofobia que algunos partidos políticos fomentan con fines electoralistas y otros, zorramente, se callan, y en la que algunos cristianos también caen, a veces creen ingenuamente”, ha aseverado.

El obispo ha reclamado incorporar a la acción pastoral y social de la Iglesia un enfoque de hospitalidad, interculturalidad y cosmopolitismo samaritano, siguiendo las orientaciones del papa Francisco. Ha apostado por un modelo de convivencia que respete la diversidad de cosmovisiones y estilos de vida, frente a toda forma de exclusión o supremacismo.

El compromiso como respuesta evangélica 

Vicente Martín ha querido cerrar su intervención recordando que el sufrimiento en el mundo del trabajo no puede dejarnos indiferentes. Ha denunciado el impacto de otra gran vulnerabilidad que atraviesa el mundo: la guerra y los conflictos armados.

“Tienen un efecto devastador en el trabajo, afectando tanto a las personas como a la economía en general”, ha explicado, mencionando sus consecuencias: desempleo, destrucción de infraestructuras, desplazamientos forzados, desintegración familiar.

Ha reivindicado el papel del movimiento obrero en la construcción de la cultura de la paz, y ha citado de nuevo al papa León XIV, esta vez con motivo del 80º aniversario de Hiroshima: “Invita a la comunidad internacional a renovar el compromiso con una paz desarmante y desarmada”.

Frente a esta multiplicación de heridas sociales, el obispo ha apelado al compromiso creyente desde una espiritualidad encarnada: “En un mundo herido, no podemos permanecer como espectadores, ni siquiera como meros críticos. Es preciso implicarse”.

Y ha recordado una de las enseñanzas del papa Francisco en Fratelli tutti: “No tenemos que esperarlo todo de los que nos gobiernan. Gozamos de un espacio de corresponsabilidad capaz de iniciar y generar nuevos procesos y transformaciones”.

Ha definido así la vocación de la HOAC como “ser parte activa en la rehabilitación de una sociedad herida como la nuestra”. Y ha concluido agradeciendo su testimonio comprometido: “Gracias por vuestra presencia evangélica y vuestro servicio a los más vulnerables en situación de precariedad. Con vuestra cercanía, acompañamiento y apoyo sois la caricia de Dios para aquellos que se ven vulnerados en sus derechos laborales o no encuentran un trabajo digno”.

Volver arriba