Urgente: Un Gran Milagro

Urgente: Un Gran Milagro


En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fie­bre y se lo dijeron. Jesús se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles. Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y poseídos. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían no les permitía hablar. Se levantó de madrugada, se marchó al descampado y allí se puso a orar. Simón y sus compañeros fueron y, al encontrarlo, le dijeron: "Todo el mundo te busca". Él les respondió: "Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he venido". Así recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expul­sando demonios".

Con este breve pasaje del Evangelio vamos a profundizar un poco más en el conocimiento de Jesús y su mensaje como respuesta a las necesidades y problemas de nuestro tiempo:



1.-Jesús llevaba una vida dura y difícil, de pasar necesidades y muchas penurias; de sufrimiento, porque le dolían las carencias y los padecimientos de la gente, de sentirse decepcionado. Nos lo recuerdan estos datos, tomados de los Evangelios:



"Los pájaros tienen nidos y las zorras guaridas, pero yo no tengo ni donde reclinar la cabeza". Jesús vivía muy pobremente.

"Me da lástima de esta gente, porque andan como ovejas sin pastor". Jesús ve a la gente desamparada, desprotegida, abandonada. Aquí vemos como ve enferma y con fiebre a la suegra de Pedro, la coge de la mano, la levanta y la sana. Jesús es cercanía, cordialidad, afecto hacia cada persona. Todo dolor es su dolor.

"Me da pena de esta gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tiene qué comer, y si los despido a sus casa en ayunas van a desmayar por el camino, y además algunos han venido de lejos". Qué haría hoy Jesús viendo a muchedumbres de millones que en el Tercer Mundo no tienen qué comer, viendo que 35.000 niños se mueren a diario de hambre y sed, que muchos miles de familias en Sudán, Somalia y Kenia se ven obligadas a emigrar en busca de agua y pasto para sus animales. Ancianos que se sientan al borde las carreteras de tierra, extenuados, suplicando un poco de agua a quien pasa, pero la respuesta es solo una nube de polvo. Mientras, en gran parte de los países industrializados, la población sufre por sobrepeso y según la FAO cerca de una tercera parte de la comida producida para consumo humano, es decir, 1300 Millones de toneladas, acaban en la basura cada año.

"Jesús...Al acercarse y ver la ciudad, lloró sobre ella", porque "está oculto a tus ojos que vendrán días sobre ti en que tus enemigos te rodearán de empalizadas". A Jesús le duele que a aquella ciudad a la que mira con cariño y quisiera poder cobijar como una gallina a sus polluelos, le espera un destino fatal. Ella va a ser el escenario de sus mayores enfrentamientos con los poderes políticos y sobre todo religiosos que tenían al pueblo explotado y oprimido. En ella esos poderes opresores van a urdir la trama de su muerte. Jesús vive una gran tensión interior, porque se sabe amenazado de muerte, hasta el punto de tener que andar escondido y tranquilizar a los discípulos porque temen también por su propia vida por seguirlo a El. Es cuando les dice: "Estad tranquilos, porque en casa de mi Padre hay muchas mansiones, y cuando yo me vaya os prepararé un sitio, y os llevaré también a vosotros, para que donde esté yo estéis también vosotros"; y también les dice: "No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma".


Esta situación difícil y muy comprometida la sufren hoy todos los que denuncian la opresión y la injusticia en los países del Tercer Mundo, como en Colombia, Honduras, Guatemala, México, el Congo, Ruanda, y muchos más sitios: Misioneros, sindicalistas, miembros de ONGs, etc. son amenazados, secuestrados, torturados, asesinados. Kagame en Ruanda amenaza con cerrar los ofanatos de niños/as seropositivos de VIH y dejarlos abandonados, para decir al mundo que alí todo va bien. Y los demás¿ qué decimos?


2.-Los Evangelistas nos hablan con mucha frecuencia de la oración de Jesús, que incluso se iba solo al monte y se pasaba noches enteras en oración. Jesús era consciente de que sin reflexionar, meditar, hablar, comunicarse con el Padre, no podía soportar la vida y los compromisos, cada día más comprometedores, que estaba asumiendo. Era muy consciente de que le llevaban derecho a la pena de muerte, y la peor muerte de todas: la flagelación (en la cual algunos ya se morían) y la crucifixión, que los romanos aplicaban sin contemplaciones a los esclavos. Jesús sabía que iba a ser tratado como uno de ellos. Por tres veces se lo adelanta a los discípulos para que no se espanten, y de hecho, en pleno proceso de su condena, así lo hicieron: "lo dejaron solo y huyeron". Su muerte fue un cruel asesinato, bien premeditado y planificado. Solo unas cuantas mujeres lo acompañaron hasta la misma cruz, y en aquella sociedad había que echarle mucho valor. Bien por ellas.


