Breverías. ¿PARA QUÉ ARGUMENTOS? BASTA CREER.

Da la sensación de que los crédulos no son como los demás a la hora de "conocer". Olvidan que el hombre tiene una única forma de conocer, la experiencia, incluyendo aquí todos los procesos que llevan al conocimiento de una verdad.

Con relación a las verdades de fe, nadie puede negar un credo con datos de experiencia. Se puede afirmar que Dios es Trino y Uno a la vez: ningún experimento podrá demostrar que esto es falso. No puede haber nada que demuestre su falsedad.

Ahora bien, el paso que la credulidad quiere dar no es procedente: la negación de la indemostrabilidad no es argumento para deducir que sea verdad. Para "certificar" la verdad hay que demostrarla. Esto es un axioma científico del que no puede zafarse ni el más romo de los crédulos [de ahí nuestra insistencia en prescindir de verdades jamás constatadas].

--¡Sí, pero la ciencia no tiene que ver nada con Dios!
Precisamente este argumento se alza contra ellos mismos: entonces ¿por qué tanta Teología? ¿Por qué utilizan la ciencia para certificar milagros? ¿Por qué han perdido el tiempo durante siglos en demostraciones de Dios? ¿Por qué tan descomunal, ingente e inmensa bibliografía para alimentar "interioridades" por medio de exterioridades"?. Digan, simplemente, que se crea y basta.

Pero siguen y siguen insistiendo en demostrar a Dios. ¿Cómo? He aquí algunas "demostraciones" de Dios según sus mismas palabras una y otra vez manidas:

Que siento su amor dentro de mí, que su existencia da sentido a mi vida, que noto su influjo, que me ayuda a ser mejor, que su unción benéfica me inunda, que me siento más tranquilo, que llena mis horas...


Llegados a este punto uno no sabe si el crédulo está demostrando la existencia de Dios o que es un recién casado suspirando por su consorte o que acaba de salir del restaurante tras una opípara cena.
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