Claretianos.

He tenido gran admiración por los claretianos. Ciertamente por su santo fundador y por la labor que hizo la congregación en su primer siglo de vida. Creo que no tuve nunca relación personal con ninguno de ellos salvo alguna conversación de escasos minutos con el P. Apodaca. Y eso que en mi ciudad natal, Vigo, tenían casa.

Fui suscriptor de una excelente revista que publicaban, Ilustración del Clero, que en la crisis del postconcilio se empeñaron en matar. Sus sucedáneos murieron solos o ya no tienen la menor influencia. Y como en su iglesia de Marqués de Urquijo-Ferraz celebraban misa los domingos a las nueve de la noche no pocas veces acudí a ella. Celebrada siempre muy dignamente. Y tantas veces por el P. Apodaca.

Después les llegaron, como a tantos otros, días siniestros. En los que se embarcaron también. No voy a hablar ahora de ellos. De los que se fueron ni de los que echaron. Solamente me voy a hacer eco de lo que hoy publica Ecclesia Digital.

Acaba de celebrar Capítulo la provincia de Santiago en el que se eligió provincial. Además de otros cargos de gobierno. Ninguno me suena de nada y hasta estoy dispuesto a admitir que son buenos religiosos. pero, en su brevedad, dice muchas cosas. Todas preocupantes.

Esa provincia nace de la fusión de tres anteriores. Las de Aragón, Castilla y León. La disminución de religiosos impone esas agrupaciones. Que se han dado también en otras órdenes y congregaciones. Por ejemplo en los jesuitas.

Esta provincia inaugurada comprende a los claretianos de Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla-León, Valencia, Galicia, La Rioja, Madrid y Murcia, más Paraguay, Rusia y Suiza.

Pues prácticamente casi toda España. Quedan las Vascongadas y Navarra, que supongo serán una provincia, Cataluña, otra, y Andalucía, Extremadura y Canarias, que integrarán la cuarta. Pues, curioso.

Supongo que Andalucía, Extremadura y Canarias próximamente se integrarán, dado el declive vocacional, en esta provincia de Santiago. Y parece que Vascongadas y Navarra por un lado y Cataluña por otro van de independientes. ¿Les suena? Y a Navarra ya la han absorbido los vascos. ¿Les sigue sonando? Salvo que no haya claretianos en Navarra.

Luego vienen las cifras. Muy alarmantes. Se nos dice que esta provincia tiene cuatro obispos. Será verdad pero a mí sólo se me ocurre uno. Posiblemente por falta de información. El de Segovia, Gutiérrez. Tal vez cuenten en esta provincia al emérito de Pamplona Don Fernando Sebastián. Por nacido en Calatayud. O vayan a saber ustedes por qué. Si hay dos más supongo estarán en Paraguay. Porque en Rusia y en Suiza debe haber mínimas comunidades.

En total esa provincia, que es más que media España tiene 359 claretianos, de los que 296 son sacedotes. Parecen poquísimos pero la situación es mucho más alarmante porque unos cien de ellos deben ser ya inútiles para todo ministerio o casi. Tienen también 50 hermanos. Y teniendo en cuenta que hace muchos años que esas vocaciones son casi inexistentes pues deben ser todos mayorcísimos. Y la más alarmante de todas. Sólo nueve estudiantes. Ignoro cual es el periodo de formación de los cordimarianos. Pero andará por esos años. Si todos perseverasen, que ya es mucho suponer, tendrán una ordenación por año. Y morirán más de veinte.

Ya sé que no pocos van a indignarse por estas verdades. Lo bueno es seguir haciendo el avestruz. Pero los hechos son tozudos. Y terminan imponiéndose.

Ojalá los nuevos nombrados sean capaces de rectificar una derrota que les lleva a la ruina. A la desaparición. El camino seguido hasta el momento es trágico. Qué Dios les ilumine en buscar el acertado. Porque el seguido en los últimos sesenta años les lleva a la muerte.
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