No hay tiempo para religiones.

Una vida por delante... Hay tiempo para todo... Una vida en el tiempo y tiempo dedicado a la vida. ¿Es el sueño tiempo? ¿O sólo lo es la vigilia? Por disponer de él, hasta se desperdicia. ¿Vale tan poco? El tiempo, horas para soñar, días de trabajo y ocio... El tiempo es el hombre mismo hecho vivencia.

Y los dioses que nos conceden el tiempo, nos lo roban, lo quieren para para ellos.

La rebelión de nuestro "élan vital": el tiempo y energías destinadas a los dioses, han de dedicarse al hombre. Hombre que siempre será, como Dios, único.

Su dignidad está en su individualidad y su unicidad, aunque siempre necesitado de integrarse, “por abajo”, en la naturaleza y, “por arriba”, en la sociedad.

Dios tiene todo el tiempo del mundo, se aburre, quiere jugar con nosotros: la vida es corta y no está para dedicarla a estos juegos, los juegos de la salvación.

Si de buscar dioses se trata, mejor será dedicar el tiempo a los niños, que son los dioses de la familia.
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