Con sus mismas palabras.

Evangelio de Mateo, capítulo 6.

“Y cuando oréis no seáis como los hipócritas que gustan de orar en pie en las sinagogas y en los ángulos de las plazas para ser vistos de los hombres; en verdad os digo que ya recibieron su recompensa. Tú cuando ores, entra en tu habitación y cerrando la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo escondido, te recompensará. Y orando, no seáis habladores como los gentiles, que piensan ser escuchados por su mucho hablar".

Hechos de los Apóstoles, capítulo 17.

El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que hay en él, ése, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por mano de hombre, ni es servido por manos humanas como si necesitase de algo, siendo él mismo quien da a todos la vida, el aliento y todas las cosas... Él fijó las estaciones y los confines de las tierras... para que busquen a Dios y siquiera a tientas le hallen, que no está lejos de cada uno de nosotros..."

Carta I a los Corintios capítulo 3.

¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo aniquilará. Porque el templo de Dios es santo y ese templo sois vosotros.

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No es de mi competencia ni tengo interés alguno en pensar siquiera cuál sería la mejor manera de conjugar "cuerpo eclesial" y "vivencia de estas palabras", pero desde luego la concreción y realización actual de tales mensajes no cuadra bien con lo que se ve y se hace.

No seguimos buscando textos, pero los hay en abundancia. Eso sí, nos reafirmamos en lo que aquí se dice sacando conclusiones evidentes:

1º) ¿Por qué, para rezar, hay que acudir a un templo? Es mejor hacerlo en privado y en la propia casa. ¿No está claro? ¡No hay que ir a ninguna iglesia! ¿Qué será de tanta catedral, de tanto santuario, de tanta basílica, de tanto templo y de tantas ermitas? Respuesta del "Establishment": "Lo siento, Jesucristo, tú has consentido todo esto por medio de tu Espíritu que ha inspirado a tus santos y la Tradición también es fuente de fe".

2º) Dios no habita en ningún templo,  lo dice el mayor Apóstol de todos, lo dice el creador del cristianismo, lo dice Pablo de Tarso: habita en cada uno de nosotros. "El templo de Dios reside en cada uno de los cristianos". ¿O esto también es simbólico? Pues palabras más claras...

3º) Cuando habló Jesús de ganar la vida eterna (Mat, 19, 16; Mc 10, 17; Lc 18, 18)  no habló para nada de ir a misa ni celebrar actos rituales. Es más, era sobradamente contrario a los mismos. El concepto global de la "misa" no es sólo que esté lejos del pensamiento del Fundador, es que lo contradice frontalmente. Aquel "haced esto en memoria mía" no tiene su mejor realización en la estereotipada misa actual, desde luego.

4º) Si algo contradice el verdadero espíritu de la oración es la recitación comunitaria y repetitiva…  ¿En qué lugar hay que poner el "santo rosario por la señal"? ¿En qué lugar quedan novenas, trisagios, exposiciones del Santísimo...? ¿El "viva Jesús sacramentado" y la retahíla que sigue? ¿Las letanías? ¿Los "yo pecador”, credos y glorias? Si hubo algo que Jesús quiso extirpar de las prácticas judías fue el ritualismo vacuo y burocratizado de su religión, el judaísmo.

5º) Búsquense, pues, los motivos REALES  de tales ritos, los que IMPORTAN  a la burocracia eclesial y por qué se sustentan tales prácticas... que desde luego no se encontrarán en el mensaje de su Maestro ni de su principal mentor, Pablo de Tarso.

Cito algunos de esos motivos reales: Medio para tener reunidas a las ovejas. Control de las masas. Facilidad para difundir doctrina. Sometimiento del pueblo a voluntades sacerdotales. Difusión de mensajes tópicos que se graban en la mente. Importancia del "número". Fuerza coactiva del gregarismo. 

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