Las monjas también en crisis ( y XII)

Las Hermanas Terciarias Franciscanas del Rebaño de María son una fundación gaditana de 1878 que no parece tener mucho futuro: las 115 de 1975 todavía eran 114 en 1986 pero habían caído a 94 en 2000.

Las Terciarias Franciscanas del Tránsito y Asunción de María son una antigua fundación sevillana del siglo XVII que agoniza. Si en 1955 todavía eran 55 las monjas, en 1998 sólo eran ya 18

Las Terciarias Trinitarias se fundaron en Mallorca en 1810 y nunca alcanzaron cifras considerables. Las 123 de 1975 son 82 en 1998

Las Trinitarias de la Madre Isabel son una fundación sevillana del siglo XVIII que también agoniza en sus dos casas de Sevilla y San Juan del Puerto (Huelva). Eran 21 en 1975 y ya son sólo 15 en 1998.

Las Hermanas Trinitarias las fundó en Madrid el sacerdote Méndez Casariego en 1885. Nunca fueron muchas y descienden: 295, 231, 192

Las Ursulinas de Jesús, de fundación francesa, caen en picado: 1250, 926, 684

De las órdenes e institutos con casas autónomas, las de más tradición y antigüedad en la Iglesia y pese a su clausura las más conocidas, salvo cinco o diez congregaciones de vida activa que se han hecho muy populares, hemos de decir que se encuentran con una dificultad añadida ante su disminución. Las Religiosas de Jesús-María, por poner un ejemplo, si cierran una casa digamos que en Trujillo ese mismo día las monjas de allí están distribuidas sin problema alguno en otras casas de la congregación. Las monjas se conocen, se han tratado y tal vez incluso han estado destinadas en la casa a la que ahora vuelven. Con las claras, las benedictinas, las bernardas... no ocurre eso. Ingresan en un monasterio o convento y en él mueren. Salvo que partan a una nueva fundación. Que en estos tiempos no es lo habitual. A las primeras no les cuesta nada cambiar de residencia. Lo han hecho ya muchas veces. A las segundas se les cae el cielo encima cuando en edades muy avanzadas tienen que abandonar la casa de toda su vida para ir a otra desconocida y con unas hermanas desconocidas.

Por todo ello las cifras que vamos a dar necesitan un coeficiente a aplicar a los números. Clarisas habrá las que haya. Pero así como las jesuitinas o las doroteas si son cien esas son en el caso de estas otras las cien no son cien sino 3+17+40+11+9+15+5. Creo que no necesito explicarlo más.

Las Agustinas descienden considerablemente: 1446, 1289, 980

Algo menos las Agustinas Recoletas: 661, 547, 449

Benedictinas hay de muchas congregaciones, algunas ya con menos de 50 monjas. Daremos la cifra de las más numerosas, las Benedictinas a secas, cuyos resultados no son buenos: 7534, cifra que extrañamente vuelve a repetirse en 1986, lo que se volverá pero que ya cae a 4924 en 2000. Creemos que la de 1986 o es una errata del Anuario Pontificio, lo que no parece creíble, por su repetición, o se debe a que por muchos años no tuvieron datos actualizados y repetían los de mucho tiempo antes.

Las Carmelitas no disminuyen notablemente: 971, 971 y 816.

Las Carmelitas Descalzas son un milagro y más dentro de su elevadísimo número: Las 11075 de 1973 eran 13o26 en 1986 y todavía 12226 en 2000. En el cuarto de siglo del descalabro no sólo no disminuyeron sino que aumentaron. No nos da el Anuario la distribución entre "maravillosas" y las que no lo son. Creo que serían muy importantes para ver como evolucionan unas y otras.

Las Bernardas están en caída libre: 2263, 2263, 1068

Descenso también de las Clarisas: 10020, 11300, 8179

Las Capuchinas, muchas menos, se mantienen mejor: 2565, 2841, 2388. Ante estos datos también creemos que debemos decir que nos extraña el incremento, ya más de una vez consignado, de 1986 sobre 1973. No creemos que se diera. Pensamos que, ante la autonomía de las casas, fueron llegando al Vaticano cifras de lugares que no se habían considerado.