¿Cuándo veremos a otra Iglesia, porque la oficial actual no lo va a hacer, dar a las mujeres el mismo protagonismo que les dio Jesús en la construcción del Reino de Dios en este mundo? Para los creyentes en Jesús, su resurrección es el hecho cumbre de su vida: no solamente se presentó primero a ellas, y no a los Apóstoles, como resucitado, sino que les dio el protagonismo de ser ellas quienes iban a darles la noticia a ellos.


La oración de Jesús con el Padre era el secreto íntimo y la fuerza impulsora de su compromiso por la causa de los oprimidos. Pero Jesús no iba al templo ni a santuarios ostentosos a hacer la oración o a celebrar ritos, ceremonias o procesiones, para quedar satisfecho y así pensar o sentir que ya podía estar tranquilo porque había cumplido. Ni se dedicaba a montar nacimientos costosísimos en la Plaza de San Pedro: el del 2009 costo 550.000 €. Jesús era un laico comprometido con el pueblo y así cumplir la voluntad del Padre.Este compromiso con los empobrecidos era la esencia de su espiritualidad. Toda 'oración', toda 'eucaristía', toda 'celebración que no lleve al compromiso con los valores del Reino de Dios, no sirve para nada, es un engaño a nosotros mismos, a los demás y por tanto a Dios en ellos.



3.-El templo y el santuario de Jesús era cualquier lugar que le permitía comunicarse con el Padre y desde ahí comprometerse con las penurias, carencias y necesidades de la gente, y por eso cura a todos los enfermos que le traen (en el lenguaje del Evangelio muchos es igual a todos). Jesús no hace curaciones ni signos milagrosos para que le admiren o piensen que todo lo puede. Lo hace de la forma más sencilla como en este caso con la suegra de Pedro, que fue el primer Papa y casado. Jesús cura para que la gente no sufra, para que viva más dignamente. Jesús multiplica panes y peces para quitar el hambre a más de 5000 personas, que al ver el prodigio quieren hacerlo rey, pero El se retira y se oculta, porque la solución es el cambio estructural de la sociedad, como también hoy. El había venido para este cambio.


4.-La población entera se agolpaba a la puerta: La gente encontraba en Jesús respuesta a sus angustiosas penurias, a sus aspiraciones más hondas. ¿Qué le pasa a la Iglesia de hoy, que la gente, lejos de buscarla, cada vez huye más de ella? Ya es bastante frecuente oír: "Yo creo en Jesús, pero no creo en la Iglesia". Es lógico, porque la iglesia está cada vez más lejos del mensaje de Jesús, más lejos del Evangelio. Con curas y obispos pederastas, con otros que los encubren, con cardenales que se rodean de banqueros y grandes empresarios (Rouco); con otros obispos que celebran los funerales de los poderosos, pero no aparecen en los de los pobres, con otros que discriminan rotundamente a las mujeres y a otros colectivos, que son autoritarios, que están por encima del bien y del mal, que aparecen en los medios rodeados de lujos, de mitras, de báculos, levantando cálices que son o parecen de oro, organizando costosos conciertos para el Papa (Sanz Montes de Oviedo), etc. En una iglesia así, es imposible creer, porque en nada se parece a lo que fue Jesús de Nazaret



5.-Hoy no hace falta hacer ningún milagro para curar las enfermedades evitables de millones de seres humanos, ni hace falta multiplicar la comida para dar de comer a todos, porque sobran medios para curar muchas enfermedades y para saciar el hambre de todos, pero nos hace falta hacer un gran milagro que depende de todos nosotros: el gran milagro de la justicia, de la solidaridad, de la fraternidad, del amor de un@s a otr@s. Este milagro no depende de Dios. Este gran milagro depende de nosotros. Todos podemos aportar algo para él. A este gran milagro tenía que contribuir la Iglesia poniendo todos los bienes que no necesita al servicio de los pobres y desde ese compromiso poder hablar con libertad total contra los opresores de los oprimidos. Desde ahí estaría legitimada para denunciar las injusticias y a los injustos que las causan. A Jesús le decían: "Todo el mundo te busca". A una iglesia así no la buscarían los opresores, pero sí la buscarían todos los oprimidos, los preferids de Jesús. Un opresor mientras oprime no puede pertenecer al Reino.

EL DATO.- La presión que se ejerce sobre la tierra cultivable contribuye de manera determinante al exceso de emisiones de CO2. De hecho, si plantásemos árboles en la tierra dedicada actualmente a la producción desechada, podríamos compensar la totalidad de los gases de efecto invernadero provocados por el hombre. Solo en los hogares del Reino Unido se tira a la basura suficiente grano, principalmente en forma de pan, como para aliviar el hambre de 30 millones de personas.

Un cura italiano iba en el Costa Concordia, pero les dijo a los feligreses que se marchaba de retiro espiritual: ¿ese cura leería alguna vez el Evangelio?



Un abrazo muy cordial a tod@s.-Faustino
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