La idea cristiana de la autoridad (XVII) El ministerio en los tiempos venideros

El ministerio en los tiempos venideros
El ministerio en los tiempos venideros Tea

"Jesús dijo: '¿Nunca habéis leído lo que hizo David cuando él y sus compañeros tuvieron hambre y necesidad? Durante el sumo sacerdocio de Abiatar, entró en la casa de Dios y comió el pan consagrado, que sólo era lícito a los sacerdotes. Y dio también un poco a sus compañeros". (Marcos 2,25-26; ver 1 Samuel 21,1-6; 22,20-23)

"Tengo mucho más que deciros, pero ahora es demasiado difícil que lo entendáis. Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, él os guiará a toda la verdad. No hablará por su cuenta, sino que os contará lo que oiga y os hablará de lo que ha de venir". (Juan 16, 12-13)

Nuestro mundo tecnológico impulsado por la ciencia crea nuevas posibilidades que también plantean nuevos dilemas morales. ¿Cómo debe responder la autoridad espiritual a estos desafíos de nuestra era moderna?

En este nuevo clima, ¿escuchan también los líderes de la Iglesia al Espíritu que habla a través de expertos -biólogos, psicólogos, sociólogos, etc.-?

"Jesús dijo: '¿Nunca habéis leído lo que hizo David cuando él y sus compañeros tuvieron hambre y necesidad? Durante el sumo sacerdocio de Abiatar, entró en la casa de Dios y comió el pan consagrado, que sólo era lícito a los sacerdotes. Y dio también un poco a sus compañeros". (Marcos 2,25-26; ver 1 Samuel 21,1-6; 22,20-23)

"Tengo mucho más que deciros, pero ahora es demasiado difícil que lo entendáis. Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, él os guiará a toda la verdad. No hablará por su cuenta, sino que os contará lo que oiga y os hablará de lo que ha de venir". (Juan 16, 12-13)

Hace años, en una jornada de recuerdo para jóvenes, me preguntaron cuántas lenguas hablaba Jesús. "El arameo era su lengua materna", respondí, "y probablemente dominaba el griego, como la mayoría de los judíos de su época. Pero seguro que no entendía el inglés".

Judy, una chica alta con el pelo largo que enmarcaba sus penetrantes ojos azul oscuro, estaba visiblemente molesta por esto. "Jesús era Dios", protestó. "Era omnisciente. Lo sabía todo. Debía de saber inglés. De hecho, probablemente no habría tardado más de cinco minutos en completar el crucigrama del Times. Estaba todo en su mente".

"Un momento", dije. "Sí, la humanidad de Jesús transmitía/transportaba/comunicaba divinidad. Pero eso no afectó a su condición de ser 100% humano. ¿Acaso Jesús no necesitaba usar sus pies para caminar de un lugar a otro? ¿No estaba cansado y hambriento al final del día, como cualquier otra persona? ¿No necesitaba descansar de vez en cuando?".

"Sí", admitió a regañadientes. "Pero eso es diferente, sólo físico. La omnisciencia reside en la mente".

"Me temo que se equivoca", repliqué. "Las limitaciones humanas afectaron a la mente de Jesús. Al igual que sus contemporáneos, Jesús no podía imaginar cómo era un tren eléctrico, ni un automóvil, ni un avión, ni un televisor, ni un ordenador. Como ser humano, era en todos los aspectos como los demás, tal como él quería ser. Se llamaba a sí mismo "Hijo del Hombre", expresión aramea que significa "la persona corriente". Incluso podía cometer errores, como recordar mal las cosas".

"¡¿Cometer errores?!", exclamó ella. "¡Seguro que no! ¿Puede demostrarlo?"

"Sí", respondí. "Jesús se equivocó cuando dijo que Abiatar era sumo sacerdote cuando David comió de los panes consagrados. Leemos en el primer libro de Samuel que el sumo sacerdote en ese momento era Abimelec y que Abiatar se convirtió en sumo sacerdote después. Como Jesús no tenía un ejemplar personal de la Biblia para consultar, tenía que recordar los textos de memoria, de lo que había oído en las lecturas del sábado. Confundir los nombres de Abimelec y Abiatar es el tipo de lapsus de memoria que cualquiera de nosotros podría haber cometido. Y no invalidaba lo que Jesús estaba diciendo. Simplemente fue algo humano".

Ampliación de las enseñanzas de Jesús en los tiempos venideros

El Evangelio de Juan difiere de los de Marcos, Mateo y Lucas en que explicita/desvela las intenciones de Jesús. Se dirige especialmente al público helenístico [= de habla griega] de finales del siglo I. Traduce los dichos originales de Jesús en arameo al lenguaje y pensamiento más sofisticados del mundo grecorromano.

El relato de Juan de la Última Cena también es único. Ofrece un largo discurso de Jesús en el que prepara a los discípulos para los años venideros. Lo esencial es que él mismo ya no estará entre ellos en su apariencia física. Pero seguirá presente de forma espiritual, a través de su Espíritu. El Espíritu aclarará cómo deben interpretarse las intenciones de Jesús en los nuevos e inesperados desafíos de los tiempos venideros. "Tengo mucho más que deciros, pero ahora es demasiado difícil que lo entendáis. Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, él os guiará a toda la verdad. No hablará por su cuenta, sino que os contará lo que oiga y os hablará de lo que ha de venir" (Jn 16, 12-13).

Son palabras cruciales. ¿Y cómo hablará el Espíritu? ¿Revelará el Espíritu la mente de Jesús sólo a través de líderes eclesiásticos ordenados, sacerdotes, obispos, papas? La respuesta es: ¡No! El Espíritu actuará en toda la comunidad.

"Hay diferentes tipos de dones, pero el mismo Espíritu los distribuye. Hay diferentes tipos de servicio, pero el mismo Señor. Hay diferentes tipos de trabajo, pero en todos ellos y en todos actúa el mismo Dios. Ahora bien, a cada uno se le da la manifestación del Espíritu para el bien común. A uno se le da por medio del Espíritu un mensaje de sabiduría, a otro un mensaje de conocimiento por medio del mismo Espíritu, a otro fe por medio del mismo Espíritu, a otro dones de sanidad por medio de ese mismo Espíritu, a otro poderes milagrosos, a otro profecía, a otro distinguir entre espíritus, a otro hablar en diferentes tipos de lenguas, y a otro la interpretación de lenguas. Todo esto es obra de un mismo Espíritu, y Dios lo distribuye a cada uno como Él quiere" (1 Cor 12,28).

Preguntas

Nuestro mundo tecnológico impulsado por la ciencia crea nuevas posibilidades que también plantean nuevos dilemas morales. ¿Cómo debe responder la autoridad espiritual a estos desafíos de nuestra era moderna?

En este nuevo clima, ¿escuchan también los líderes de la Iglesia al Espíritu que habla a través de expertos -biólogos, psicólogos, sociólogos, etc.-?

Ciencia y fe

Boletín gratuito de Religión Digital
QUIERO SUSCRIBIRME

Etiquetas

Volver arriba