Las monjas también en crisis (V)

Las Hijas de Cristo Rey las fundó en Granada aquel excelente sacerdote catalán que fue Don José Gras (1876). Llevan como tantas una línea descendente moderada y preocupante: 641, 557 y 504

Las Hijas de Jesús son también de fundación española (Cándida maría de jesús, Salamanca, 1871). Están en la línea de las del descenso moderado aunque ellas, por haber conseguido en la historia más monjas, lo noten menos: 1413, 1314 y 1227

Las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl han sido el buque insignia de la caridad de la Iglesia con los necesitados. Ningunas como ellas. Llegaban a todos los lugares y en ellas tuvieron los pobres quienes les cuidaban hasta que sanaron o hasta que murieron. La Iglesia católica merecería el reconocimiento universal aunque sólo fuera por haber dado al mundo cientos de miles de mujeres dedicadas por amor a Él a cuidar de sus enfermos. De los enfermos de Él que por eso eran los de ellas. Fueron, como los jesuitas, la congregación más numerosa. Estaban en todos los lugares. Siempre entregadas. En muchos casos hasta la extenuación. Sin pedir nada. Dándolo todo. Hoy no tienen buenos días. Eran en 1975 41347 y en 2000 24413. Todavía muchísimos ángeles aunque ya queden tantos menos. Evidentemente no sé lo que Dios dispondra sobre ellas en el futuro. Lo que ha dispuesto hasta el momento nos ha mostrado lo que es su infinita misericordia.

Las Hijas de la Parroquia, auxiliares del Buen Pastor las fundó Ona de Echave en Pamplona en 1948. No parece que arranquen. Eran 18 en 1975 y 14 en 1998.

Las Hijas de la Virgen de los Dolores, fundadas en Trujillo (Cáceres) en 1919 no terminan de consolidarse. Eran 183 en 1975 y 140 en 1999.

Tampoco se asienta otra fundación extremeña, de 1941, en Alcuéscar, las Hijas de la Virgen para la formación cristiana. Si en 1975 eran 78 en 1998, 50

Las Salesianas, milagro como la rama de los varones de Don Bosco, conocieron igual que aquellos un crecimiento espectacular. En 1973, 18350, 17.180 en 1986 y 15996 en 2000. No deben sentirse preocupadas aunque hayan perdido más de dos mil monjas.
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