A este paso no va a conocerla ni la madre que la parió.

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Era una jovenzuela pacifista, de simpatías antiespañolas y que vivía al margen de la religión cuando le encomendaron una cartera para la que parecía nada indicada. No pocos vieron en ello una provocación más del señor Rodríguez Zapatero a unos sentimientos que no parecen ser los de la institución que en su día ejecutó a su famoso abuelo. Que por otra parte había pertenecido a la misma.
Pues fue cuestión de horas que la recién estrenada ministra se mostrara más patriota y más española que Daoíz y Velarde. Casi una Agustina de Aragón rediviva. Todo hace suponer que al conocer lo que desconocía: ejército, patriotismo, virtudes militares, bandera, servicio, disciplina, sacrificio, respeto... no le disgustó. ¿Qué tendrán algunas instituciones para que quienes se acercan a ellas depongan prejuicios que parecían consustanciales a la persona?
Evidentemente no traería al Blog a Doña Carmen Chacón por mostrarse al parecer encantada con el ejército, España y su bandera. Me alegra mucho pero no son cuestiones que se traten aquí. Viene por otro motivo.
La independentista arrepentida, la patriota con fervores de conversa, continúa manteniendo sus antipatías a la religión católica. Militantes. Creo recordar que no quiso ir a Marín porque la Armada, ¡mano al botón!, se empeñó en mantener una misa. Y ahora debió pensar que "sus" legionarios, a los que visitó tal vez ya en varias ocasiones en sus misiones extranjeras y que hasta le hicieron un regalo a su niño recién nacido, o tal vez niña, que ni me acuerdo ni me importa, y posiblemente sin bautizar, en lo que está en su derecho, no pintaban nada en una procesión de Semana Santa. Pues, pensado y decidido. Este año, que es de crisis `por fin reconocida, mandaremos algo así como una sección y como ya pasará desapercibida pues el año que viene se suprime y no se entera ya nadie.
Seguramente lamentando que no haya en Málaga un obispo como el de Tenerife, Bernardo Álvarez se llama, que le ahorrase la disposición. Porque fuera él quien prohibiera la participación legionaria en la Semana Santa malagueña.
La ministra se había cargado el acto más espectacular de las procesiones andaluzas y cuidado que los hay espectaculares. Ya sé que me van a venir unos cuantos contra el espectáculo. Me la refanfinfla. Me encantan las espectacularidades con Dios y la Virgen. Creo que son manifestaciones de amor. Puede que en ocasiones hasta inconsciente en algunos. Pero aun así.
Málaga no se lo iba a perdonar. Tampoco al PSOE. Y así se lo hicieron ver a Doña Carmen Chacón. Pues la ministra, que una Maleni no parece, inmediatamente recogió velas. Todo será como siempre. Y hasta anunció que procuraría estar presente. ¿Por qué no aprenderá el obispo de Tenerife de la ministra de Defensa? Creo que entre ser Maleni Álvarez Afonso o Carme Álvarez Afonso no hay color.
Ojalá la ministra esté presente ese día. Y cuando con el vello de punta y un nudo en la garganta contemple a Cristo llevado a pulso por los legionarios se encuentre su mirada con la de Él y, así como cayeron sus prevenciones contra España y su Ejército, desaparezca esa otra mucho más absurda, mucho más injusta, hacia quien está clavado en la cruz por amor. Por amor a todos y también a Carmen Chacón, ministra de Defensa de España.