Las Iglesias del Bloque.

Por un Blog gallego, Irimegos y Encrucillados, que dio cumplida cuenta de las famosas Romaxes, con profusión de fotografías de lo más ilustrativas, nos enteramos ahora de que una iglesia de la diócesis y municipio de Lugo sirvió de local propagandístico al BNG.

El Bloque Nacionalista Gallego es, de los tres partidos políticos con representación parlamentaria en Galicia, el que se muestra menos católico. Y ya es decir siendo otro el Partido Socialista. Tampoco es para echar cohetes con el Partido Popular. Recordemos como a varios de sus principales dirigentes les encanta participar en "matrimonios" gays o como bajo el mandato de Fraga los abortos aumentaban en Galicia año tras año.

Pues hay un grupo de curas, unos cuantos ya secularizados, que son los grandes propagandistas del Bloque. Desde hace ya muchos años. Pero ya lo de entregar las iglesias para mítines del Bloque parece demasiado.

El episcopado gallego está criando una víbora que ojalá no veamos un día enroscada en un hacha. Su actuación ciertamente no es activa, como en algunos hermanos de las Vascongadas pero resulta demasiado pasiva.

Al obispo de Lugo ya no se le puede pedir nada porque ya no está para nada. Enfermo y con la renuncia presentada hace tres días. A lo más, cuentas de todo lo que permitió durante su pontificado.

Sobre el arzobispo de Santiago todo son cábalas sobre su salud. Si se repone, como deseo, bueno sería que, de una vez, decidiera asumir el papel que como metropolitano le corresponde.

Don José Diéguez, el obispo de Tuy-Vigo, irá a remolque si se hace algo pero él no lo va a hacer. Presenta la renuncia en el 2009 y si siempre le espantó todo protagonismo no lo va a asumir a los setenta y tres años.

Quedan los obispos de Orense y Mondoñedo-Ferrol, con más personalidad, pero son los obispos más jóvenes de Galicia y titulares de obispados humildes. No son ellos los indicados para cortar los abusos que se vienen denunciando aunque bueno sería no los permitieran en sus diócesis. Creo que de ambos se puede esperar bastante.

Esperemos que Roma, donde seguro que tienen noticia de los escándalos, se decida a actuar en ese hermoso rincón de España. Tiene en su mano una decisión que debería ser inmediata. Nombrar un buen obispo para Lugo.

Después vendría lo más peliagudo. Y lo más necesario. Ocuparse de Compostela. Si la salud de Don Julián Barrio no se recuperara, su sustitución cuanto antes. Si un obispo débil nos ha llevado a lo que hay no quiero ni pensar lo que va a ser con un obispo débil y enfermo.

Si, como es de desear, se recuperase plenamente bueno sería que le indicaran, sin que nadie se entere, como se suelen hacer esas cosas en el Vaticano, que debía cambiar de marcha.

Con Don José Diéguez no hay tanta urgencia. Le quedan dos o tres años de episcopado y, discreto como es, seguirá llevando discretamente la diócesis. Es un caso curioso el de este obispo. Buena persona, que sin duda lo es, le aterra tanto cualquier protagonismo que es capaz de actuar bien para evitarlo. Quiero decir que dispuesto siempre a poco sería capaz de actuar con alguna energía para evitar un escándalo que le hiciera saltar a él a la primera página de los periódicos o de la televisión gallega.
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