Triángulo amoroso: Éros, Philía y Agápe/ 6

El que no quiera al Señor (ou phileî tòn Kýrion), ¡sea anatema!” (1Cor 16,22)
Sicut lilium inter spinas, sic amica mea inter filias (Cantar de los Cantares)
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Dentro de la filosofía griega, Platón centró su análisis del Amor en el Éros, priorizando el primer lado, que sitúa en la base del “triángulo amoroso”, desarrollando una escala ascendente de grados, que va del amor físico al amor espiritual, culminando en la Idea de Bien (=Idea de Belleza), en sintonía con su dualismo e idealismo metafísico.
Aristóteles, más realista y empírico que su maestro, centra sus análisis en la Philía, segundo lado del triángulo, como virtud ética indispensable en las relaciones humanas y sociales. De ahí la enorme actualidad de sus valiosos análisis que, como buen naturalista, sitúa en un plano natural e inmanente.
Pero será el cristianismo, en cuanto religión y teología, el que dé prioridad al Amor entendido como Agápe, situándolo en una dimensión sobrenatural y trascendente, que sirve de fundamento último. Desde el punto de vista epistemológico, en la teología cristiana, sea en el Nuevo Testamento o en los teólogos posteriores, la razón natural, que nunca es autónoma, queda supeditada a la fe sobrenatural y, por tanto, la filosofía se subordina a la teología. En sentido estricto, no existe “filosofía cristiana”, puesto que en filosofía la razón es soberana. Una filosofía supeditada a una fe religiosa se convierte en “pseudofilosofía”.
De hecho, en el Nuevo Testamento, la palabra “filosofía” solo aparece una vez (“hápax legómenon”) y en sentido totalmente negativo. El autor de Colosenses, discípulo de Pablo, aconseja a los cristianos no dejarse embaucar por ella: “mirad que nadie os engañe mediante la vana falacia de la filosofía…” (Col 2,8). Así, el “amor a la sabiduría”, o filo-sofía, valor intelectual central para los griegos, queda entre los cristianos despreciado y minus-valorado.
La palabra Éros, la base del triángulo platónico, ni siquiera aparece en el Nuevo Testamento, lo que implica una clara inversión de valores con respecto a la filosofía griega. La atrofia de Éros, vinculada a la idea de concupiscencia pecaminosa y a una moral sexofóbica, se compensa con la hipertrofia del Agápe, que ahora es la nueva base sobrenatural del triángulo amoroso.
El Nuevo Testamento exalta el Agápe/cáritas, cuyo fundamento es el amor de Dios a la humanidad. De ahí derivan los dos mandamientos básicos: “Amarás a Dios sobre todas las cosas” y el amor fraternal al prójimo (Lev.19, 18), especialmente a los hermanos en la fe, como aconseja Pablo en Gál 6,10: "… málista dè toùs oikeíous tês písteôs”.
La hostilidad hacia el Éros, que separa de forma dualista y antitética el amor sacro y el amor profano, es la que triunfa secularmente: una moral sexofóbica y homofóbica, que une la libido con el pecado, personal y original ("la concupiscencia sexual es un castigo por el pecado original", dice Agustín).
Tomás escribe que "la unión conyugal, sin el fin de la procreación, es siempre pecado, aunque venial". Y para Lutero, "el matrimonio es un hospital para enfermos".
De aquí deriva la exaltación católica del antinatural celibato, de la virginidad y de la castidad, así como el ideal ascético y los excesos de los encratistas. Los dos predicadores apocalípticos, Jesús y Pablo, muestran una moral sexual rigorista, debido a la inminente llegada del reino de Dios, profecía errada que nunca se cumplió.
El nazareno afirma: “si tu ojo te escandaliza, arráncalo” (menos mal que sus seguidores no lo hicieron). Si miras a la mujer de tu prójimo deseándola, ya has adulterado (pecado de pensamiento y deseo, continuado por el sacerdote).
Jesús loa los eunucos por el Reino de los cielos. Pablo recomienda a los corintios que es mejor ser célibe, como él, pues el fin del mundo es inminente: "bonum est homini mulierem non tangere" (1 Cor 7,1). Pero si uno no se contiene, "mejor casarse que abrasarse". La relación conyugal es un deber, no un placer.
Sin embargo y de forma paradójica, en el Antiguo Testamento el Cantar de los Cantares hace un elogio erótico del amor de pareja, con atrevidas metáforas, que los exégetas confesionales interpretan de forma alegórica y que inspiró la “llama de Amor viva” de los místicos.
Así comienza el libro: “Bésame con besos de su boca. Son tus pechos más deliciosos que el vino”. Y sigue con los devaneos entre dos enamorados, tomando ella la iniciativa al invitar al amado a visitar las viñas, donde le entregará sus dones: “kaí ekeì dóso toús mastoús moû soì” (Cant 7,13).
En el Nuevo Testamento hay un rechazo del amor profano cantado por los líricos griegos, como Safo y Anacreonte, o el romano Ovidio y del paganismo de las fiestas dionisíacas, que simbolizan el eterno retorno de la vida natural, la afirmación alegre y festiva de la sexualidad y los misterios de la procreación. Se rechaza por pecaminoso el culto a Afrodita, el mito de Perseo o los desnudos en el arte, que solo se recuperan en el Renacimiento.
Volviendo al N. T., la philía, tema central en Aristóteles, queda infravalorada y el vocablo apenas aparece. En la carta de Santiago (4,4) está ligada a la concupiscencia y con una clara inversión de valores: “!Adúlteros¡,¿no sabéis que la amistad con el mundo (he philía tou kósmou) es enemistad con Dios? Cualquiera, pues, que desee ser amigo (phílos) del mundo se constituye en enemigo (echthrós) de Dios”. Esta oposición moral entre el mundo y Dios será permanente en la moral cristiana. En los catecismos constará el mundo como uno de los tres enemigos del alma.
Sin embargo, aparece el verbo philéo en 25 casos, indicando una relación amorosa unas veces entre iguales y otras entre desiguales, entre Jesús y discípulos. Pablo exige que se ame al Mesías resucitado y en 1 Cor 16, 22 declara anatema a quien no ame al Señor. Pero la primacía de agápe, junto con el verbo agapân y el participio agapetós es abrumante, pues aparecen más de 300 veces.
El equivalente latino para agapân es diligere, del mismo modo que “amare” equivale al griego phileîn. La Vulgata traduce casi siempre agápe por cáritas y pocas veces por dilectio.