Las Concepcionistas Franciscanas, de tanto arraigo en España: la Madre Ágreda, Sor Patrocinio..., también descienden: 2777, 2253, 2117.

Muy grave el descenso de las Dominicas: 5660, 5660, 3672

Increíble la cifra de las Jerónimas: 258, 244, 258. ¿Milagro de Sor Cristina de Arteaga?

Desaparecen las Mercedarias: 205, 282, 84

Y dentro de su pequeñez hacen esfuerzos por sobrevivir las Mercedarias Descalzas: 95, 70, 69

Y por último mencionaremos a las Visitandinas, mucho más conocidas entre nosotros como Salesas. También con datos catastróficos: 6500, 6500, 2653.

Pues esto es todo. Se me habrá pasado algún instituto. Pero creo que serán muy pocos. Siento no poder hablar de las monjas de Sigena, que creo que arrasan, pero no tengo datos. Posiblemente algún lector nos ilustre. Como nos ocurrió con las Dominicas del Cordero.

Los éxitos de algunas contemplativas, Lerma es la referencia, no puede extenderse lamentablemente a todas las casas del instituto. Aunque ya estén revitalizando alguna otra. Me dicen también que las Claras de Soria están viviendo un momento dulce. Creo que de Soria. Y me parece recordar que algo semejante ocurría en algún convento de las proximidades de Fontiveros o de Madrigal. O tal vez en alguno de esos lugares.

Las cifras que he dado son realmente alarmantes. Y son de hace cinco o seis años. Seguro que las de hoy son, salvo excepciones, bastante peores.

Os pido perdón por la pesadez del larguísimo relato. Como lo hubiera escrito seguido no lo hubiera leído nadie. Pero creo que es necesario que conozcamos lo que hay.

No voy a hacer ahora un estudio sociológico de las causas de este desastre. La desaparición de las familias numerosas y del hambre, la descristianización de la sociedad y, sobre todo, en regiones antaño cristianísimas, lo que se pretendió hacer pasar por Concilio Vaticano II, nos han traído esto.

Es impresionante lo que Cataluña, Valencia y Andalucía han dado a la Iglesia. En sus fundadores y en sus hijas. ¿Va a desaparecer todo eso? Estoy hasta las narices de oir que si Dios quiere que desaparezcan desaparecerán. Porque se mueren porque quieren suicidarse. Y en muchos casos ya lo han conseguido. Quedan cuatro ancianas, responsables de todo aunque nunca lo reconozcan, que se llevarán, no voy a decir que al infierno, las llaves de la comunidad.

Y para terminar decir algo muy machista. Toda esta tragedia, con factores externos, por supuesto, se ha debido en mucha medida a los condicionamientos masculinos de esas comunidades. El nombre ya dice mucho: franciscanas, dominicas, escolapias, capuchinas... Los jesuitas siempre fueron mucho más cautos. Pero también muy monjiles. En el 90% o más de las que se llamen del Sagrado Corazón vais a encontrar a un jesuita.

Pues, hubo unos años en que llenaron la Iglesia de Institutos admirables, todos por la santidad, y algunos incluso por su peso en la Iglesia. Pues, lo que edificaron, se esforzaron después por demoler. Y lo han conseguido. Yo no voy a decir que todas las monjas sean tontas, aunque no pocas lo sean. Donde está Catalina, las ya no sé cuantas Teresas y tantas más no cabe machismo alguno. Pero, el director de la conciencia, revestido en ocasiones de títulos y hasta de notables características personales, pesa mucho.

Por supuesto que las superioras de todos esos institutos son responsables de lo que son. Pero estoy convencido que hubo muchos religiosos que se valieron de su candidez, o de su estupidez, para llevarlas a la ruina. En la que están. Si insisten, en lo que estoy seguro son muy capaces, desaparecerán. Pues, allá ellas.
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