La unidad sustancial del hombre –deberíamos cambiar el término “hombre” por el más apropiado de “persona”– pasa lógicamente por el cerebro.

El camino recorrido en el conocimiento de la estructura (neuroanatomía) y funcionamiento (neurofisiología) del cerebro ha sido enorme, pero, como suele suceder en todo conocimiento científico, la resolución de una teoría y de un problema engendra nuevos problemas para los que se aventuran nuevas teorías (hipótesis de trabajo).

En el camino van quedando arrumbadas creencias sin sentido, religiosas sobre todo, pero también científicas.

En un repaso superficial de lo que, según los científicos, queda por dilucidar, ya al subir de nivel --de las neuronas estudiadas por Cajal, a los sistemas neuronales y de éstos a las estructuras encefálicas-- las lagunas en el conocimiento crecen de forma exponencial.

Por ejemplo, algo tan "tonto" como conocer el funcionamiento de los sentidos del gusto y del olfato todavía deja mucho que desear; la percepción en relación con la fisiología del cerebro, también está en mantillas...

Se conocen de manera razonable los procesos sensoriales (entrada y salida), la biología celular del funcionamiento de los músculos, las áreas motoras y sensoriales de la corteza cerebral, las vías nerviosas conductoras de información... pero todavía no se sabe

--lo que pasa en el cerebro cuando, por ejemplo se toma la decisión de andar (el llamado acto volitivo);

--apenas si se ha descubierto una mínima parte del control de la motivación;

--las emociones, algo supuestamente más ligado al mundo animal, tampoco tienen explicación completa;

--tampoco se entiende bien cómo la cultura pueda interferir en los mecanismos cerebrales;

--dígase algo parecido de las bases neuronales del lenguaje y el asentamiento de las leyes gramaticales;

--los procesos inteligentes, inductivos o deductivos, todavía parecen estar en fase de teoría...

O, en otro orden de cosas, cómo se interrelacionan en el cerebro los distintos elementos que conforman una conducta: la genética neuronal, el ambiente, la educación, los conocimientos nuevos; el equilibrio hormonal; la misma nutrición; la herencia biológica...

O cómo y por qué y de qué manera un largo periodo de falta de autoestima degenera en enferemedades físicas graves y hasta en la muerte.

Es un campo tan inmensamente inexplorado, que ése es uno de los grandes retos a los que se enfrenta la ciencia de los tiempos venideros.

Mientras tanto, la credulidad oficial sigue hablando de "alma", "alma redimida por la sangre de Cristo"; la gracia como alimento del alma; de los pecados...

Y sabe que tiene para rato: de ahí que proporcione el alimento espiritual adecuado de la Sagrada Eucaristía; de ahí que procure la paz del espíritu con píldoras de palabras reveladas; o de que lleve la tranquilidad al alma con un sacramento específico, el del perdón...

¿Que esto es malo y perverso? ¿Que con esto atacamos a la religión? No, "por Dios", simplemente delimitamos los linderos de los que la religión va a ser expulsada en los próximos lustros, como el conocimiento del Universo enterró tantas "hermosas" Cosmogonías.